MUNDO Y RELIGION - M&R
   
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  ¿Debieran los cristianos usar vino como bebida?
 
Muchas personas creyentes, entre ellos los evangélicos, adventistas y mormones manifiestan aprensión contra el beber vino como parte de su dieta cotidiana. Otros en cambio, entre los cuales se puede mencionar a católicos y simpatizantes de la Watch Tower, no manifiestan mayor problema frente al consumo de vino.

De hecho, quienes usan del vino regularmente sostienen que tal práctica no está reconvenida en la Biblia y que en efecto, Jesús tomaba vino, tal como se manifestó en la última cena. En una ocasión, se adelantan a recordar, Jesús incluso proveyó abundante vino en la llamada "boda de Caná". También se afirma que los patriarcas y profetas consumían vino. ¿Qué se puede decir al respecto? ¿Permite la Biblia usar vino como parte de la dieta cotidiana?

EL USO DE LA PALABRA VINO EN EN ANTIGUO TESTAMENTO

Como primer punto, diremos que la palabra que se traduce como vino en español, tiene en realidad más de una acepción en el idioma hebreo/arameo en que fueron vertidas originalmente las Santas Escrituras del Antiguo Testamento.

En hebreo se utilizan a lo menos 8 términos distintos para la palabra "vino" como yayin, tyrosh, shekar, chemer, shemer, sove, yeqev y asis. Todos estos términos en las lenguas originales pueden significar el “fruto de la vid”, o sea, zumo de uvas no fermentado o mosto, vino dulce, vino nuevo o puede significar vino fermentado o alcohólico.

La palabra "tyrosh" es usada en el Antiguo Testamento unas 38 veces. En algunos casos tyrosh hace referencia al jugo de uva antes de la fermentación, es decir sin propiedades embriagantes. 

La otra palabra es "Yayin": Es la palabra usual en el Antiguo Testamento para el jugo fermentado de uva o bebida con propiedades de intoxicación. La primera vez que se usa esta palabra es en Génesis 9:20-21, donde se menciona la embriaguez de Noé.

Es necesario destacar que en el tiempo antiguo, la palabra vino se usaba también para expresar el jugo exprimido directamente de la uva y que también era llamado vino, aunque no tenía propiedades embriagantes ya que no tenía fermentación (Vea Génesis 40:11). 

Generalmente, cuando se quiere expresar la idea de vino, sólo como jugo de uva no fermentado, en el Antiguo Testamento se usa también la palabra "mosto", que corresponde a jugo de uva y que suele usarse como refresco o aperitivo (Génesos 27:28; Joel 1:10). El mosto es el zumo de la uva que contiene diversos elementos y que se extrae directamente de la vid como pueden ser la piel, las semillas, etc. Se considera una de las primeras etapas de la elaboración del vino y que consiste en colectar el jugo o mosto directamente del racimo de la vid, tal como es presentado en Isaías 65:8.

En la cultura antigua, se deja ver que los autores sagrados describen la prosperidad en términos de abundancia de "trigo y mosto" (Génesis 27:28), se requiere el diezmo del vino (Deuteropnomio 12:17), el vino se prescribe como libación para ciertas ofrendas (Números 15:7). El salmista enumera entre las bendiciones de Dios "el vino que alegra el corazón del hombre" (Salmo 104:15).

Que la palabra "vino" se utiliza también el Antiguo Testamento para describir el mosto o zumo de uva, se hace entendible a partir de Deuteronomio 11:4 y que es el vino que Dios recomienda colectar al pueblo, no un vino fermenteado porque no se recoge vino fermentado de la vid, sino el zumo de uva que sirve como alimento y bebida. 

Igual situación se puede señalar en textos como Jeremías 48:33 en que  se menciona el lagar, que es el lugar donde se pisa la uva para extraer el zumo de ella. Es claro que este vino no es fermentado, ya que no sale vino fermentado cuando se pisa la uva, o se la exprime. A ese tipo de vino es al que refiere el texto de Jeremías. En este pasaje no se habla de vino fermentado. Otros textos parecidos son Isaías 16:10; Oseas 2:22.



El lagar es donde se junta la uva para molerla con los pies
De aquí se obtiene el jugo puro de uva


La mayoría de las veces en la Biblia se usa la palabra vino refiriendo a vino sin fermentar. Esto ocurre especialmente cuando se habla del vino que Dios proveyó directamente en la naturaleza como en Isaías 27:2 en que se habla del "vino rojo" pero que en realidad refiere al jugo de uva bueno para beber y que es lo que significa el término griego 
ἀμπελὼν καλός (fruto de la vid buenoque se puede leer en la Septuaginta o versión griega del Antiguo Testamento. Esto mismo sucede en Amós 9:14.

El tyrosh (o vino nuevo) que es consumido en los atrios del santuario según Isaías 62:8-9, es vino sin fermentar. Igual que el vino que es ofrecido como ofrenda delante e Dios según Números 28:14 y que no podía tener fermento ya que era presentado como ofrenda, símbolo de Cristo, delante de Dios. Es frecuente que en el Antiguo Testamento, se traduzca la palabra hebrea tyrosh como mosto, queriendo entonces significar el jugo puro de uva sin fermentar, como ocurre en Génesis 27:28.

El consumo de vino fermentado estaba prohibido a quienes oficiaban el sacerdocio en el santuario terrenal según Levítico 10:9-11.


EL USO DE LA PALABRA VINO EN EL NUEVO TESTAMENTO

En griego, en cambio, al igual que en español, se utiliza una sola palabra para vino y esta es 
οἶνος que en el Nuevo Testamento se utiliza en: Mt. 9:17; Mt. 27:34; Mr. 2:22; Mr. 15:23; Lc. 1:15; Lc. 5:37–38; Lc. 7:33; Lc. 10:34; Jn. 2:3; Jn. 2:9–10; Jn. 4:46; Ro. 14:21; Ef. 5:18; 1 Ti. 3:8; 1 Ti. 5:23; Tit. 2:3; Ap. 6:6. Ap. 18:13. 

En el Nuevo Testamento también se usa la palabra "vino" en sentido figurado en los siguientes textos: Vino. fig. apocalíptico de juicio: Ap. 14:8; Ap. 14:10; Ap. 16:19; Ap. 17:2; Ap. 18:3; Ap. 19:15.

El vino se usaba en los días de Cristo para el tratamiento de heridas y magulladuras (Lucas 10:34).

La palabra οἶνος  en el Nuevo Testamento generalmente se usa para indicar vino fermentado, aunque hay pasajes como el de Juan 2:1-11 y 1 Timoteo 3:8 en que se cree refería a vino sin fermentar y más propiamente jugo exprimido de uva.

La mayoría de los estudiosos de la Biblia están de acuerdo en que las veces que la Biblia usa la palabra "vino" en el Nuevo Testamento refiere a una bebida fermentada y cuando se menciona el simple jugo de uva, nunca se usa la palabra vino tal como ocurre en Génesis 40:11 o en los pasajes que refieren a la cena del Señor.

No obstante lo anterior, hay un pasaje que se encuentra en 1 Timoteo 5:23 en que el apóstol Pablo aconseja a su hermano y discípulo Timoteo que consuma un poco de vino en lugar de agua debido a sus continuas enfermedades.

Es sabido que en los días de Jesús y del apóstol Pablo, las gentes bebían agua de pozo o bien sacada de lagos y riachuelos cercanos. Por esta causa, abundaban las enfermedades gástricas e intestinales. Patologías como hepatitis, tifus, disentería y gastroenteritis eran de frecuente ocurrencia en aquellos días.

El consejo del apóstol de reemplazar el agua por vino, no refiere a vino fermentado sino al jugo de uva, que le permitiría refrescarse y a la vez alimentarse, evitando la contaminación del agua.

Cualquier profesional de la salud, se aprontará a decir que el vino con alcohol no cura enfermedades y que no es bueno para el estómago, por el contrario, irrita la mucosa gástrica. Por otra parte, aproximadamente el 78% de la uva consiste de agua y se encuentra libre de contaminación.

EL VINO EN LA CENA DEL SEÑOR

En pasajes como Mateo 26:26-30, Marcos 14:22-26, Lucas 22:17-20, que refieren a la última cena, o cena del Señor y que otros refieren como celebración pascual, se usa la expresión griega ἀμπέλου que se traduce "fruto de la vid" para señalar el vino que ahí se consumió y que no era vino fermentado sino jugo puro de uva. Siempre que el Nuevo Testamento se utiliza la expresión griega ἀμπέλου quiere decir "fruto de la vid" o jugo puro de uva sin fermentar. Con esto, se establece claramente que el "vino" que usó Jesús en ocasión de la última cena fue vino sin fermentar y que más bien correspondía al jugo exprimido de la uva, símbolo de su sangre que por nosotros es derramada. Note que en el relato que Pablo hace de la cena del Señor, él tampoco utiliza la palabra vino propiamente tal para referir al "fruto de la vid", sino que habla de la copa del nuevo pacto en la sangre de Cristo.

El vino que Jesús usó para celebrar la Santa Cena no tenía ingredientes fermentados, ya que éste era un elemento que estaba siendo utilizado para celebrar la Pascua Judía y en ocasiones como esa, nada de lo que se usaba podía tener fermento ya que el fermento o levadura simboliza el pecado (1 Corintios 5:8).



La Última Cena recreada por Leonardo da Vinci
El vino que se uso en la Cena del Señor era jugo puro de uva sin fermentar


Que el vino usado en la Cena del Señor no era vino fermentado se ve reforzado por lo que indica 1 Pedro 1:19 y que nos afirma que la sangre de Cristo es preciosa, como un cordero sin mancha ni contaminación. ¿puede algo fermentado representar la pureza de la sangre de Cristo? No. Evidentemente que no.

¿Por qué se usó jugo de uva para simbolizar la sangre de Cristo? Sencillamente por la analogía del color y las propiedades nutritivas del fruto de la vid. Lea Deuteronomio 32:14.

EL VINO EN LAS BODAS DE CANÁ
 

A partir de Deuteronomio 32:14 vemos que el jugo puro de uva exprimido directamente del racimo es llamado en el Antiguo Testamento "vino puro" y en otras oportunidades "vino nuevo" o "vino bueno".

Este es el vino que proveyó Jesús en las Boda de Caná y que el maestresala llama 
τὸν καλὸν οἶνον que traducido es "vino bueno" (Juan 2:10). 

El vino sin fermentar y que era comúnmente llamado "buen vino" o "vino bueno" es el vino que Dios nos invita a beber y a consumir, porque es nutritivo y refrescante como en Isaías 55:1 en que es puesto como alimento en el mismo lugar que la leche.

Que el maestresala se refiriera al vino que Jesús proveyó como "vino bueno" deja ver que se está hablando de este tipo de vino y entonces resulta consecuente que Jesús haya dispuesto tal provisión de vino en la fiesta como algo nutritivo y refrescante y no el vino que la mayoría de la gente en Occidente entiende, que refiere a vino fermentado y que sólo promueve la embriaguez y la borrachera, algo que sin duda está lejos de lo que se puede esperar de un milagro de Cristo. Jesús en Caná no contravino lo dicho en Habacuc 2:15 respecto de los que proveen vino fermentado a sus semejantes.

Veamos el siguiente comentario sobre el vino de las Bodas de Caná:

"El vino que Jesús proveyó para la fiesta, y que dio a los discípulos como símbolo de su propia sangre, fue el jugo puro de uva. A ésto se refiere el profeta Isaías cuando habla del “mosto en un racimo,” y dice: “No lo desperdicies, que bendición hay en él.” Isaías 5:8. Fue Cristo quien dio en el Antiguo Testamento la advertencia a Israel: “El vino es escarnecedor, la cerveza alborotadora; y cualquiera que por ello errare, no será sabio.” Proverbios 20:1. Y él mismo no proveyó bebida tal. Satanás tienta a los hombres a ser intemperantes para que se enturbie su razón y se emboten sus percepciones espirituales, pero Cristo nos enseña a mantener sujeta la naturaleza inferior. Toda su vida fue un ejemplo de renunciamiento propio. A fin de dominar el poder del apetito, sufrió en nuestro favor la prueba más severa que la humanidad pudiese soportar. Cristo fue quien indicó que Juan el Bautista no debía beber ni vino ni bebida alcohólica. Él fue quien ordenó abstinencia similar a la esposa de Manoa. Y él pronunció una maldición sobre el hombre que ofreciese la copa a los labios de su prójimo. Cristo no contradice su propia enseñanza. El vino sin fermentar que él proveyó a los huéspedes de la boda era una bebida sana y refrigerante. Su efecto consistía en poner al gusto en armonía con el apetito sano." (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 132) 

EL VINO MALO

En la Biblia y especialmente en el Antiguo Testamento, se habla del vino fermentado como algo que producían las naciones enemigas de Israel o las persona que estaban alejadas de Dios. (Lea Deuteronomio 32:33).

En la Biblia, la fermentación siempre ha sido considerada un símbolo de corrupción. En la misma naturaleza, la fermentación está asociada a pudrición, descomposición, deterioro y putrefacción. El alcohol, de manera natural, nunca se encuentra en ningún producto de la naturaleza que esté en buen estado de consumo, el alcohol nunca establecido por Dios como bebida o alimento y es esencialmente un producto artificial, elaborado y preparado por el hombre a través del proceso de degradación de la fermentación.

Note que en las cárceles, los internos depositan en recipientes restos de frutas y vegetales, esperando que estos se degraden y entren en putrefacción para obtener un alcohol resultante de la fermentación de esos productos para beberlo y emborracharse.

Cada vez que en la Biblia se habla del castigo de Dios y se menciona la palabra vino, se presenta el vino como algo malo, nocivo y que no está de acuerdo a la voluntad de Dios como en la expresión de Salmo 75:8 en que se utiliza la expresión "vino tinto", vertida en otras traducciones como "vino espumante" o "vino fermentado" y aclara que este el tipo de vino que beben los ímpios de la tierra.

¿Por qué la Biblia aclara sobre el vino fermentado? Sencillamente, para diferenciarlo del vino no fermentado, que utiliza el pueblo de Dios, incluso por indicación de Dios y que se emplea además en los cultos del santuario y se considera como ofrenda.

La Biblia es clara en advertir contra este tipo de vino fermentado según Isaías 5:11; Isaías 5:14; Isaías 5:22; Isaías 28:7-8; Oseas 4:11; Joel 3:3; Habacuc 2:5; Proverbios 23:20; Proverbios 31:4-7; Efesios 5:18.

La Biblia advierte contra el beber vino o bebidas alcohólicas en cualquiera de sus formas (Proverbios 20:1). La borrachera y el beber de manera consuetudinaria no es algo que a Dios le agrade (Proverbios 23:29-35). La borrachera es reprendida y rechazada en la Biblia (1 Samuel 1:12-17).

La Biblia también advierte al que provee vino para la embriaguez de otros y con fines poco santos (Habacuc 2:15).

Los borrachos y personas que beben vino en exceso no tendrán entrada en el Reino de Dios (1 Corintios 6:9-10).

JESÚS NUNCA BEBIÓ VINO FERMENTADO

Jesús durante toda su vida mantuvo la pureza y santidad que se requería del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y como Sumo Sacerdote mantuvo la santidad que se requería de él, tal como dice Hebreos 7:26.

Como sacerdote del Santuario Celestial, Jesús no bebió vino, tal como se requería a los sacerdotes del santuario terrenal según Levítico 10:9-11.

Como Rey Jesús tampoco bebió vino fermentado ni bebidas alcohólicas de acuerdo a la instrucción de Proverbios 31:4

Jesús rechazó el vino que se le ofreció en ocasión de la crucifixión (Mateo 27:34; Marcos 15:23;Juan 19:29).

DEBATE SOBRE EL USO DE VINO EN LOS CRISTIANOS

Hay corrientes dentro de los profesos cristianos que defienden el uso de vino como parte de su dieta y no tienen aprensiones respecto del uso de vino fermentado en sus mesas. Estó último, a pesar de todo lo que ya se expuso al respecto en cuanto al uso de vino en la historia del pueblo de Israel y el ejemplo que Jesús nos dejó al respecto, más allá de las advertencias de la Biblia contra el uso de esta bebida espirituosa. 

Siendo así, los católicos por ejemplo usan vino fermentado en sus mesas, fiestas y reuniones sociales sin mayores problemas. Los simpatizantes de la Watch Tower indican el beber con moderación.

Por otra parte, los evangélicos, adventistas y mormones, están contra el beber vino y el uso de bebidas alcohólicas en cualquiera de sus formas. ¿Qué se puede decir al respecto?

Primero, es necesario decir como indica la sabiduría popular que: "La moderación es la escuela del borracho". Las estadísticas muestran, que quienes usan de vino con "moderación", en gran porcentaje van aumentando su consumo de vino con el tiempo hasta que su uso, trasciende el mero vaso a la hora de la comida y comienza a aparecer en reuniones sociales, compromisos de trabajo, conversaciones intrascendentales, momentos de ocio en la casa, etc. 

Muchos alcohólicos empedernidos, aseguran de propios labios ser bebedores moderados. Además, el alcohol es adictivo y muchos bebedores moderados aseguran que pueden dejar de beber cuando ellos decidan. El caso es que nunca deciden y cuando estos bebedores moderados llegan a buscar atención médica y especializada, se dan cuenta que no lo pueden dejar por sí sólos y deben recurrir a terapia de farmacología, implantación de pellets, etc.

¿Cómo llega a pasar esto? No teniendo en cuenta Proverbios 20:1

El alcoholismo representa una estadística lamentable entre los católicos. Es sabido que dentro de los simpatizantes de la Watch Tower, que defienden el beber con moderacion, el alcohol es un problema. No son pocos en la realidad, aunque se mantenga como información reservada, los casos de alcoholismo entre los miembros activos de esta corriente religiosa. Muchos feligreses de esta corriente, luchan contra la adicción al alcohol y no son desconocidos los casos de personas que tienen problemas con el alcohol durante la semana y se les ve mejor compuestos durante el trabajo de campo, el domingo. 

El beber con moderación que se enseña en esta corriente, resulta funesto y peligroso. Equivale a decirle a un niño que juegue con la pistola o el revolver del papá pero con mucho cuidado. Tarde o temprano habrá un accidente. Así también, la persona que por años bebe con moderación, estará en constante peligro y más tarde o más temprano, podría incluso encontrarse siendo un alcohólico empedernido.

Generalmente, las personas que son "bebedores moderados", progresan del consumo de vino como parte de una "dieta sana" a la hora de las comidas, al uso de aperitivos, copas de sobremesa y terminan siendo bebedores sociales, que usan de vino en reuniones de amigos o compromisos de camaradería. Muchos de ellos, progresan hacia el uso de bebidas destiladas, como el whisky, vodka, ron, etc. En todo esto contravienen lo dicho por Isaías 5:22.

Es sabido que el consumo de alcohol es un problema mundial. Todos los años se conocen informes de los organismos de salud que denuncian el sufrimiento de familias debido a que uno de los padres, o en algunos casos ambos, abusan del alcohol.

El uso de alcohol está absolutamente prohibido en Chile para quienes conducen vehículos motorizados. La llamada Ley Emilia,
una normativa legal que nació de una petición ciudadana y que lleva el nombre de Emilia por la menor fallecida Emilia Silva Figueroa a manos de un conductor ebrio. La Ley Emilia, representa a muchas familias y amigos que han perdido un ser querido a causa de un conductor irresponsable bajo los efectos del alcohol.

La Ley Emilia, se encuentra vigente en Chile desde el 16 de septiembre de 2014 y sanciona con cárcel efectiva de al menos un año a los conductores en estado de ebriedad que generen lesiones graves gravísimas o la muerte. Ahora bien, de acuerdo a esta ley: ¿Que se considera como "estado ebriedad"?

Igualmente, en Chile existe la Ley de Tolerancia Cero, que aplica a personas que conducen un vehículo motorizado bajo los efectos del alcohol pero sin causar un accidente. ¿Que significa estar bajo los efectos del alcohol?

La iniciativa legal bajó los grados de alcohol permitidos en la sangre para conducir, estableciendo el “estado de ebriedad” en 0,8 gramos por litro de sangre y “bajo la influencia del alcohol” en 0,3 gramos por litro de sangre. Esto último equivale a beber una o dos copas de vino.

Estas cifras y estadísticas, rigurosamente analizadas según el método científico, establecen que una persona que beba una o dos copas de vino, ya está bajo la influencia del alcohol y se encuentra inhabilitada para conducir un vehículo en Chile. Esto sólo deja ver lo pernicioso que resulta beber alcohol incluso en pequeñas cantidades, como sostiene hacer el bebedor moderado.

Consecuentemente, en las instrucciones que el apóstol Pablo señala para la elección de personas en la iglesia para el cargo de anciano, se recomienda que estas personas no sean "dadas al vino". En el texto de 1 Timoteo 3:3 se usa la expresión griega μὴ πάροινον que según el Emphatic Diaglot significa "no bebedor de vino". El diccionario Griego - Español VOX traduce πάροινος  como "borracho", "ebrio", "beodo" de donde entonces la traducción de 1 Timoteo 3:3 sería "que no sea borracho". Igualmente, para el cargo de diácono, o siervo ministerial, según 1 Timoteo 3:8 se recomienda que estas personas no sean "dadas a mucho vino" y se usa la expresión griega μὴ οἴνῳ πολλῷ προσέχοντας que literalmente significa "no dado a mucho vino". ¿Por qué se da estas instrucciones?

Sencillamente, porque la Biblia indica que: "El vino y las bebidas fuertes quitan el buen juicio" según Oseas 4:11. 

La Septuaginta, versión griega del Antiguo Testamento, vierte de esta manera el versículo de Oseas 4:11: Πορνείαν καὶ οἶνον καὶ μέθυσμα ἐδέξατο καρδία λαοῦ μου. Literalmente, indica:  "Fornicación y vino y borrachera (μέθυσμα), quitan (roban) el corazón de mi pueblo." 

Frente a todo esto, el consejo es: mejor ser prudente y apartarse del peligro tal como indica Proverbios 23:3. Informese de los daños que produce el alcohol en su organismo y tome una decisión sabia con conocimiento exacto del asunto. No se conforme con los consejos inapropiados que lo quieren engañar con la prudencia en el beber, vea estadísticamente cuántos bebedores moderados, terminaron finalmente siendo borrachos empedernidos y siga el consejo de Proverbios 14:15

Lectura recomendada: ¿Prohibe la Biblia las bebidas alcohólicas? Leroy E. Beskow. 

https://www.academia.edu/38931451/_Proh%C3%ADbe_la_Biblia_las_bebidas_alcoh%C3%B3licas


 
 
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