"Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da."
Exodo 20:12
01.- El sentido general del quinto mandamiento.
"El despreciar la autoridad de los padres lleva pronto a despreciar la autoridad de Dios." (Patriarcas y Profetas 349)
02.- El quinto mandamiento nos enseña a amar y respetar a nuestros padres, cultivando además estos sentimientos, el amor y el respeto, hacia nuestros semejantes y especialmente hacia quienes han sido investidos de autoridad.
"Se debe a los padres mayor grado de amor y respeto que a ninguna otra persona. Dios mismo, que les impuso la responsabilidad de guiar las almas puestas bajo su cuidado, ordenó que, durante los primeros años de la vida, los padres estén en lugar de Dios respecto a sus hijos. El que desecha la legítima autoridad de sus padres, desecha la autoridad de Dios. El quinto mandamiento no sólo requiere que los hijos sean respetuosos, sumisos y obedientes a sus padres, sino que también los amen y sean tiernos con ellos, que alivien sus cuidados, que escuden su reputación, y que les ayuden y consuelen en su vejez." (HC 265)
03.- El quinto mandamiento es confirmado en el nuevo testamento (Efesios 6:1-3).
04.- Debemos rendir fiel obediencia y respeto a nuestros padres (Colosenses 3:20).
"El que desecha la legitima autoridad de sus padres, desecha la autoridad de Dios." (HC 265)
"Los hijos que deshonran y desobedecen a sus padres, y desprecian sus consejos e instrucciones, no pueden tener parte en la tierra renovada y purificada. Esta no será para el hijo o la hija que hayan sido rebeldes, desobedientes e ingratos. A menos que los tales aprendan a obedecer y someterse aquí, nunca lo aprenderán; la paz de los redimidos no será turbada por hijos desobedientes, revoltosos e insumisos. Nadie que viole los mandamientos, puede heredar el reino de los cielos." (HC 266)
05.- La posición cristiana con relación a padres incrédulos (Hechos 5:29).
06.- La relación de amor y respeto con los padres es imperecedera (Proverbios 1:8-9; 23:22).
“Puede ser que llegue una época en la vida del individuo en que ya no le sea necesario o correcto obedecer estrictamente a sus padres. Pero jamás llegará el tiempo en que la persona cese de honrarlos.” (Los Diez Mandamientos, Iglesia de Dios Universal, pág. 60)
La obligación que tienen los hijos de honrar a sus padres dura toda la vida. Si los padres son ancianos y débiles, los hijos deben dedicarles su afecto y atención proporcionalmente a su necesidad. Con nobleza y decisión deben amoldar su conducta, hasta con abnegación si es necesario, para evitar a los padres todo motivo de ansiedad y perplejidad... Debe enseñarse a los hijos a amar y cuidar con ternura a sus padres. Hijos, atendedlos vosotros mismos; porque ninguna otra mano puede hacer tan aceptablemente los pequeños actos de bondad que la vuestra puede hacer para ellos. Aprovechad la preciosa oportunidad que tenéis sembrar bondades.
07.- Nuestra obligación para con nuestros padres no cesa nunca. Nuestro amor hacia ellos, y el suyo hacia nosotros, no se miden por los años ni por la distancia, y nuestra responsabilidad no puede ser puesta a un lado." (HC 328)
“Recuerden los hijos atentamente que aun en el mejor de los casos los padres disfrutan de poca alegría y comodidad. ¿Qué puede causar mayor pena a su corazón que una negligencia manifiesta de parte de sus hijos? ¿Qué pecado pueden cometer los hijos que sea peor que el ocasionar pena a su padre o a una madre de edad y sin amparo?" (HC 328)
08.- Debemos constantemente reflexionar sobre el efecto que causa la desobediencia a los padres (Proverbios 17:25).
09.- Generalmente los hijos adultos cometen el error de pensar que su responsabilidad respecto a los padres cesa con la mayoría de edad.
"Una vez llegados a la madurez, algunos hijos piensan que han cumplido su deber cuando han provisto de morada a sus padres. Aunque les dan comida y albergue, no les conceden amor ni simpatía. En la vejez de sus padres, cuando éstos anhelan que se les expresen afecto y simpatía, los hijos sin corazón los privan de sus atenciones. No hay momento en que los hijos no hayan de respetar y amar a sus padres, Mientras éstos vivan, los hijos deberían tener gozo en honrarlos y respetarlos. Deberían infundir en la vida de los ancianos padres toda la alegría que puedan, y allanar su senda hacia la tumba. No hay en este mundo mejor recomendación para un hijo que el haber honrado a sus padres, ni mejor anotación en los libros del cielo que aquella donde se consigna que amó y honró a su padre y a su madre." (HC 328-329)
10.- No debemos descuidar el cuidado de nuestros padres en pro de nuestro celo religioso (Mateo 15:2-9).
“Jesús condenó a aquellos farsantes. Sus palabras claramente enseñan que el cristiano debe dar ayuda moral y económica a sus padres ancianos si le es posible y suplir las necesidades de éstos cuando así lo requieran las circunstancias. El cristiano jamás debe excusarse bajo el pretexto de que todos sus fondos extra están ‘dedicados a Dios’.” (Los Diez Mandamientos, Iglesia de Dios Universal, pág. 61)
“Desechaban el quinto mandamiento como si no tuviese importancia, pero eran muy meticulosos para cumplir las tradiciones de los ancianos. Enseñaban a la gente que el consagrar su propiedad al templo era un deber más sagrado aún que el sostén de sus padres; y que, por grande que fuera la necesidad de éstos, era sacrilegio dar al padre o a la madre cualquier porción de lo que había sido así consagrado. Un hijo infiel no tenía más que pronunciar la palabra “Corbán” sobre su propiedad, dedicándola así a Dios, y podía conservarla para su propio uso durante toda su vida, y después de su muerte quedaba asignada al servicio del templo. De esta manera quedaba libre tanto en su vida como en su muerte para deshonrar y defraudar a sus padres, bajo el pretexto de una presunta devoción a Dios.” (DTG 362)
11.- El quinto mandamiento nos enseña no sólo a respetar y reverencias a nuestros padres sino también a toda persona de mayor edad (Levítico 19:32; Proverbios 16:31 pp.).
12.- El cristiano debe manifestar una actitud de respeto a toda autoridad en la sociedad. (Romanos 13:1-5; Tito 3:1; 2 Pedro 2:13-14; Proverbios 24:21).
13.- La obediencia a la autoridad humana nunca debe sobrepasar nuestra obediencia a Dios. (Hechos 5:29).
"Los diez preceptos de Jehová son el fundamento de todas las leyes justas y buenas. Los que amen los mandamientos de Dios estarán en armonía con las buenas leyes de la tierra. Empero, si las exigencias de los gobernantes entran en conflicto con las leyes de Dios, la única pregunta que debe ser hecha es: ¿Obedeceremos a dios o al hombre?" (1 T 361-362)
14. Nuestro quehacer laboral está también contemplado en el quinto mandamiento (Efesios 6:5-7; 1 Timoteo 6:1-2; Tito 2:9; 1 Pedro 2:18).
15.- En la iglesia se debe honrar y respetar a los pastores, autoridades y líderes (Hebreos 13:17; 1 Pedro 5:5).
16.- La transgresión del Quinto Mandamiento será una característica moral de los jóvenes en el tiempo del fin (2 Timoteo 3:1-5).