¿Podemos comunicarnos con Dios? Frente a esta interrogante muchas personas quizás se muestren reticentes a contestar afirmativamente, sin embargo, no son pocas las personas que en secreto, privadamente, conversan con Dios sus problemas, o sienten deseos de comunicar a Dios lo que les pasa. ¿Por qué estas personas hacen esto?
Es claro que si Dios es una persona, él debe querer y poder comunicarse con sus hijos. Por otra parte, es claro también que si nosotros somos criaturas de Dios, debe haber alguna forma en que podamos hacerle saber lo que nos pasa, lo que sentimos o cuanto sufrimos. La Biblia enseña que todo eso es la oración. (Lea 1 Samuel 1:9-10, 12-15)
Una prestigiada autora señala lo siguiente: "Orar es el acto de abrir el corazón a Dios como a un amigo." (El Camino a Cristo, página 66)
APRENDIENDO A ORAR
Lea Lucas 11:1. La oración juega un papel muy importante en la vida del cristiano y es en hecho importante aprender a orar."Cuando Jesús estuvo en la tierra, enseñó a sus discípulos a orar. Les enseñó a presentar a Dios sus necesidades diarias y a confiarle todos sus afanes. Y la seguridad que les dio de que sus oraciones serían oídas, no es dada también a nosotros." (El Camino a Cristo, pág. 68)
La oración debe ser dirigida al Padre, en el nombre del Señor Jesucristo y bajo la inspiradora dirección del Espíritu Santo (Efesios 3:14, Juan 14:13-14; 15:16; 16:23). No es correcto orar a los ángeles, a los hombres, o a quien nosotros consideremos como una persona cercana a Dios.
Jesús dio a los discípulos algunos consejos prácticos a ser considerados en la oración, a fin de que evitemos algunas conductas que no son agradables a Dios (Mateo 6:5-8).
Es aconsejable orar de rodillas según muestra Lucas 22:41 y Salmo 95:6, no obstante Dios nos escucha indistintamente de cuál sea nuestra posición al momento de orar. La oración de rodillas es recomendable cuando iniciamos el día y pedimos a Dios que nos bendiga y nos guarde. También cuando al término del día le agradecemos y rogamos que perdone nuestras faltas. Es recomendable orar de rodillas en el culto de la Iglesia y cuando nos reunimos para orar, ya sea en el lugar de reunión o en algún grupo de oración.
Jesús enseñó a la Iglesia una oración modelo, el Padrenuestro. Está oración forma parte de la más rica tradición cristiana y que siendo recogida por los discípulos, ha sido atesorada por la Iglesia y transmitida fielmente de generación en generación a cristianos de todas las épocas (Mateo 6:9-13).
¿QUÉ COSAS PEDIR EN ORACIÓN?
Muchas personas que acostumbran realizar oración, expresan sentir que Dios no siempre contesta las oraciones. Oran a Dios, y aunque Jesús dijo: "todo lo que orando pidieréis, creed que lo recibiréis, y os vendrá." (Marcos 11:24) sienten que no reciben las cosas que piden. ¿Por qué sucede esto?
El apóstol Pablo en una ocasión dijo que muchas veces no sabemos pedir a Dios como conviene y entonces el Espíritu Santo nos ayuda a pedir "conforme a la voluntad de Dios" (Romanos 8:26-27). ¿Cómo se puede pedir conforme a la voluntad de Dios?
Piense en esto. Muchas personas oran por salud, por un mejor trabajo, por el buen término de un determinado proyecto personal, por un mejor sueldo, etc. Sin embargo, muchas veces se sienten chasqueados porque no mejoran en salud, no encuentran un mejor trabajo o no reciben mejor sueldo, etc. Piensan entonces que Dios no contesta la oración.
Una autora dijo lo siguiente: "¿Por qué han de ser los hijos e hijas de Dios tan remisos para orar, cuando la oración es la llave en la mano de la fe para abrir el almacén del cielo, en donde están atesorados los recursos infinitos de la Omnipotencia?" (El Camino a Cristo, pág. 69).
"La oración es la llave en la mano de la fe para abrir el almacén del cielo" ¿Qué hay en el almacén del cielo? ¿salud? ¿Mejores trabajos o sueldos? No, por supuesto que no. En el almacén del cielo encontramos paciencia, humildad, bondad, misericordia, prudencia, fortaleza, templanza, fe, esperanza, caridad, mansedumbre, benignidad, generosidad, gratitud, justicia, santidad, y una infinidad de virtudes, "los recursos infinitos de la Omnipotencia", que hacen del cristiano una persona distinta a las demás.
No hay mejores trabajos o sueldos en el almacén del cielo, pero sí hay paciencia, esperanza y prudencia para esperar con fe que éste llegue. No hay mejor salud en el almacén del cielo, pero si templanza y fe para sobrellevar los malos tiempos y con esperanza ver el tiempo en que recobremos la salud y si no la recuperamos, entonces fortaleza para sobrellevar los malos días.
En el almacén del cielo, hay infinidad de virtudes que puede solicitar a Dios y que harán de Ud. un mejor cristiano y una mejor persona en todos los ámbitos de la vida. Podemos pedir estas virtudes sin medida, ya que en el almacén del cielo se encuentran "los recursos infinitos de la Ominipotencia" y están siempre a nuestra disposición, haciendo totalmente ciertas las palabras de Jesús quien dijo: "Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá. Porque cualquiera que pide, recibe, y el que busca, halla, y al que llama, se abrirá" (Mateo 7:6-7).
CONDICIONES QUE DIOS REQUIERE
PARA ESCUCHAR LA ORACIÓN
La Biblia enseña que Dios no escucha todas las oraciones que a diario se elevan al cielo. Hay en efecto ciertas condiciones bajo las cuales podemos esperar que Dios escuche nuestras plegarias."Hay ciertas condiciones según las cuales podemos esperar que Dios oiga y conteste nuestras oraciones. Una de las primeras es que sintamos necesidad de su ayuda." (El Camino a Cristo, página 67-68)
Dios también requiere que nuestras oraciones vayan acompañadas de la firme convicción de su existencia: "Empero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es menester que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." (Hebreos 1:6)
Al momento de orar debemos hacerlo con fe y debe además animarnos un espíritu misericordioso y perdonador, a fin de que él también nos perdone (Marcos 11:24-26). "Cuando imploramos misericordia y bendición de Dios, debiéramos tener un espíritu de amor y perdón en nuestro propio corazón. ¿Cómo podemos orar: ‘Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores’, y abrigar, sin embargo, un espíritu que no perdona? Si esperamos que nuestras oraciones sean oídas, debemos perdonar a otros como nosotros esperamos ser perdonados" (El Camino a Cristo, página 69-70)
La inspiración señala que Dios escucha a personas que viven conforme a la justicia, sin embargo él aparta el oído de aquellos que manifiestan un carácter malvado y perverso (1 Pedro 3:12; Proverbios 15:29).
"Si toleramos la iniquidad en nuestro corazón, si estamos apegados a algún pecado conocido, el Señor no nos oirá; más la oración del alma arrepentida y contrita será siempre aceptada." (El Camino a Cristo, página 68)
La Biblia es clara en enseñar que Dios no escucha a quienes no viven de acuerdo a su ley, los Diez Mandamientos (Proverbios 28:9).
Dios escucha nuestras oraciones cuando éstas están de acuerdo a su voluntad y en que no sólo pedimos para satisfacer nuestros anhelos egoístas e intereses personales (1 Juan 5:14).
VELAD Y ORAD
Lea Mateo 26:41. "Las sombras del mal circundan a los que son negligentes para orar. Las tentaciones del enemigo los seducen a pecar, porque no utilizan los privilegios que Dios les ha dado de la bendita oración. ¿Por qué han de ser los hijos e hijas de Dios tan remisos para orar, cuando la oración es la llave en la mano de la fe para abrir el almacén del cielo, donde están atesorados los recursos infinitos de la Omnipotencia? Sin oración incesante y vigilancia diligente, corremos el riesgo de volvernos indiferentes y de desviarnos del sendero recto. Nuestro adversario procura constantemente obstruir el camino a la sede de la misericordia, para que no obtengamos, mediante fervientes súplicas y fe, gracia y poder para resistir la tentación." (El Camino a Cristo, página 67)
"Debiéramos orar también en el círculo de nuestra familia; y sobre todo no descuidar la oración privada, porque ésta es la vida del alma. Es imposible que el alma florezca cuando se descuida la oración. La sola oración pública o con la familia no es suficiente.""Ora en tu habitación; y al realizar tu trabajo cotidiano, levanta a menudo tu corazón a Dios." (El Camino a Cristo, página 71)
JESÚS, NUESTRO MODELO EN LA ORACIÓN
Lea Lucas 41:26. "Jesús mismo cuando habitó entre los hombres, oraba frecuentemente. Nuestro Salvador se identificó con nuestras necesidades y flaquezas convirtiéndose en un suplicante que imploraba d su Padre nueva provisión de fuerza, para avanzar fortalecido para el deber y la prueba. El es nuestro ejemplo en todas las cosas. Es un hermano en nuestras debilidades, ‘tentado en todo así como nosotros’, pero como un ser inmaculado, rehuyó el mal; su alma sufrió las luchas y torturas de un mundo de pecado. Como humano, la oración fue para El una necesidad y un privilegio. Encontraba consuelo y gozo en estar en comunión con su Padre. Y si el Salvador de los hombres, el Hijo de Dios, sentía la necesidad de orar, ¡cuánto más nosotros, débiles mortales, manchados por el pecado, debemos sentir la necesidad de orar con fervor y constancia." (El Camino a Cristo, página 66-67)