MUNDO Y RELIGION - M&R
   
  MUNDO Y RELIGIÓN - M & R
  El Poder de la Fe
 
 

 
El cristiano se diferencia de las gentes del mundo porque en su experiencia se evidencia una vida de fe (2 Corintios 5:7). Ante esto, cabe preguntar ¿qué es la fe?

En Hebreos 11:6 se encuentra la siguiente declaración: "Empero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es menester que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan."

Frente a esto nos encontramos en la siguiente paradoja: por una parte Dios desea que nos acerquemos a él con fe, creyendo en su existencia, no obstante, la propia Biblia declara que "a Dios nadie le vio jamás" (Juan 1:18).

¿Cómo podemos llegar a creer en la existencia de Dios si no le vemos? La respuesta es muy simple: por medio de las cosas que son hechas. Ya vimos en un estudio anterior, que es imposible concebir este mundo en que vivimos sin que en su creación haya participado un magnífico Hacedor (Romanos 1:20).

Razonando sobre las maravillas de la creación, nuestra inteligencia nos lleva naturalmente a aceptar la existencia de Dios, no con base a una mera "credulidad", sino porque la propia razón nos va guiando a ello. No podemos, inteligentemente hablando, concebir nuestro mundo o nuestro universo sin pensar necesariamente en la existencia de Dios. El no creer en Dios o no aceptar su evidente existencia podría ser considerado entonces una falta de inteligencia y una renuncia voluntaria a la razón (Lea Salmo 14:1).

La fe se basa en la razón, que siendo correctamente utilizada nos lleva a adquirir certeza y convicción respecto a la existencia de Dios. Es claro que Dios desea que le conozcamos y siendo así, es lógico pensar que él nos haya creado con capacidad para conocerlo. Pero, ¿cómo podríamos conocer a Dios? A través de nuestra inteligencia que nos lleva a razonar y a concluir fehacientemente en la existencia de un Creador. ¿Sería lógico pensar que Dios anhele que le conozcamos y que creamos en su existencia si en la práctica él no nos ha dado la capacidad para conocerlo? Es más, ¿existe evidencia que demuestre la existencia de Dios? Por supuesto que sí, lea Salmo 19:1 y Job 12:7-9.

Dios está en lo justo cuando requiere que el que a él se allegue primero es menester que crea en su existencia, toda vez que existe evidencia que nos ilustra de ella. De no ser así, la profesa fe, no llega a ser aceptable delante de su presencia.

Sin embargo, nuestra fe para con Dios no termina con reconocer su existencia y apreciar las glorias de su creación. Se extiende aún más allá, e incorpora el privilegio de entrar en una relación personal con el Dios Creador, trayendo a nuestras vidas una satisfacción y gozo que ninguna otra experiencia humana puede alcanzar.

CONFIANZA Y OBEDIENCIA 

La Palabra de Dios dice: "Por la fe ofreció Abraham a Isaac cuando fue probado…pensando que aun de los muertos es Dios poderoso para levantar." (Romanos 3:20,28)


La fe implica confiar en Dios. Tal confianza radica en un profundo conocimiento del carácter de Dios y nos lleva a pensar que él cumple sus promesas y que obra por principios que son imperecederos e inmutables. Dios nos llama a confiar en él de manera absoluta. 

La fe verdadera nos impulsa a seguir a Dios por cualquier camino por el que él nos conduzca. La fe no pregunta si habrá dificultades, pruebas o tal vez la muerte. Va donde sea necesario y consiente en hacer todo sacrificio por Dios. Porque la fe sabe que en Dios está la vida y el gozo eterno.

Hay en la Biblia realidades que están más allá de nuestros sentidos y que sin embargo las aceptamos confiados en el testimonio de las Sagradas Escrituras. 

En este sentido cobran fuerza los siguientes planteamientos:
 

"Las obras muestran si la fe es genuina o no."
(Lecciones Prácticas del Gran Maestro, página 289)

"Esa así llamada fe en Cristo, que según se declara exime a los hombres de la obediencia a Dios, no es fe sino presunción."
(
El Camino a Cristo, página 61)

EL ORIGEN DE LA FE 

Nuestra fe va creciendo a medida que conocemos a Dios. Es mediante el estudio de la Biblia que aprendemos a conocer a Dios. Si leemos la Biblia con una mente dispuesta, en nuestro corazón surgirá naturalmente la fe. No obstante, la fe, tal y como la enseña la Biblia, es un don de Dios. (Romanos 10:17; Efesios 2:8) Consecuentemente, podemos pedir a Dios que aumente nuestra fe. (Lucas 17:5)

Cierto autor, J.C. Brunini, al escribir acerca de la fe, dijo: "La fe sobrenatural es un don gratuito de Dios. Es un don que el hombre no puede obtener por fuerza ni por astucia. No tiene derecho a él, pero puede rogar a Dios que se lo conceda."

Notemos la definición que da el Catecismo de la Doctrina Cristiana, página 4, con relación a la fe: "La fe es un don sobrenatural que proviene de Dios y que nos permite creer, sin dudar jamás, todo lo que Dios reveló." 

UNA VIDA DE FE

La fe transforma nuestra vida. Una vida marcada por la desobediencia, por medio de la fe se convierte en una vida de obediencia. La obediencia no es sino la fe en acción. Quien afirma tener fe y sin embargo, no evidencia obediencia como fruto de ella, se engaña a sí mismo. Y cualquiera que acepte el perdón de sus pecados y, sin embargo continúa pecando como antes, es víctima sólo de una ilusión.

Es claro sin embargo, que la obediencia muchas veces requiere sacrificios y entraña a menudo una cruz, sin embargo, el apóstol Juan declaró: "Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo: y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe." (1 Juan 5:4)

Los cristianos están llamados a perseverar en su vida de fe, luchando por vivir y mantener sus principios (1 Timoteo 6:12)


JESÚS, NUESTRA FUENTE DE INSPIRACIÓN

Lea Hebreos 12:2. El Señor Jesús es nuestro ejemplo de fe. Ella le permitió abandonar el cielo y cargar con las debilidades del hombre. Jesús contaba únicamente con el poder de Dios para vencer toda tentación. No buscaba el camino fácil. Sólo quería hacer la voluntad de su Padre. Su fe lo condujo al Calvario, donde murió sabiendo que resucitaría y entraría en su reino de gloria. 

"Contemplando a Jesús, no solamente como nuestro ejemplo, sino como el Autor y Consumador de nuestra fe, avancemos, confiando en que El suplirá con su fortaleza todo lo que se necesita para cumplir cada deber." 
 (Alza tus Ojos, página 70)

EL FUNDAMENTO DE LA FE

Extraño como parezca, el concepto popular de lo que es "fe" es muy diferente de lo que enseña la Biblia. Un muy conocido diccionario se desvía bastante del punto al definir la fe como "creencia firme en algo para lo cual no hay prueba." ¿Qué se puede decir de esta definición popular del concepto de fe?

La definición de fe que da este diccionario y que coincide con el pensamiento popular, deja ver que generalmente se asocia la fe con la credulidad, es decir con la aceptación de un hecho de manera ingenua o inocente sin contar con la evidencia o medios probatorios suficientes que puedan dar testimonio de él. De ahí que, también generalmente se asocia la fe con la ignorancia. En hecho, muchas personas piensan que depender de la fe no es una actitud científica y por ello, quizás, la mayoría de los científicos modernos declaran no ser "personas de fe." 

Sin duda, la mejor definición de lo que es la fe la encontramos en la propia Biblia. Ahí encontramos el siguiente enunciado. "Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven." (Hebreos 11:1) Una versión más moderna de la Biblia señala que la fe es "certeza" y "convicción"

De este sencillo texto se desprende que la fe, según explica la Biblia, tiene que ver con hechos, cosas cuya realidad es segura y está demostrada. La fe, según la presenta este texto inspirado, no consiste en la mera "credulidad" sino más bien en la "sustancia" o fundamento de aquello en que se cree, lo cual conduce a la convicción de aquello que no se ve. Es entonces la fe aquella fuerza que sustenta la certeza del cristiano en las cosas que han de venir y la convicción de las cosas que no se pueden ver.

Para lograr comprender qué es la fe en sí misma, debemos esforzarnos en establecer una diferencia clara y precisa entre lo que es "fe" y la "credulidad". La fe es el resultado de una serie de hechos y circunstancias que nos llevan a tener "certeza" con relación a algo o alguien. La fe se fundamenta en el estudio y la investigación, no es algo antojadizo o espontáneo. La fe se fundamenta en la razón. 

 
 
  Hoy habia 60 visitantes (74 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis