MUNDO Y RELIGIÓN - M&R |
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Vacunarse o no vacunarse...religión versus ciencia |
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Personas que participan en algunas denominaciones cristianas manifiestan objeciones de conciencia respecto de recibir vacunas o de que se vacune a los niños.
¿Deben los estados exigir que se vacunen todos los niños o debe permitir que objetores de conciencia puedan excluirse de la vacunación con base en convicciones religiosas o de índole moral? Este es un problema difícil de abordar ya que por una parte está el deber del Estado de velar por la salud de la población y por otro, el respeto a la conciencia y a la libertad de decidir de cada persona.
Los debates y las objeciones de conciencia sobre el uso de las vacunas no son un fenómeno nuevo. En 1721, los nuevos pobladores de la Nueva Inglaterra (Estados Unidos de Norteamérica) discutieron si deberían inocularse en contra de la viruela en vista de un brote de esta enfermedad en Boston. Los puritanos (facción radical dentro del protestantismo) de la Nueva Inglaterra estaban entre quienes debatían si la inoculación estaba permitida por las Santas Escrituras y si era recomendable desde el punto de vista médico.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día en el año 2015 dio a conocer su posición oficial sobre la vacunación diciendo:
“La Iglesia Adventista del Séptimo Día coloca un fuerte énfasis en la salud y el bienestar. El énfasis adventista en la salud se basa en la revelación bíblica, los escritos inspirados de E. G. White (cofundadora de la iglesia) y en la literatura científica comprobada por pares. Así, animamos a la inmunización/vacunación responsable y no tenemos razón con base en la fe para no animar a nuestros adherentes a participar de manera responsable en programas de inmunización protectores y preventivos. Valoramos la salud y la seguridad de la población, lo que incluye el mantenimiento de la ‘inmunidad colectiva’." [Tomado de:https://noticias.adventistas.org/es/noticia/salud/iglesia-adventista-adopta-posicion-con-respecto-a-las-vacunas/ ]
No obstante, aún dentro de la propia corriente de los adventistas del séptimo día, quedan resabios de oposición a la práctica de la vacunación entre algunos grupos pequeños, como los adventistas del séptimo día movimiento de reforma que se oponen a recibir vacunación tal como se expresa en sus principios de fe bajo el concepto de temperancia donde declaran claramente: "somos contrarios a la vacunación". [https://reformacolombia.org/pilaresdenuestrafeadventista.html].
En esta colectividad de adventistas disidentes, la no vacunación, si bien es una norma que suele exigirse a los miembros comunes, no es respetada por los dirigentes y misioneros, que sí se administran las vacunas para el viajero y que son exigidas en algunos países para el ingreso como un plan de vacunación contra la malaria, fiebre amarilla, hepatitis, etc. lo cual resulta altamente inconsecuente.
Las vacunas son procedimientos biológicos que, aplicados a personas sanas, provocan la generación de defensas (anticuerpos) que actúan protegiendo ante el contacto con los agentes infecciosos contra los que se vacuna, evitando la infección o la enfermedad. Es bueno aclarar que las vacunas se utilizan en salud para prevenir al sistema inmunológico contra “ataques” futuros de una enfermedad en particular. Existen vacunas contra patógenos virales y bacterianos, o agentes causantes de enfermedades.
Cuando un patógeno ingresa al cuerpo atravesando las barreras de protección (e.g. piel, barreras del sistema respiratorio, etc.), el sistema inmunológico genera anticuerpos para tratar de combatirlo. Dependiendo de la fortaleza de la respuesta inmunológica, y la eficacia con que los anticuerpos combaten al patógeno, la persona o huésped podría enfermar o no. Si la persona se enferma, algunos de los anticuerpos que se crean durante el desarrollo de la enfermedad, se quedarán como vigilantes en el cuerpo cuando ya no esté enfermo. Si en el futuro el cuerpo es expuesto al mismo patógeno, los anticuerpos lo “reconocerán” y combatirán.
El sistema de vacunación estimula al sistema inmunológico ingresando al cuerpo una versión muerta, debilitada o parcial de un patógeno. La versión del patógeno que contiene la vacuna no es suficientemente fuerte o abundante como para enfermar al receptor, pero es suficiente para que su sistema inmunológico genere anticuerpos en contra del patógeno. Como resultado, el receptor de la vacuna obtiene inmunidad futura contra la enfermedad sin haberse enfermado. Si se ve expuesto nuevamente ante el patógeno, su sistema inmunológico lo reconocerá y lo podrá combatir.
Algunas vacunas contra bacterias están hechas con una forma de la bacteria misma. En otros casos, podrán estar formadas por una forma modificada de una toxina generada por la bacteria, por ejemplo, los síntomas del tétanos no se ocasionan directamente por la bacteria Clostridium tetani, sino por la tetanospasmina, una toxina generada por esa bacteria. Por lo tanto, algunas vacunas bacterianas están hechas de una versión debilitada o inactiva de la toxina generada por la bacteria y que realmente produce síntomas de la enfermedad. La toxina debilitada o inactiva se llama toxoide, por ejemplo, una vacuna contra el tétanos se hace con el toxoide de la tetanospasmina.
Quienes objetan las vacunas señalan que éstas podrían tener efectos secundarios. Al respecto es necesario aclarar que todos los fármacos y procedimientos en salud pueden eventualmente llegar a tener efectos secundarios, relacionados con las características del propio paciente, dosis, tiempo de aplicación, etc. Tomar una simple aspirina (ácido acetilsalisílico) puede llegar a tener efectos secundarios e incluso consecuencias graves para un determinado paciente o persona con alguna condición de salud particular, las personas con problemas de coagulabilidad sanguínea por ejemplo. Todas las vacunas tienen posibles efectos secundarios. Sin embargo, la mayoría son leves y temporales. Los efectos adversos de las vacunas se vigilan cuidadosamente a través de varios sistemas de información y que avalan la seguridad en su aplicación y resultados.
También se ha argumentado que las vacunas contienen elementos derivados del mercurio y que son altamente dañinos e incluso mortales. Sobre esto, hay que decir que para preservar algunas vacunas se usa timerosal, que es un derivado del mercurio. Se ha cuestionado la seguridad de este componente debido a que se relaciona con la posibilidad de toxicidad neurológica. Sin embargo, la revisión de muchos estudios realizados en niños/as que recibieron vacunas que contienen timerosal y la posición de organismos de expertos internacionales en relación al uso de este compuesto en vacunas, ha permitido al Comité Consultivo de Inmunizaciones concluir que no existe evidencia de eventos adversos en lactantes o niños/as por exposición al timerosal contenido en vacunas rutinarias y, por lo tanto, no habría razón para modificar las actuales prácticas de inmunización en Chile. Para ver más sobre el tema:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-10182007000500004
¿Por qué debieran vacunarse los cristianos? Sencillamente porque al hacerlo están protegiendo sus vidas y las de sus semejantes. Los cristianos deben vacunarse porque aman a sus prójimos.
Quizás alguien diga que no tiene por qué preocuparse de la salud de sus semejantes, finalmente cada cual se preocupa de sí mismo. Sin embargo, esa es una forma de pensar egoísta y que se asemeja mucho a lo que Caín contestó a Dios respecto de la seguridad de su hermano Abel: "¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?" (Génesis 4:9) Los cristianos estamos llamados a preocuparnos de los demás y no sólo de nosotros mismos.
La Biblia y especialmente el Nuevo Testamento es muy claro en enseñar que una vida egoísta y sólo ocupada de sí mismo, no es un ideal cristiano ni es lo que nos dejó como enseñanza Jesús. ¿Quisiera Ud. que alguien se ocupara de su salud o de protegerlo respecto de patógenos dañinos que pudieran afectar su integridad física? Lo más probable que sí. Jesús dijo: "Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos: porque esta es la ley y los profetas." (Mateo 712).
En cuanto a que nuestras decisiones sólo nos afectan a nosotros, la Biblia es enfática en plantear que no es así: "Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí" (Romanos 14:7). Sea que vivamos o muramos, nuestros actos siempre causan algún efecto en otros.
En el pasado, grupos minoritarios dentro del cristianismo, se oponían terminantemente a la aceptación de vacunas manifestando que nada impuro debía entrar en sus cuerpos (los patógenos debilitados o muertos que componen la vacuna), sin embargo, la realidad es que la historia muestra que el cristianismo que practica el mundo en general, no se destaca como ejemplo de moralidad al mismo mundo, ya que en los países llamados cristianos y donde el 70 u 80 por ciento de la población se declara "cristiana", abunda la sinverguenzura de sus líderes políticos, judiciales y económicos, la desigualdad social es dramática, la injusticia social es objeto de protestas y manifestaciones públicas a diario, el robo, el pillaje, la estafa, la violencia y el homicidio, así como otras tantas truhanerías, son cosa de todos los días.
Jesús enseñó diciendo: "Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar: pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre." Lea Marcos 7:1-23. En este pasaje se trata el problema del exceso de pulcritud en cuanto a la contaminación externa y el contraste con la contaminación interna, que es la que en definitiva nos lleva a cometer malos actos en perjuicio de nuestros semejantes.
Hoy en día y la realidad lo muestra así, la mayoría de los grupos minoritarios que se oponen a la aceptación de vacunas por objeción de conciencia, están abandonando este bastión singular y dándose a la razón, que indica que el aceptar la administración de una vacuna no sólo puede salvar nuestra vida y la de aquellos que amamos sino que puede además determinar la diferencia importante en un problema de salud pública que afecte al país o la nación entera. De manera, que frente a problemas que importen una decisión en conciencia, estudie más profundamente la Biblia y con la ayuda de Dios, busque la mejor respuesta. Si Ud. es una persona sincera, Dios le ayudará (Salmo 25:12).
CRISTIANISMO VS FANATISMO
LOS PELIGROS DE LA PRESUNCIÓN
Dentro del cristianismo, se puede observar muchas creencias y prácticas que rayan en los lindes del fanatismo e irracionalidad. Muchas personas que pertenecen a grupos minoritarios dentro del cristianismo, se oponen por ejemplo a recibir atención médica o tomar medicamentos frente a un determinado accidente o enfermedad concluyendo que sólo por fe llegarán a tener buena salud o bien recuperarse de enfermedades y patologías que requieren tratamientos farmacológicos complejos o simplemente cirugía de diversos grados.
La actitud antes descrita, no es propia de cristianos racionales sino de personas fanáticas que confunden la fe verdadera con una presunción enfermiza que lleva a conjeturar, juzgar o concluir que Dios hará algo que él nunca ha autorizado a dar por cierto como por ejemplo sanar, curar o eliminar una enfermedad sin que nosotros hagamos nada al respecto, salvo "creer". Dentro de este grupo de personas, hay quienes pretenden curar el cáncer ingeriendo jugo de zanahoria, orar para curar una peritonitis, ungir a un enfermo para que sea sanado de parkinson, etc.
Note que la presunción consiste en pensar que Dios nos protegerá o hará algo por nosotros incluso cuando nos exponemos voluntariamente al peligro, como por ejemplo no buscando ayuda médica frente a un trauma o enfermedad mortal, dejando de tomar los medicamentos prescritos para el tratamiento de una determinada patología o enfermedad o incluso aceptando las vacunas correspondientes. Hay personas que han llegado a pensar que Dios los protegerá si entran a la jaula de los leones en algún zoológico o bien ingieren veneno mortal para probar que Dios los protege. En la casi totalidad de estos casos, quienes presumían de fe, han salido severamente dañados o muertos. Recuerde que la presunción fue uno de los pecados que Jesús rechazó definidamente en el episodio de la tentación en el desierto (Lea Mateo 4:5-7). De la misma manera, actúan presuntuosamente quienes se niegan a recibir atención médica, medicamentos o vacunación a fin de cuidarse de una enfermedad que puede resultar mortal para él o para quienes le rodean pensando que Dios va a hacer por ellos lo que en verdad ellos debieran hacer por sí mismos como cuidar su propia vida y salud o bien acceder a los tratamientos médicos necesarios y pertinentes para tratar su enfermedad.
A fin de entender bien en que consiste la presunción podemos leer Deuteronomio 18:22 en distintas traducciones de la Biblia:
"Cuando el profeta hablare en nombre de Jehová, y no fuere la tal cosa, ni viniere, es palabra que Jehová no ha hablado: con soberbia la habló aquel profeta: no tengas temor de él." (Reina - Valera 1909)
Note que en otras traducciones la palabra "soberbia" es traducida como "presunción":
"Si lo que el profeta proclame en nombre del Señor no se cumple ni se realiza, será señal de que su mensaje no proviene del Señor. Ese profeta habrá hablado con presunción. No le temas." (Nueva Versión Internacional)
"Si lo que el profeta ha dicho en nombre del Señor no sucede ni se cumple, entonces es señal de que ese mensaje no viene del Señor. Ese profeta es un presuntuoso. No tengas respeto por una persona así." (La Palabra (España) BLP)
¿Cómo se debe entender la presunción?
"Cuando el profeta que dice que habla por el SEÑOR diga que algo va a suceder, y no sucede, es porque el SEÑOR no le dio ese mensaje. Ese profeta ha hablado por sí mismo, no lo obedezcas." (Palabra de Dios Para Todos)
"Si lo que ese hombre ha profetizado no ocurre, no es el Señor quien ha dado el mensaje. Lo ha fraguado él mismo, no le tendrás temor." (Nueva Biblia Viva)
"Si el profeta anuncia algo y no sucede lo que dijo, será señal de que Dios no lo envió. Ese profeta no es más que un orgulloso que habla por su propia cuenta, y ustedes no deberán tenerle miedo" (Traducción en Lenguaje Actual)
"Si el profeta habla en el nombre del Señor, pero su profecía no se cumple ni ocurre lo que predice, ustedes sabrán que ese mensaje no proviene del Señor. Ese profeta habló sin el respaldo de mi autoridad, y no tienen que temerle." (Nueva Traducción Viviente)
Todas estas traducciones de la Biblia nos ayudan a comprender el sentido de la presunción, que no es sino la actitud soberbia de hablar por cuenta propia o de sí mismo, sin el respaldo de la autoridad de Dios respecto a un determinado tema o situación. ¿Prohibe Dios la vacunación? Por supuesto que no. ¿Cómo llegan algunas personas a la conclusión de que no se debe aceptar las vacunaciones? Leamos nuevamente las distintas traducciones de la Biblia para Deuteronomio 18:22.
En los días de Moisés entraron serpientes en el campamento de los israelitas provocando la muerte de muchas personas. Dios podría haber curado a los que oraran, pero él actuó de manera diferente. Le pidió a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y cuando alguien era mordido, tenía que mirar a la serpiente de bronce para vivir (Números 21:9).
Este pasaje de la Biblia nos enseña que las personas no deben esperar que Dios haga algo por ellos sin que ellos hagan su parte. Debemos buscar la curación y no solo orar y esperar un milagro. Como cristianos debemos entender que los procedimientos médicos y la vacunación no compiten con la acción divina. Dios es quien concede sabiduría al ser humano para desarrollar mecanismos de lucha contra la enfermedad, tales como medicamentos y vacunas.
DEBATE SOBRE LA VACUNA
http://www.eldinamo.cl/nacional/2016/03/11/la-tajante-respuesta-del-jefe-de-pediatria-del-hospital-de-la-universidad-de-chile-a-los-antivacunas/?utm_content=buffer636d4&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer
NORMAS SOBRE VACUNACIÓN EN CHILE
https://www.lun.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=2019-06-06&PaginaId=8&bodyid=0
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