Hoy en día existe un gran confusión en la gente respecto a qué cosa es la verdad en materia religiosa y como identificar el verdadero cristianismo en el último tiempo.
Satanás ha desarrollado una situación en que es muy difícil para una persona común identificar el verdadero cristianismo en nuestro tiempo. Más aún, cuando los distintos grupos y denominaciones religiosas insisten en adjudicarse nombres rimbombantes y que aluden a características que buscan engañar a quienes sinceramente buscan la verdad.
En el frontis de los centros de religión vemos nombres como: "iglesia apostólica mundial", "iglesia de los santos del tiempo del fin", "iglesia del evangelio verdadero", "iglesia del Espíritu Santo", "iglesia del cristianismo primitivo", "testigos de Dios", etc.
Frente a esta realidad, viene bien analizar la enseñanza de Jesús en Mateo 7:15-20 y el siguiente comentario:
"´Y ya también, decía el profeta, el hacha está puesta la raíz de los árboles: todo árbol pues que no hace buen fruto, es cortado y echado en el fuego.' No por su nombre, sino por sus frutos, se determina el valor de un árbol. Si el fruto no tiene valor, el nombre no puede salvar al árbol de la destrucción. Juan declaró a los judíos que su situación delante de Dios había de ser decidida por su carácter y su vida. La profesión era inútil. Si su vida y su carácter no estaban en armonía con la ley de Dios, no eran su pueblo." (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 89)
Esto aplica para todas las denominaciones que profesan el cristianismo en nuestro tiempo, no importa el nombre que tengan o que se adjudiquen en su pretensión de ser el pueblo de Dios, "si el fruto no tiene valor, el nombre no puede salvar al árbol de la destrucción" como dijo antaño Juan el Bautista a los judíos: "Si su vida y su carácter no estaban en armonía con la ley de Dios, no eran su pueblo."
No importa como se llame una denominación o grupo religioso si en su fe y práctica no enseñan ni guardan la ley de Dios, no son el pueblo de Dios.
La Biblia establece que la ley de Dios es la clave para identificar el pueblo de Dios en cualquier tiempo, diciendo:
"¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido." (Isaías 8:20)
"¡A la ley y al testimonio!" Aunque abundan las doctrinas y teorías contradictorias, la ley de Dios es la regla infalible por la cual debe probarse toda opinión, doctrina y teoría. El profeta dice: "Si no hablaren conforme a esta palabra, son aquellos para quienes no ha amanecido." (Isaías 8: 20, V.M.)" (El Conflicto de los Siglos, pág. 505)
"'La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma.' (Salmo 19: 7, V.M.) Sin la ley, los hombres no pueden formarse un justo concepto de la pureza y santidad de Dios ni de su propia culpabilidad e impureza. No tienen verdadera convicción del pecado, y no sienten necesidad de arrepentirse. Como no ven su condición perdida como violadores de la ley de Dios, no se dan cuenta tampoco de la necesidad que tienen de la sangre expiatoria de Cristo. Aceptan la esperanza de salvación sin que se realice un cambio radical en su corazón ni reforma en su vida. Así abundan las conversiones superficiales, y multitudes se unen a la iglesia sin haberse unido jamás con Cristo." (El Conflicto de los Siglos, pág. 522)
Sin embargo, más allá de la aplicación de esta sencilla regla de Isaías 8:20 y que es reconocida y aplicada por Jesús en Mateo 5:17-19, validada además por el magisterio apostólico (Santiago 2:10-12), el Apocalipsis nos entrega claves para identificar al cristianismo verdadero en nuestro tiempo. ¿Cuáles son estas claves?
LAS CLAVES DEL APOCALIPSIS
En la introducción del libro del Apocalipsis, es decir, el capítulo 1, se dan algunas claves que nos permitirán tener una mayor claridad respecto a cuál es la forma de cristianismo que hoy está entregando el Evangelio Eterno a los que moran en la Tierra, a toda nación, tribu, pueblo y lengua.
1.- Los verdaderos cristianos estudian el Apocalipsis (Apocalipsis 1:3).
El último libro de la Biblia es una revelación dada en beneficio de los cristianos de todos los tiempos y sin embargo, es una revelación especial dada en beneficio de los cristianos del último tiempo, los creyentes que han de vivir en el tiempo del fin.
A pesar que el libro del Apocalipsis es dado en beneficio de los cristianos del último, aquellos que profesan ser los cristianos del último tiempo no estudian ni leen el libro de las revelaciones. ¿Por qué pasa esto? Sencillamente, porque el libro del Apocalipsis está escrito en símbolos y que para interpretarlos requiere de un decidido esfuerzo por querer comprenderlos y esto entraña mucho estudio de la Biblia, de la historia y de las lengua en que originalmente el libro fue escrito, a saber griego.
A pesar que el Apocalipsis es el único libro de la Biblia que cuenta con una bendición especial para aquellos que lo estudian, leen y entiedan, es paradójicamente el libro menos estudiado, menos leído y menos comprendido de toda la Biblia. Es el libro del que las iglesias del mundo tienen menos que decir y explicar: ¿por qué cree Ud. que pasa esto?
“Esta revelación fue dada para la orientación y el aliento de la iglesia durante toda la dispensación cristiana. No obstante, ciertos maestros religiosos han declarado que es un libro sellado y que sus secretos no se pueden explicar. Como resultado de ello, muchos han puesto a un lado las profecías, y no han querido dedicar tiempo al estudio de sus misterios. Pero Dios no desea que su pueblo considere así ese libro. Es ‘la revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 481)
¿Conoce Ud. alguna iglesia que se destaque por el estudio del libro del Apocalipsis? ¿Estudian las iglesias el libro del Apocalipsis como algo especial para este tiempo? ¿Se fundamentan las iglesias en las verdades entregadas en el libro del Apocalipsis? La verdad es que no.
Sólo existe un contingente religioso en el mundo que alega ser el pueblo del Apocalipsis. Estudian especialmente las profecías contenidas en el libro escrito por el apóstol Juan y procuran vivir en la luz de las verdades proclamadas en el libro.
2.- El advenimiento de Cristo es la enseñanza tónica del mensaje evangélico (Apocalipsis 1:7).
“Una de las verdades más solemnes y más gloriosas que revela la Biblia, es la de la segunda venida de Cristo para completar la gran obra de la redención.” (El Conflicto de los Siglos, pág. 344)
El mensaje fundamental de los verdaderos cristianos en el último tiempo es ¡Cristo Viene! Preparate.
¿Cómo puede Ud. prepararse para la segunda venida de Cristo? El propio Jesús lo dijo. Lea Marcos 1:14-15.
¿Qué denominación religiosa se identifica plenamente con el mensaje del advenimiento de Cristo? Ciertamente, no son los católicos ni las diversas congregaciones protestantes que existen actualmente, tampoco se puede decir esto de los mormones o de los simpatizantes de la Watch Tower, estos últimos que insisten incluso en que Jesús ya vino en 1914. Sólo existe una congregación que ha hecho de la doctrina del advento la nota fundamental de su mensaje y que además basa sus pretensiones de ser la manifestación del verdadero cristianismo fundamentados en las profecías del libro de Apocalipsis.
3.- El sábado, como piedra de toque en el último tiempo (Apocalipsis 1:10)
El día en que Juan recibió la revelación del Apocalipsis fue un sábado. La expresión griega τῇ κυριακῇ ἡμέρᾳ corresponde al día santificado y bendecido por Dios en la Creación, promulgado solemnemente en el Sinaí, llamado día del Señor por los profetas y guardado y honrado por Jesús durante su ministerio terrenal. (Génesis 2:2-3; Exodo 20:8-11; Isaías 58:13, Lucas 4:16)
Aunque algunos estudiosos han sugerido que el día en que Juan recibió la revelación es el domingo, lo cierto es que no existe evidencia bíblica que nos permita avalar tal conclusión. Aún cuando ya a principios del Siglo II comenzó a llamarse al domingo como “día del Señor”, adjudicándosele el nombre griego κυριακῇ que significa “del Señor”, sin el sustantivo día, lo cierto es que no existe evidencia bíblica alguna que indique que los discípulos de Jesús hayan transferido la santidad y solemnidad del sábado atribuyéndola al domingo. Sin considerar por supuesto, que la iglesia no tiene atribución alguna que la faculte para modificar la ley de Dios en ninguno de sus puntos.
Por otra parte, una rápida consideración de la historia permite ver que la observancia dominical, una observancia propia del romanismo, se asienta en la iglesia sólo a partir del Siglo III. Al unificarse el cristianismo con el paganismo, se dio lugar a un precepto que no tiene en modo alguno su origen en Dios y que muy por el contrario se contrapone abierta y manifiestamente a su ley contraviniendo el sábado bíblico del cuarto mandamiento.
Una autora señala lo siguiente:
“El día del Señor mencionado por Juan era el sábado, el día en el cual Jehová descansó de su gran obra de creación, el que él bendijo y santificó porque había descansado en él. El sábado fue tan sagradamente observado por Juan en la isla de Patmos como cuando estaba entre el pueblo, predicando en ese día. Junto a las rocas desiertas que lo rodeaban, Juan se acordaba de la roca de Horeb, y como, cuando Dios pronunció su ley a oídos del pueblo que allí estaba, dijo: ‘Acuerdate del día de reposo para santificarlo.” (La Educación, pág. 72)
“Era sábado cuando la gloria del Señor se manifestó al desterrado apóstol. Juan guardaba el sábado tan reverentemente en Patmos como cuando predicaba a la gente de las aldeas y ciudades de Judea.” (Hechos de los Apóstoles, pág. 472)
“Juan recordó que uno de estos diez preceptos lo invitaba a ‘acordarse del Sábado para santificarlo.’ Y el día del Señor, el día en el cual Jehová había descansado después de la gran obra de la creación, y el cual El bendijo y santificó, era guardado sagradamente por él en la Isla de Patmos tanto como lo había hecho cuando estaba entre las iglesias, adorando con ellos ese día santo.” (The Signs of the Times, 5 de febrero de 1885)
3.- El ministerio sacerdotal de Jesucristo (Apocalipsis 1:10-20)
El ministerio sacerdotal de Jesucristo en favor de los hombres es parte del mensaje que los verdaderos cristianos entregan al mundo.
“El santuario en el cielo es el centro mismo de la obra de Cristo a favor de los hombres. Concierne a toda alma que vive en la tierra. Nos revela el plan de la redención, nos conduce hasta el fin mismo del tiempo y anuncia el triunfo final de la lucha entre la justicia y el pecado.” (CS 543)
4.- La manifestación del Espíritu de Profecía (Apocalipsis 1:2 y 9)
La expresión griega μαρτυρίαν Ἰησοῦ Χριστοῦ es entendida por algunos como el testimonio que los cristianos dan acerca de Jesús reconociéndolo como el Cristo. Sin embargo, la interpretación más correcta de esta expresión es aquella que señala que el ‘testimonio de Jesucristo’ refiere a los dones que son concedidos a la iglesia y que testifican de la relación y unidad de Cristo con ella.
La expresión es usada por el apóstol Pablo en su carta a los corintios en que señala que los cristianos poseen el ‘testimonio de Cristo’ manifestado de manera práctica en los dones que Jesús concede a la iglesia (1 Corintios 1:6-7). En efecto, los dones espirituales que se detallan en 1 Corintios 12:1-12 y que se manifestaban en el seno de la iglesia, constituían el claro y convincente testimonio de que Jesús estaba en medio de ella. Los dones espirituales constituían entonces el ‘testimonio de Jesús’ en favor de la iglesia.
Una comparación con Apocalipsis 12:17 y 19:10 favorece claramente la interpretación propuesta. En el último de los pasajes citados se define con toda claridad la expresión diciendo: ‘el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía’. El don de profecía es uno de los dones espirituales otorgados por Dios a la iglesia. (1 Corintios 1:8-10)
El libro del Apocalipsis nos revela que Satanás ha luchado persistentemente contra la iglesia que tiene el ‘testimonio de Jesucristo’. Juan declara en la introducción del Apocalipsis que su vocación y ministerio es por ‘la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo’ y como consecuencia de esto y al igual que todos los discípulos el apóstol declara haber sufrido persecución por parte del mundo.(Apocalipsis 1:2, 9) La revelación nos presenta a los mártires de Jesús como siendo perseguidos y muertos por ‘la palabra de Dios y por el testimonio que ellos tenían’. (Apocalipsis 6:9) Así también se señala que el dragón (símbolo de Satanás) hará guerra contra la iglesia remanente en el tiempo del fin porque en ella se encuentran los que ‘guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.’ (Apocalipsis 12:17)
El apóstol Juan expresa en la introducción del Apocalipsis que él se encuentra en la isla llamada Patmos ‘por la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo’ lo cual deja ver que él era perseguido y hostigado no sólo porque promovía una doctrina considerada peligrosa para la gente de su época, sino porque además su predicación iba acompañada de los dones espirituales que daban testimonio de que Jesucristo estaba con él. En definitiva, Satanás perseguía al amado discípulo porque a través de él, el mundo no sólo recibía fiel el mensaje de Jesús, sino porque los dones espirituales revelados en la vida de Juan, eran una notable evidencia o testimonio de que Jesucristo seguía muy de cerca el ministerio del santo apóstol.
Que la expresión el “testimonio de Jesucristo” no refiere a la obra de testificación evangélica sino a los dones espirituales que Cristo ha concedido a la iglesia se deduce de Apocalipsis 1:2 en que el propio Juan declara que ha dado testimonio del “testimonio de Jesucristo”.
Igualmente, el siguiente párrafo que recoge las palabras de Raymond F. Cottrell, aclara más al respecto:
“En Apocalipsis 19:10 se define el testimonio de Jesús como el espíritu de profecía. Dijo el ángel; "Yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús." En Apocalipsis 22:9, repite más o menos lo mismo como sigue: "Soy consiervo tuyo," y "de tus hermanos los profetas." Comparando un pasaje con otro notamos la fuerza de la expresión: "El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. " Pero el testimonio de Jesús incluye todos los dones de aquel Espíritu. Dice Pablo:"Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonió acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo." (1 Cor. 1:4-7.) El testimonio de Cristo fue confirmado en la iglesia de Corinto; y ¿cuál fue el resultado? En cuanto a los dones nadie le llevaba la delantera, ¿No estamos, pues, justificados al concluir que cuando el remanente o residuo esté del todo confirmado en el testimonio de Jesús, nadie le llevará la delantera en cuanto a los dones, mientras aguarda la venida de nuestro Señor Jesucristo?” (PE 144)
CONCLUSIÓN
Puede Ud. asignarle importancia o no a los detalles referidos en la introducción del Apocalipsis, pero los cristianos no creen en las coincidencias, más bien creen que Dios determina todas las cosas y que nada está hecho al azar.
¿Cree Ud. que es casualidad que el libro del Apocalipsis es el único libro que cuenta con una bendición divina para quien lo lee, estudie y procura comprenderlo y sin embargo, es el libro más ignorado por los cristianos de nuestro tiempo?
¿Cree Ud. que es casualidad que el libro de Apocalipsis nos habla especialmente de la segunda venida de Cristo, un evento en el cual muchos de los cristianos ya ni siquiera creen y mucho menos esperan?
¿Cree Ud. que es casualidad que Dios entregó a Juan la revelación del Apocalipsis en un día sábado, un día que Dios declara santo y que sin embargo es pisoteado por la mayoría de los cristianos de nuestro tiempo para guardar el domingo?
¿Cree Ud. que es casualidad que el Apocalipsis destaca que el pueblo de Dios del último tiempo tendría el testimonio de Jesucristo, que el propio Apocalipsis interpreta como el espíritu de profecía y sin embargo, la mayoría de los cristianos están a ciegas respecto de lo que ocurrirá en el futuro?
¿Cree Ud. que es casualidad que el libro del Apocalipsis resalta el ministerio sacerdotal de Cristo y sin embargo, la mayoría de los cristianos saben muy poco sobre este aspecto importante de la obra mediadora de Cristo?
Se hace urgente la necesidad de estudiar la Biblia con honestidad, con oración y con el deseo sincero de conocer la verdad y no sólo de sostener las doctrinas favoritas de una particular congregación. Dios no busca fanáticos religiosos, sino personas honestas y sinceras. Dios no busca generar fabricantes de discípulos, sino sólo que la humanidad llegue a estar formada por buenas personas que vivan en paz y en armonía por la eternidad.