01.- El octavo mandamiento nos enseña a respetar la propiedad ajena, cultivando en nosotros el respeto por los derechos de los demás sobre aquello que legítimamente les pertenece, orientándonos además sobre nuestros propios derechos en relación a lo que es nuestro, promoviendo la honestidad (Éxodo 20:15).
"Esta prohibición incluye tanto los pecados públicos como los privados. El octavo mandamiento condena el robo de hombres y el tráfico de esclavos, y prohíbe las guerras de conquista. Condena el hurto y el robo. Exige estricta integridad en los más mínimos pormenores de los asuntos de la vida. Prohíbe la excesiva ganancia en el comercio, y requiere el pago de las deudas y de salarios justos. Implica que toda tentativa de sacar provecho de la ignorancia, debilidad, o desgracia de los demás, se anota como un fraude en los registros del cielo." (PP 317)
02.- Como cristianos, estamos llamados a realizar una reforma en nuestras vidas buscando ser honestos e íntegros en nuestro trato con los demás (Efesios 4:28; Romanos 2:21).
03.- El cristiano debe ser íntegro en todos sus negocios y transacciones comerciales (Levítico 19:35-36; Deuteronomio 25:13-15; Proverbios 16:11).
"No es la grandeza ni la insignificancia aparente de una transacción comercial lo que la hace justa o injusta, honesta o deshonesta. El mínimo desvío de la rectitud nos coloca en terreno del enemigo y, si continuamos en él, poco a poco llegaremos a injusticias mayores. Gran parte del mundo cristiano divorcia sus negocios de la religión. Millares de pequeños trucos y engaños son practicados al tratar con su prójimo. Estas cosas revelan el verdadero estado del corazón y muestran su grado de corrupción." (4 T 337)
04.- El cristiano está llamado a reformar su vida y a arrepentirse de sus actos deshonestos mostrando una decidida actitud de cambio (Lucas 19:8).
"Si hemos perjudicado a otros en cualquier transacción comercial injusta, si nos hemos extralimitado en el comercio o defraudado a algún hombre, aun dentro del marco de la ley, deberíamos confesar nuestro agravio y hacer restitución en la medida de lo posible. Es justo que devolvamos, no solamente lo que hemos tomado, sino todo lo que se habría ganado con ello si se lo hubiese usado correcta y sabiamente durante el tiempo que haya estado en nuestro poder." (DTG 509-510)
05.- La práctica de pedir dinero prestado sin la intención de cancelar las deudas justas es una práctica muy desmoralizadora y que debe ser desterrada de una vida cristiana consecuente (Salmo 37:21).
"La práctica de conseguir dinero prestado para aliviar alguna necesidad urgente, sin hacer cálculos para cancelar la deuda, aunque es muy común, es desmoralizadora. El Señor desea que todos los que creen en la verdad se conviertan de estas prácticas engañosas. Deberían preferir antes sufrir necesidad que cometer un acto falto de honradez." (CSMC 269)
06.- Los cristianos deben evitar las deudas y si las adquieren preocuparse de cancelarlas total y oportunamente (Romanos 13:7-8).
"El mundo tiene derecho a esperar estricta integridad de aquellos que profesan ser cristianos de acuerdo con la Biblia. Por la indiferencia de un hombre en cuanto a pagar sus justas deudas, todos nuestros hermanos están en peligro de ser considerados como deshonestos." (2 JT 46-47)
"La clase de educación más alta que pueda darse es la consistente en evitar las deudas tanto como se evitaría la enfermedad." (2 JT 470)
07.- Cuando las deudas nos agobian debemos hacer estrictas provisiones para cancelarlas debidamente (2 Reyes 4:7).
"Mejor es negarse el alimento y el sueño que ser culpable de defraudar a otros de lo que se les debe con justicia." (2 JT 47)
"Cuando pasa un año tras otro y no hay señales de que la deuda disminuya, sino más bien que aumente, debe hacerse un alto." (2 JT 470)
08.- La especulación en los negocios con el fin de obtener ganancias indebidas es contraria al espíritu de honestidad a que nos llama el cristianismo (Amós 8:4-6).
09.- El defraudar de cualquier manera en los negocios es una actitud ajena al cristianismo verdadero (Proverbios 20:14).
10.- La estafa y el fraude constituyen una transgresión del octavo mandamiento (Levítico 19:11: Proverbios 21:6).
"Gran parte del mundo cristiano divorcia sus negocios de la religión. Millares de pequeños trucos y engaños son practicados al tratar con su prójimo. Estas cosas revelan el verdadero estado del corazón y muestran su grado de corrupción." (4 T 337)
"El octavo mandamiento debe ser la trinchera que proteja al hombre de cometer algún acto de usurpación que perjudique los derechos de su prójimo, motivado por su deseo de ganancia y por su egoísmo. Prohíbe todo tipo de deshonestidad, injusticia o fraude, ya sea en forma directa o mediante pretextos engañosos." (Hijos e Hijas de Dios, pág. 63)
11.- La usura, es decir la obtención de interés desmedido por el dinero prestado es una transgresión del octavo mandamiento (Éxodo 22:25; Levítico 25:35-37).
12.- El soborno es contrario a la honestidad y a la rectitud (Éxodo 23:8; Deuteronomio 16:19).
13.- La extorsión, es decir la obtención de ganancias por medio de la amenaza y el temor, es contraria al espíritu del cristianismo (Lucas 3:12-14).
14.- El octavo mandamiento llama a los empleadores a pagar salarios justos y oportunos (Levítico 19:13; Deuteronomio 24:14-15; Santiago 5:4-6).
15.- Los empleados transgreden el octavo mandamiento al no dar debido cumplimiento a sus jornadas laborales de manera íntegra y completa (Efesios 6:5-8; 2 Tesalonicenses 3:10).
16.- Los cristianos deben pagar debidamente sus impuestos (Mateo 22:21; Romanos 13:7).
"En sus negocios, el cristiano ha de representar delante del mundo la manera en que nuestro Señor dirigiría las empresas comerciales. En toda transacción ha de dejar manifiesto que Dios es su maestro. Ha de escribirse Santidad al Señor" en el diario y el libro mayor, en escrituras, recibos y letras de cambio. Los que profesan seguir a Cristo y comercian de un modo injusto dan un testimonio falso contra el carácter de un Dios santo, justo y misericordioso." (DTG 509)
17.- El incumplimiento de contratos, convenios y promesas es una transgresión del octavo mandamiento (Génesis 30:25-28; 31:4-7)
18.- La esclavitud literal de seres humanos o la explotación humana en el trabajo son transgresiones de la ley de Dios (Filemón 16).
"El octavo mandamiento condena el robo de hombres y el tráfico de esclavos." (PP 317)
19.- El octavo mandamiento prohíbe las guerras de conquistas (Santiago 4:1-3).
/El octavo mandamiento/ "Prohíbe las guerras de conquista." (PP 317)
20.- El egoísmo que impide a los pobres dignos recibir la ayuda que con nuestros bienes debemos brindarles es un acto de desamor contrario a la benevolencia a que nos llama la ley de Dios (1 Timoteo 2:9; Proverbios 3:28).
"El uso indebido de nuestras facultades físicas acorta el período en el cual nuestras vidas pueden ser usadas para la gloria de Dios y ello nos incapacita para realizar la obra que Dios nos ha dado para hacer. Al permitirnos formar malos hábitos, acostándonos a horas avanzadas, complaciendo el apetito a expensas de la salud, colocamos los cimientos de nuestra debilidad. Descuidando el ejercicio físico, cansando demasiado la mente o el cuerpo, desequilibramos el sistema nervioso. Los que así acortan su vida y se incapacitan para el servicio, al no tener en cuenta las leyes naturales, son culpables de estar robando a Dios. Y están robando también a sus semejantes." (PVGM 326)
21.- Retener injustamente los bienes que legítimamente pertenecen a nuestro prójimo es un acto contrario al octavo mandamiento (Proverbios 3:27).
22.- La intemperancia en el comer y en el beber, la drogadicción o cualquier otra forma de vicio es una transgresión del octavo mandamiento (1 Corintios 3:16).
23.- El no cumplir los compromisos religiosos es considerado un robo (Malaquías 3:8-10).
Si Ud. realizó un pacto o convenio por medio del cual se hizo parte de tal o cual corriente religiosa, debe respetar los acuerdos y convenios que suscribió cuando se bautizó o adhirió a dicha congregación religiosa. En este sentido, si Ud. decidió por voluntad propia hacerse pentecostal, presbiterianos, metodista, mormón o adventista, debe en consecuencia respetar el acuerdo al que llegó al momento del bautismo. Si dentro de los acuerdos o pactos, Ud. aceptó que pagaría el diezmo o 10% de sus ganancias a la organización, entonces, mientras sea miembro de dicha colectividad, debe respetar su acuerdo como un buen cristiano (Lea Mateo 5:37; Santiago 5:12; Salmo 15:4).
"Es el espíritu de la codicia lo que induce a los hombres a conservar para la complacencia propia los medios que por derecho pertenecen a Dios, y este espíritu es tan aborrecible para él ahora como cuando, mediante su profeta, censuró severamente a su pueblo así: “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? Los diezmos y las primicias. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.” Malaquías 3:8, 9" (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 273)