MUNDO Y RELIGION - M&R
   
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  El Sábado
 





La Biblia enseña que Dios estableció el sábado en el principio. Después de haber creado todas las cosas y de haber formado al hombre, Dios descansó en el séptimo día. Habiendo finalizado su obra creadora, Dios bendijo el día del reposo y lo declaró santo. (Vea Génesis 2:1-3

"El sábado fue santificado en ocasión de la creación. Tal cual fue ordenado para el hombre, tuvo su origen cuando 'las estrellas todas del alba alaban, y se regocijaban todos los hijos de Dios'. La paz reinaba sobre el mundo entero, porque la tierra estaba en armonía con el cielo. 'Vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera', y reposó en el gozo de su obra terminada. 

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or haber reposado en sábado, 'bendijo Dios al día séptimo y santificólo.' es decir, que lo puso aparte para un uso santo. Lo dió a Adán como día de descanso. Era un monumento recordativo de la obra de la creación, y así una señal del poder de Dios y de su amor." (E.G. de White, El Deseado de Todas las Gentes, pág. 248) 

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Dios miró con satisfacción la obra de sus manos. Todo era perfecto, digno de su divino Autor; y él descansó, no como quien estuviera fatigado, sino satisfecho con los frutos de su sabiduría y bondad y con las manifestaciones de su gloria. 

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espués de descansar el séptimo día, Dios lo santificó; es decir, lo escogió y apartó como día de descanso para el hombre. Siguiendo el ejemplo del Creador, el hombre había de reposar durante ese sagrado día, para que mientras contemplara los cielos y la tierra, pudiese reflexionar sobre la grandiosa obra de la creación de Dios; y para que, mientras mirara las evidencias de la sabiduría y bondad de Dios, su corazón se llenase de amor y reverencia hacia su Creador. 

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l bendecir el séptimo día en el Edén, Dios estableció un recordativo de su obra creadora. El sábado fué confiado y entregado a Adán, padre y representante de toda la familia humana. Su observancia había de ser un acto de agradecido reconocimiento de parte de todos los que habitasen la tierra, de que Dios era su Creador y su legítimo soberano, de que ellos eran la obra de sus manos y los súbditos de su autoridad. De esa manera la institución del sábado era enteramente conmemorativa, y fue dada para toda la humanidad. No había nada en ella que fuese obscuro o que limitase su observancia a un solo pueblo." (E. G. de White, Patriarcas y Profetas, págs. 28-29) 

LA LEY DE DIOS Y EL SÁBADO 


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a observancia del sábado está consignada en el cuarto mandamiento de la ley de Dios. Sin  embargo, cabe preguntar ¿qué establece básicamente el cuarto mandamiento y por qué debemos observarlo? (Lea Exodo 20:8-11



El cuarto mandamiento ordena básicamente descansar en el día séptimo. Cesar del trabajo con que nos ganamos la vida. Seis días se debe y puede trabajar (desde el domingo al viernes), mas el día séptimo, el sábado, debe ser dedicado al reposo, no sólo físico sino también espiritual. El día sábado debe ser un día especialmente consagrado a Dios y dedicado a las buenas obras. Es claro que el día sábado, siendo un día de reposo, no está destinado a ser un día de ociosidad inútil sino que está señalado como un día consignado a las buenas obras. Jesús fue muy claro en esto al decir: "lícito es en los sábados hacer bien" (Mateo 12:12). 

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o anterior, no significa que el cristiano realice buenas obras sólo en sábado, sino que por estar este día libre del tráfago semanal con su carga de afanes y trabajo, está llamado a ser un día especial para las buenas obras. 

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or otra parte, como dice una autora: "El sábado fue instituido para conmemorar la obra de la Creación, y dirigir las mentes de los hombres al Dios vivo y verdadero." (E. G. de White, La Historia de la Redención, página 402)

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n efecto, el sábado nos llama a contemplar reflexivamente las obras creadas y así busca acercarnos a Dios. El sábado evoca la creación y nos invita a descansar de nuestras obras así como Dios descansó de las suyas (Hebreos 4:4, 9-10).

JESÚS Y EL SÁBADO 

¿Cuál fue el ejemplo de Jesús respecto a la observancia del sábado? Aunque no faltará quien diga que Jesús no guardaba el sábado, es claro que Jesús como todo judío apegado a las leyes de la nación, si guardaba los Diez Mandamientos, incluido el sábado. 



En efecto, el Evangelio según Lucas nos informa acerca de Jesús diciendo: "Y vino a Nazareth, donde había sido criado, y entró, conforme a su costumbre, el día del sábado en la sinagoga, y se levantó a leer" (Lucas 4:16). 

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s claro que Jesús observaba el sábado tan fielmente que, aunque muchos espías procuraban encontrar alguna falta en él respecto a este mandamiento, nunca pudieron acusarlo de nada.(Marcos 3:2; Lucas 6:7

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esús mismo declaró que él había venido al mundo no para debilitar o menoscabar los Diez Mandamientos sino para cumplirlos fielmente. (Vea Mateo 5:17-19

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os que sostienen que Cristo abolió la ley, enseñan que violó el sábado y justificó a sus discípulos en lo mismo. Así están asumiendo la misma actitud que los cavilosos judíos. En esto contradicen el testimonio de Cristo mismo, quien declaró: ‘Yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor.’ Ni el Salvador ni sus discípulos violaron la ley del sábado. Cristo fue el representante vivo de la ley. En su vida no se halló ninguna violación de sus santos preceptos. Frente a una nación de testigos que buscaban ocasión de condenarle, pudo decir sin que se le contradijera: ‘¿Quién de vosotros me convence de pecado?’" (E.G. de White, El Deseado de Todas las Gentes, pág. 254). 

¿Cuál debería ser nuestra actitud como cristianos respecto al ejemplo de Jesús? Es fácilmente deducible que como cristianos estamos llamados a seguir el ejemplo de Jesús, incluso en la observancia del sábado. Así nos estaremos asegurando de seguir fielmente sus pisadas. (1 Pedro 2:21; 1 Juan 2:6)

¿PARA QUIÉN FUE SEÑALADO EL SÁBADO? 

No son pocos los que enseñan que la observancia del sábado era sólo requerida al pueblo judío y que personas no judías de ningún modo fueron llamadas a observarlo. Este argumento, no guarda ninguna relación con la fecha de establecimiento del sábado, ya que éste fue establecido en el Génesis mucho antes de que existiera cualquier judío o cualquier diferencia de nacionalidades. Las escrituras de los antiguos profetas dejan ver que la observancia del sábado no se restringía a una nación en particular sino que personas de distintas nacionalidades fueron llamadas a observarlo. (Vea Isaías 56:2-7

"El sábado fué confiado y entregado a Adán, padre y representante de toda la familia humana. Su observancia había de ser un acto de agradecido reconocimiento de parte de todos los que habitasen la tierra, de que Dios era su Creador y su legítimo soberano, de que ellos eran la obra de sus manos y los súbditos de su autoridad. De esa manera la institución del sábado era enteramente conmemorativa, y fue dada para toda la humanidad. No había nada en ella que fuese obscuro o que limitase su observancia a un solo pueblo."
 (E. G. de White. Patriarcas y Profetas, págs. 28-29)

"El sábado no era para Israel solamente, sino para el mundo entero. Había sido dado a conocer al hombre en el Edén, y como los demás preceptos del Decálogo, es de obligación imperecedera."  (E. G. de White, El Deseado de Todas las Gentes, págs. 249-250)

El sábado no fue establecido para ninguna nación o pueblo en especial sino para la humanidad sin distinción de ningún tipo. A mas de todo esto, es claro que el debido descanso no puede ni debe ser privilegio de un pueblo en particular sino que es inherente a todo ser humano que trabaja. Siendo así, el sábado no guarda ninguna relación con una religión o congregación en particular sino con la invariable naturaleza humana, siendo claro que el descanso humano que sigue al trabajo, no es prerrogativa de los judíos o de alguna clase particular de cristianos, sino el derecho natural de todos los hombres que trabajan. (Vea Marcos 2:27

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'El sábado por causa del hombre es hecho, no el hombre por causa del sábado,' dijo Jesús. Las instituciones que Dios estableció son para beneficio de la humanidad." (E. G. de WhiteEl Deseado de Todas las Gentes, pág. 254)

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El sábado fue creado para que toda la humanidad recibiese beneficio." (E. G. de White, Joyas de los Testimonios, tomo 1, página 276)



La Biblia es bien clara en señalar que los preceptos de la ley están consignados para ser obedecidos por todo el mundo y no sólo por una casta especial de personas.(Romanos 3:19

C
uando, despojándonos de todo prejuicio, logramos visualizar el sábado como una necesidad humana y no como un deber inherente sólo a cierto grupo religioso, estaremos preparados para aceptarlo alegremente bajo el marco en que Dios lo concibió en el principio, como algo bueno para todos los hombres.  

LA IGLESIA Y EL SÁBADO 

¿Cuál fue el ejemplo de los primeros cristianos en cuanto al sábado? Aunque frecuentemente se niega que los discípulos de Jesús guardaban el sábado, lo cierto es que la evidencia bíblica es concluyente al respecto. Los discípulos de Jesús si guardaban el sábado, aún después de la muerte de Cristo. Lucas 23:54-56 es muy claro en este sentido. 

El libro de los Hechos de los Apóstoles también nos entrega valiosa información al respecto. En efecto, Hechos 15:21, deja ver claramente que más de 10 años después de la muerte de Cristo, los discípulos de Jesús aún reconocían al séptimo día como "sábado" o día de reposo. 

A
unque hay quienes argumentan que los cristianos no acostumbraban reunirse o celebrar culto en sábado, es claro que Hechos 16:13-15 prueba lo contrario, a saber, que los cristianos guardaban el sábado y que se reunían en este día para adorar, orar y estudiar la Palabra de Dios. 

H
echos 18:1-4, 11 prueba fehacientemente que el apóstol Pablo guardaba el sábado. El texto establece que el apóstol trabajaba todos los días fabricando tiendas para subsistir, no obstante, señala que los días sábados él no trabajaba sino que se le encontraba invariablemente en la sinagoga enseñando la Palabra de Dios. Lo anterior, no era una actitud circunstancial de Pablo, sino que el texto es claro en señalar que el apóstol hacía esto "todos los sábados" y que esto ocurrió no sólo por un circunstancial espacio de tiempo sino por espacio de "un año y seis meses".  

E
l propio apóstol Pablo dio testimonio de sí mismo diciendo: "Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada." (Hechos 25:8) 

Es
 evidente que Pablo no pudiese haber declarado que en nada había pecado contra la ley de los judíos, los Diez Mandamientos, si en la práctica él no guardaba el sábado. Los judíos celosos de la ley, inmediatamente lo hubiesen acusado de transgresor del sábado para contradecirlo. No obstante, el santo apóstol mantuvo su afirmación sin ser contradicho. Este testimonio, del propio apóstol cristiano, deja ver que él sí guardaba el sábado y que la observancia del día de reposo era para él parte de su experiencia religiosa. 

H
echos 22:12 también da testimonio de que los discípulos guardaban el sábado. En este caso Ananías, un varón piadoso de la Iglesia, es señalado como un hombre "conforme a la ley" y que "tenía buen testimonio de todos los judíos" que moraban en Damasco. Es incoherente pensar que Ananías fuese llamado "conforme a la ley" y que tuviese "buen testimonio de todos los judíos" si él en la práctica no observara el sábado. Es evidente que el texto trasluce la observancia sabática de Ananías y declara de él que era un buen hombre. 

Aún más, el apóstol Santiago, escribiendo su epístola universal a la Iglesia, establece que la observancia del sábado, así como de todos los mandamientos de Dios, es requerida a los cristianos. (Santiago 2:10-12

                                EL SELLO DE DIOS 

La observancia del sábado ha sido desde siempre la señal distintiva entre Dios y su pueblo, constituyéndose en la señal de lealtad al verdadero Dios, al Dios de la Biblia, Creador del cielo y de la tierra. (Lea Exodo 31:12-18;Ezequiel 20:12 y 20

"El sábado es el broche de oro que une a Dios y su pueblo."
(E. G. de White, Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 18)

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Todos los que guardan el séptimo día demuestran al hacerlo que son adoradores de Jehová. Así el sábado será la señal de lealtad del hombre hacia Dios mientras haya en la tierra quien le sirva."  (E. G. de White, Patriarcas y Profetas, pág. 315)

EL SÁBADO EN EL REINO DE DIOS 

La Biblia enseña claramente que el sábado será observado en el Reino de Dios. Los escritos de los profetas dejan ver que Dios hará nuevas todas las cosas y que el viejo mundo dejará de ser para dar paso a un mundo renovado donde reine eterna la felicidad. En este nuevo mundo, el Reino de Dios, el sábado será observado por los cristianos tan fielmente como lo hicieran durante toda su vida de fe estando aún en esta tierra. (Isaías 65:17; 2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1-5; Isaías 66:22-23) 

"Cuando se produzca ‘la restauración de todas las cosas, de la cual habló Dios por boca de sus santos profetas, que ha habido desde la antigüedad,’ el sábado de la creación, el día en que Cristo descansó en la tumba de José, será todavía un día de reposo y regocijo. El cielo y la tierra se unirán en alabanza mientras que ‘de sábado en sábado,’ las naciones de los salvos adorarán con gozo a Dios y al Cordero."
(E. G. de White, El Deseado de Todas las Gentes, pág. 714) 


 
 
 
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