Muchas veces personas sinceras han reflexionado que si tuvieran oportunidad de iniciar nuevamente su vida, se asegurarían ciertamente de no cometer muchos errores que actualmente lamentan.
Desgraciadamente, con desconsuelo concluyen que no se puede desandar la historia y que finalmente la vida es un cúmulo de errores al que finalmente llamamos destino.
Sin embargo, ¿qué sucedería su tuviéramos oportunidad de comenzar de nuevo? Hay quienes sienten gozo de imaginar siquiera esa posibilidad y sus ojos se llenan de brillo pensando en las cosas que harían o que dejarían de hacer. Pero, ¿qué implicaría comenzar de nuevo?
Evidentemente, comenzar de nuevo implicaría primeramente replantearse frente a la vida. Muchas formas de pensar y de obrar tendrían que ser modificadas si no deseamos cometer los mismos errores de antaño. ¡Cuán beneficioso sería volver a empezar!
Es claro que a medida que se va desarrollando nuestra vida, vamos adquiriendo malos hábitos, propósitos, ideales y conceptos, en resumen, vamos perdiendo progresivamente la inocencia y como resultado de la experiencia se van perdiendo o trastocando los valores. Todo esto nos conduce a un punto, en que entrampados por nuestros propios errores y equívocos llegamos a quedar a merced de las circunstancias hasta el mismo día de nuestra muerte (Proverbios 5:22-23).
Todas estas cosas están llamadas a cambiar. El Señor Jesús enseñó que si deseamos ser cristianos y entrar en la vida eterna, debe verificarse en nuestra vida un "volver a empezar", este suceso fue simbolizado por él como "nacer de nuevo" (Juan 3:1-3).
Cuántas veces quizás hemos deseado nacer de nuevo, con la ilusión de reparar los errores cometidos en nuestra vida. En más de alguna oportunidad seguramente hemos apreciado la excelente oportunidad que nos significaría poder comenzar de nuevo y darle un sentido diferente a nuestra vida, otro rumbo. Eso es exactamente lo que Dios nos ofrece, nacer de nuevo, una excelente oportunidad para volver a empezar. Pero, ¿cómo puedo esto hacerse?
NACER DE NUEVO ¿CÓMO?
Lea Juan 3:4. ¡Nacer de nuevo! ¿Cómo puede hacerse algo así?
Evidentemente cuando Jesús habla de un "nuevo nacimiento", él no está hablando en sentido literal. Las palabras de Jesús tienen un sentido espiritual y refieren a la oportunidad que Dios nos da de "de empezar de nuevo".
Jesús nos habla de un cambio de corazón, un cambio de actitud. Por medio de este cambio de corazón llegamos a ser hijos de Dios, en la Biblia se lo llama "nacimiento"."Miles han tropezado en este error para su ruina, no entendiendo la expresión: ‘Os es necesario nacer otra vez.’ Cuando Jesús habla de un nuevo corazón, se refiere a la mente, a la vida, a todo el ser. Tener un cambio de corazón quiere decir apartar los afectos de este mundo y aferrarse a Cristo. Tener un nuevo corazón es tener nueva mente, nuevos propósitos, nuevos motivos." (Youngs Instructors, 26 de septiembre de 1901).
¿POR QUÉ ES NECESARIO NACER DE NUEVO?
Lea Juan 3:5-6. El hombre carnal, apegado a los rudimentos del mundo, no está en posición ni capacidad de conocer y practicar la voluntad de Dios, por tanto es necesario un nuevo planteamiento de todas las cosas, un nuevo comenzar, experimentar un nuevo nacimiento.
Cuando nacemos de nuestros padres terrenales, heredamos de ellos una naturaleza carnal. Esta naturaleza, como consecuencia del pecado de nuestros primeros padres, Adán y Eva, se encuentra marchitada por el pecado, de modo que no está en capacidad de obrar conforme al intento de nuestro espíritu. Es así, que continuamente verificamos que aún queriendo imprimir un cambio a nuestras vidas, la mayoría de las veces fracasamos al no poder conciliar lo que nos dicta nuestro espíritu con lo que nos lleva a hacer nuestra naturaleza carnal. (Lea Romanos 8:5-6; Gálatas 5:16-17)
Cuando el hombre nace de mujer, llega a heredar naturalmente el germen del pecado original, es decir nace con una naturaleza pecaminosa. No es posible entonces que una persona nazca libre de la influencia o estigma del pecado que nos heredó el primer hombre Adán y su mujer Eva.
Así como al nacer de la carne heredamos los rasgos de carácter de nuestros padres, al nacer del Espíritu, llegamos a heredar los rasgos de carácter de Dios y esta nueva semilla implantada en nuestro corazón nos anima a resistir la tentación y abstenernos de pecar. (1 Juan 3:9)
"La expresión ‘nacido de agua’ evidentemente se aplica al bautismo, mientras que ‘nacido del Espíritu’ significa ese cambio completo del carácter y la personalidad que produce el Espíritu Santo en el corazón del creyente. En la vida del que nació de nuevo, los dos bautismos son experiencias vitales. El bautismo de agua es visible y exterior, pero simboliza la transformación interior del carácter. Por eso la orden del Señor a sus discípulos es predicar y bautizar." (Tesoros de Vida, La Voz de la Esperanza, lección 17)
LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN EL CORAZÓN
Lea Juan 3:7-8. Dios nos ofrece la oportunidad de vivir un nuevo nacimiento, no un nacimiento carnal por medio de introducirnos nuevamente en el vientre de nuestra madre sino un nacimiento espiritual por medio de aceptar a Cristo en nuestro corazón.
"En la Biblia se llama nacimiento al cambio de corazón por el cual somos hechos hijos de Dios." (El Camino a Cristo, página 47)
"Tal vez alguno no podrá decir el tiempo o lugar exacto, ni rastrear toda la cadena de circunstancias del proceso de su conversión; pero esto no prueba que no se haya convertido. Cristo dijo a Nicodemo: ‘El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de donde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu’. Así como el viento es invisible y, sin embargo, se ven y se sienten claramente sus efectos, así obra el Espíritu de Dios en el corazón humano. El poder regenerador que ningún ojo humano puede ver, engendra una vida nueva en el alma; crea un nuevo ser conforme a la imagen de Dios. Aunque la obra del Espíritu es silenciosa e imperceptible, sus efectos son manifiestos. Cuando el corazón ha sido renovado por el Espíritu de Dios, el hecho se manifiesta en la vida. Al paso que no podemos hacer nada para cambiar nuestro corazón, ni para podernos en armonía con Dios; al paso que no debemos confiar en nosotros mismos ni en nuestras buenas obras, nuestras vidas han de revelar si la gracia de Dios mora en nosotros. Se notará un cambio en el carácter, en las costumbres y ocupaciones. La diferencia será muy clara e inequívoca, no por las obras buenas o malas que de vez en cuando se ejecutan, sino por la tendencia de las palabras y de los actos en la vida diaria." (El Camino a Cristo, página 39)
La Biblia enseña que aquellos que han aceptado a Cristo en el corazón son llamados a vivir una nueva vida. (2 Corintios 5:17-21; Efesios 4:17-32; Colosenses 3:1-10)
"Los que son hechos nuevas criaturas en Cristo Jesús manifiestan los frutos del Espíritu: ‘Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza’. Ya no se conforman por mas tiempo con las concupiscencias anteriores, sino que por la fe del Hijo de Dios siguen sus pisadas, reflejan su carácter y se purifican a sí mismos así como él es puro. Aman ahora las cosas que en un tiempo aborrecían y aborrecen las cosas que en otro tiempo amaban. El que era orgulloso y dominante, ahora es manso y humilde de corazón. El que antes era vano y altanero, ahora es serio y discreto. El que antes era borracho, ahora es sobrio, y el que era libertino, puro. Han dejado las costumbres y modas vanas del mundo. Los cristianos no buscan el adorno ‘externo… sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible’" (El Camino a Cristo, página 40)
Lea 1 Juan 3:9 y 5:18. "No hay evidencia de arrepentimiento verdadero cuando no se produce una reforma en la vida." (El Camino a Cristo, página 40) "¿Cuál es la señal de un nuevo corazón?: Una nueva vida. Hay una muerte diaria y de cada hora al egoísmo y al orgullo." (Youngs Instructor, 26 de septiembre de 1901)
¿CÓMO SE PUEDE EXPERIMENTAR UN NUEVO NACIMIENTO?
Lea Juan 3:9. Para experimentar el nuevo nacimiento de que habla la Biblia primero se debe desearlo. Sólo aquellos que no se sienten felices con su actual modo de vivir llegarán a desear nacer de nuevo. ¿Desea Ud. nacer de nuevo? ¿Quisiera plantearse la posibilidad de corregir los errores cometidos en su vida? ¿Quisiera vivir una nueva vida?
El Señor Jesús enseñó que el nuevo nacimiento o la vida nueva de que habla la Biblia, no consiste en un remiendo de la antigua, sino que es un llamado a edificar sobre nuevas ideas, principios, conceptos y valores. El nuevo nacimiento es una nueva manera de ver la vida. Es una nueva forma de encarar los problemas. Una nueva manera de visualizar todas las cosas. (Lea Mateo 9:16-17)
El nuevo nacimiento comienza con la aceptación de Cristo en el corazón(Apocalipsis 3:20) Cuando la persona acepta a Cristo en su corazón, inmediatamente comienza una progresiva muerte del yo, aquel "viejo hombre" que se encuentra viciado con la práctica del error. Habiendo aceptado a Cristo, la persona inicia una paulatina pero segura muerte a las cosas de este mundo, a su norma y práctica, se abre a una nueva y diferente perspectiva de la vida y de todas las cosas. (Romanos 6:3-6; Gálatas 2:20)
"Sólo el poder de Cristo puede obrar, en el corazón y en la mente, la transformación que deben experimentar todos los que quieran participar con él de la nueva vida, en el reino de los cielos." (Estudios de los Testimonios, tomo 9, página 125)
