MUNDO Y RELIGION - M&R
   
  MUNDO Y RELIGIÓN - M & R
  ¿Por qué hay religiones? ¿Por qué todavía funcionan? ¿Se lo ha preguntado?
 


Vea el artículo en LUN 21.01.2016

http://www.lun.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=2016-01-21&NewsID=336037&BodyID=0&PaginaId=3

"¿Por qué hay religiones? ¿Por qué todavía funcionan? ¿Se lo ha preguntado?"  Estas son sólo algunas de las muchas preguntas que realizó el filosófo británico Anthony Grayling en su presentación en el Congreso del Futuro (el mayor encuentro de ciencia, tecnología, humanidades y sociedad que se lleva a cabo en Chile, en Latinoamérica y el más importante polo de divulgación Científico-Humanista del hemisferio sur) y que al decir del periodista que cubrió el evento "se desenvolvió como una máquina de conceptos que citaba a pensadores griegos e ingleses para despotricar contra las creencias religiosas." 

Grayling, es ateo y humanista, profesor y fundador de la Universidad independiente de Londres New College of the Humanities y ha publicado más de treinta libros en los que intenta responder ¿cómo debemos vivir? y se define a sí mismo como un pensador secularista y que aboga por la separación de la iglesia y el Estado.

Grayling tiene razón en muchas de las cosas que plantea y que al decir de la verdad, se desprenden de un simple análisis de la historia, de nuestra propia historia humana y que nos hablan de los innumerables desaciertos de la relación Iglesia y Estado.

Por ejemplo: "Históricamente, la religión ha perjudicado al avance y progreso de las investigaciones científicas. Se ha opuesto progresivamente a la evolución del pensamiento."
  

Sí, es verdad. La religión católica por ejemplo ha sido responsable de una perniciosa influencia en el mundo y que a partir del Siglo VI, en que el papado se consolidó en Europa, manipuló a su antojo a los reinados principales (Inglaterra, Alemania, Francia, España) y controló a través de ellos la ciencia, el conocimiento y el pensamiento del mundo de la Edad Media. No por nada y bajo la férrea influencia del catolicismo de aquella época es conocida como "Oscurantismo".

No olvidemos que la misma Iglesia Católica fue la gran impulsora de las famosas "Cruzadas" y que al decir de un simple medio informativo como es wikipedia y que está al alcancé de todas las personas, se informa: "Las Cruzadas fueron una serie de campañas militares impulsadas por el papa y llevadas a cabo por gran parte de la Europa latina cristiana, principalmente por la Francia de los Capetos y el Sacro Imperio Romano. Las cruzadas, con el objetivo específico inicial de restablecer el control cristiano sobre Tierra Santa, se libraron durante un período de casi doscientos años, entre 1095 y 1291. Más tarde, otras campañas en España y Europa Oriental, de las que algunas no vieron su final hasta el siglo XV, recibieron la misma calificación. Las cruzadas fueron sostenidas principalmente contra los musulmanes, aunque también contra los eslavos paganos, judíos, cristianos ortodoxos griegos y rusos, mongoles, cátaros, husitas, valdense, prusianos y contra enemigos políticos de los papas. Los cruzados tomaban votos y se les concedía indulgencia por los pecados del pasado."


 
 
Las cruzadas fueron campañas militares llevadas a cabo por los países bajo la influencia católica romana

Otro de los grandes desaciertos del catolicismo romano de la Edad Media fue el establecimiento de la Inquisición. "El término Inquisición o Santa Inquisición hace referencia a varias instituciones dedicadas a la supresión de la herejía mayoritariamente en el seno de la Iglesia católica. La herejía en la era medieval europea muchas veces se castigaba con la pena de muerte y de esta se derivan todas las demás. La Inquisición medieval se fundó en 1184 en la zona de Languedoc (en el sur de Francia) para combatir la herejía de los cátaros o albigenses. En 1249 se implantó también en el reino de Aragón, siendo la primera Inquisición estatal; y en la Edad Moderna, con la unión de Aragón con Castilla, se extendió a ésta con el nombre de Inquisición española (1478-1821) bajo control directo de la monarquía hispánica, cuyo ámbito de acción se extendió después a los territorios colonizados en lo que se denominaría América, la Inquisición portuguesa (1536-1821) y la Inquisición romana (1542-1965). Aunque en los países de mayoría protestante también hubo persecuciones, en este caso contra católicos, contra reformadores radicales como los anabaptistas y contra supuestos practicantes de brujería, los tribunales se constituían en el marco del poder real o local, generalmente adecuado para cada caso concreto y no constituyeron una institución específica." (Fuente Wikipedia) 



La inquisición fue un verdadero desacierto del catolicismo romano en que se persiguió a quienes pensaban distinto al pensamiento religioso imperante en la época.
 
Es verdad igualmente, que la Iglesia Católica se opuso tenazmente al avance y desarrollo del pensamiento científico y del desarrollo tecnológico durante prácticamente toda la Edad Media. No podemos desconocer que cuando el papado asumió su liderazgo espiritual en Europa, los hombres luchaban con arco, flecha y espada y se transportaban en caballos. Luego, casi trece siglos más tarde, cuando el papado fue derrocado en Francia, como resultado de la Revolución Francesa y en que en 1798 se confinó al papa para terminar con su influencia en la Europa Medieval, los hombres luchaban con arco, flecha y espada y se transportaban a caballo, como fiel muestra de que no había habido un gran desarrollo en la humanidad en muchos aspectos de la ciencia, el conocimiento y el desarrollo de tecnología. 

Cuando el mundo dejó de estar bajo la influencia de la Iglesia, pasó de andar a caballo hasta finales del Siglo XIX a viajar en transbordadores espaciales y viajar a la luna, en menos de 80 años a partir de la Revolución Industrial. Pasamos de hablar a través de cartas manuscritas a comunicarnos hoy en día por telefonía celular, correo electrónico, facebook o whatsapp. 

Es cierto entonces y no podemos negar, que la relación Iglesia y Estado ha traído muy malas consecuencias. Sin embargo, estos desgraciados episodios de nuestra historia humana no pueden ni deben llevarnos a pensar, y ahí es donde se puede estar en absoluto desacuerdo con el Sr. Grayling, en que la religión es mala o intrínsecamente negativa para el ser humano.

No podemos concluir y es ingenuo hacerlo, que los errores que han cometido católicos y protestantes (y esto porque las palabras de Grayling veladamente aluden principalmente a estos dos conglomerados religiosos) a lo largo de la historia, invalida de alguna manera los principios que trató de transmitir Jesús de Nazareth a través de su propia vida y enseñanza. Es claro que los profesos cristianos no viven a la altura de las enseñanzas de Jesús, pero eso ciertamente no invalida las enseñanzas de Jesús.

El cristianismo tal y cual lo enseñó Jesús: "Amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente, y amarás a tú prójimo como a tí mismo" (Mateo 22:36-40), no es un mensaje que pudiéramos de manera cuerda, referir como un mensaje malo o pernicioso para la sociedad.  Por el contrario, son miles las voces de personas que dicen que el mundo actual, que es un mundo altamente científico y tecnologizado, es una verdadera selva donde en realidad sobrevive el más apto, un mundo animalizado por la falta de sentimientos, de empatía con el semejante, de indiferencia respecto de lo que es bueno o malo, de corrupción hasta en las más altas esferas de la sociedad como son los gobiernos, la política, el comercio, los estamentos de salud, etc.

La Biblia y el mesaje de Jesús, que fundamental en el cristianismo, transmiten la idea de que todos los seres humanos somos hermanos e hijos de un mismo Dios y Creador. Bajo esta premisa la Biblia llama al amor, el respeto y la consideración fraterna entre los hombres. El amor de unos por otros. Este mismo mensaje fue transmitido por Jesús y luego por sus discípulos. El mismo mensaje es transmitido hoy en día por todos los que práctican el cristianismo verdadero. Este mensaje no es nocivo en sí, ni puede serlo. Es nocivo que quienes lo sostienen, no vivan a la altura de este mensaje. 

La Biblia y el mensaje de Jesús transmiten la enseñanza de cuidar la salud y de abadonar hábitos perjudiciales para la salud humana, que en el fondo encontramos en muchos de los mensajes que hoy y fuera de todo ámbito religioso, transmite igualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¿Entonces dónde está lo negativo de la religión?

No podemos concluir que el cristianismo, como religión es nocivo o pernicioso para la sociedad, refiriéndonos a los errores, excesos y desaciertos de quienes dicen profesarlo, pero que en la práctica no viven a la altura de lo que dbe ser un verdadero cristiano. 

Si fuera válido, desechar las ideas o pensamientos altruistas, sólo porque quienes lo profesan dan un mal ejemplo o porque no viven a la altura de su profesión de ideas, entonces tendríamos que desechar todas las prácticas humanas, incluída la ciencia y la filosofía. Está equivocado Grayling cuando levanta su voz contra la religión, cuando en realidad debe hacerlo contra los que malamente practican la religión.

Para nadie es desconocido que hoy en día la política está tristemente desprestigiada. Son tantos y tan numerosos los informes de corrupción entre la gente que hace política que ya la gente común y corriente no sabe qué hacer al respecto. Hoy en día y al margen de las ideas, la gente no sabe si votar por derechistas o izquierdistas, porque ambos conglomerados hacen gala de la más profunda e intrincada corrupción en sus bases y en quienes los dirigen. ¿Debemos desechar la política porque los políticos son corruptos y hacen mucho mal a la sociedad? Sería tonto concluir que sí y no es probable que se viera al Sr. Grayling despotricando contra la política, como lo hace contra la religión. 

¿Qué podemos decir del comercio, otra actividad humana?  Hoy en día, estamos viviendo tiempos complejos porque se habla de colusión en todos los ámbitos del comercio. Colusión en el ámbito del comercio farmacéutico, colusión en el ámbito del comercio avícola, colusión en el ámbito del comercio de insumos de higiene, colusión en comercio mayorista, etc. ¿Debemos dejar de practicar el comercio porque la actividad comercial está absolutamente corrompida en nuestra sociedad? Nadie en su sano juicio abogaría que sí, hacerlo sería volver a los tiempos del trueque o intercambio de especies. 

Entonces, ¿si no resulta inteligente abogar por el fin de actividades como la política, el comercio u otras, sólo porque hay mucha gente que hace mucho mal a la sociedad con la mala práctica de estas actividades, por qué se aboga por el fin de la religión sólo porque hay mucha gente que práctica la religión que hace mucho mal a la sociedad? No hay un mensaje congruente en eso.

El Sr. Grayling es filósofo y no podemos desconocer que el pensamiento filosófico no está exento de haber ejercido mala influencia en el propio pensamiento científico por cientos de años, evitando el desarrollo del conocimiento y el progreso tecnológico. ¿Debiera el Sr. Grayling abandonar su interés en la filosofía por cuanto la filosofía, o más bien quienes practicaban la filosofía de antaño, fueron responsables de perjuicio en el avance de la ciencia o el desarrollo científico de su época?

¿Entonces por qué desechar la religión porque hay muchas personas que hacen mucho mal a la sociedad a través de la religión? 

¿PUDIERA SER BUENO DESECHAR EL CRISTIANISMO?

¿De qué sirve a la humanidad creer en Dios?  El libro de los salmos grafíca de manera muy certera las consecuencias de no creer en Dios, diciendo: "Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Corrompierónse, hicieron obras abominables; No hay quien haga bien. Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.(Salmo 14:1-3)

En el Salmo 14 después de la declaración que establece: "Dijo el necio en su corazón: no hay Dios", la siguiente palabra y que denota la consecuencia de lo primero es: "corrompierónse". La Biblia declara que la consecuencia de no aceptar a Dios en la vida, la consecuencia de negar a Dios en la vida, es una sola, la corrupción moral. La epístola del apóstol Pablo a los Romanos deja ver igualmente, que la consecuencia de no creer en Dios es la corrupción moral (Romanos 1:18-32).

Personas que actúan en distintas esferas de la sociedad, concuerdan en que una sociedad sin Dios, es decir una sociedad sin religión, sería una sociedad sumida en la barbarie, el caos y la perdida de control.

Marcos Libedinsky Tschorne, abogado y juez chileno que fue Ministro de la Corte Suprema de Chile y su Presidente entre 2004 y 2006 en un artículo titulado "Los diez mandamientos" que escribió para el Diario El Mercurio en la década de 1990, decía que una sociedad sin el freno moral que establece Dios en el corazón humano, sería una selva despiadada donde sólo imperaría el engaño, el fraude, la violencia y la supremacía del más fuerte. Una sociedad sin Dios no respetaría la vida de las personas, ni la propiedad privada, tampoco respetaría el valor sagrado del matrimonio y se institucionalizaría el adulterio y la inmoralidad en todas sus formas. 

¿Pudiera la humanidad llegar a estar mejor sin Dios y la religión? De ser así, ¿surgirían otros problemas como consecuencia de una sociedad sin las restricciones morales que impone Dios en el corazón? Veamos.

Voltaire, filósofo ateo del siglo XVIII, denunció la corrupción religiosa de su día y a pesar de ser ateo, sostenía que la creencia en un Ser Supremo era fundamental para nuestro sentido moral. Otro filósofo, el alemán Friedrich Nietzsche acuñó la famosa frase “Dios está muerto”, pero también alertaba contra el vacío moral y los daños que podría ocasionar el ateísmo. Es claro que el ateísmo no ha logrado librar al hombre de los defectos de la naturaleza humana, como la corrupción y la intolerancia. Estos hechos innegables han llevado a muchas personas, incluso a algunos ateos, que se puede llegar a reconocer cierto valor moral de creer en Dios.

Un ejemplo de lo que puede llegar a ser una sociedad sin Dios podemos ver manera muy precisa en la historia de Francia. "Durante la Revolución, en 1793, "el mundo oyó por primera vez a toda una asamblea de hombres nacidos y educados en la civilización, que se habían arrogado el derecho de gobernar a una de las más admirables naciones europeas, levantar unánime voz para negar la verdad más solemne para las almas y renunciar de común acuerdo a la fe y a la adoración que se deben tributar a la Deidad." —Sir Walter Scott, Life of Napoleon Bonaparte, tomo 1, cap. 17. "Francia ha sido la única nación del mundo acerca de la cual consta en forma auténtica que fue una nación erguida en rebelión contra el Autor del universo. Muchos blasfemos, muchos infieles hay y seguirá habiéndolos en Inglaterra, Alemania, España y en otras partes; pero Francia es la única nación en la historia del mundo, que por decreto de su asamblea legislativa, declaró que no hay Dios, cosa que regocijó a todos los habitantes de la capital, y entre una gran mayoría de otros pueblos, cantaron y bailaron hombres y mujeres al aceptar el manifiesto." — Blackwood's Magazine, noviembre, 1870." (Elena G. de White, CS p. 313-314) 

"Durante la Revolución [en Francia] manifestóse una condición moral tan degradada y corrompida que puede compararse con la que acarreó la destrucción de las ciudades de la llanura [Sodoma y Gomorra]. Y el historiador presenta juntos el ateísmo y la prostitución de Francia, tal como nos los da la profecía: "Íntimamente relacionada con estas leyes que afectan la religión, se encontraba aquella que reducía la unión matrimonial —el contrato más sagrado que puedan hacer seres humanos, y cuya permanencia y estabilidad contribuye eficacísimamente a la consolidación de la sociedad— a un mero convenio civil de carácter transitorio, que dos personas cualesquiera podían celebrar o deshacer a su antojo.... Si los demonios se hubieran propuesto inventar la manera más eficaz de destruir todo lo que existe de venerable, de bueno o de permanente en la vida doméstica, con la seguridad a la vez de que el daño que intentaban hacer se perpetuaría de generación en generación, no habrían podido echar mano de un plan más adecuado que el de la degradación del matrimonio.... Sofía Arnoult, notable actriz que se distinguía por la agudeza de sus dichos, definió el casamiento republicano como 'el sacramento del adulterio.'" —Scott, tomo 1, cap. 17." (Elena G. de White, CS 314) 

"El poder ateo que gobernó a Francia durante la Revolución y el reinado del terror, hizo a Dios y a la Biblia una guerra como nunca la presenciara el mundo. El culto de la Deidad fue abolido por la asamblea nacional. Se recogían Biblias para quemarlas en las calles haciendo cuanta burla de ellas se podía. La ley de Dios fue pisoteada; las instituciones de la Biblia abolidas; el día del descanso semanal fue abandonado y en su lugar se consagraba un día de cada diez a la orgía y a la blasfemia. El bautismo y la comunión quedaron prohibidos. Y en los sitios más a la vista en los cementerios se fijaron avisos en que se declaraba que la muerte era un sueño eterno. El temor de Dios, decían, dista tanto de ser el principio de la sabiduría que más bien puede considerársele como principio de la locura. Quedó prohibida toda clase de culto religioso a excepción del tributado a la libertad y a la patria. El "obispo constitucional de París fue empujado a desempeñar el papel más importante en la farsa más desvergonzada que jamás fuera llevada a cabo ante una representación nacional.... Lo sacaron en pública procesión para que manifestase a la convención que la religión que él había enseñado por tantos años, era en todos respectos una tramoya del clero, sin fundamento alguno en la historia ni en la verdad sagrada. Negó solemnemente y en los términos más explícitos la existencia de la Deidad a cuyo culto se había consagrado él y ofreció que en lo sucesivo se dedicaría a rendir homenaje a la libertad, la igualdad, la virtud y la moral. Colocó luego sobre una mesa sus ornamentos episcopales y recibió un abrazo fraternal del presidente de la convención. Varios sacerdotes apóstatas imitaron el ejemplo del prelado." — Scott, tomo 1, cap. 17. " (Elena G. de White, CS 316-317)

"Dijo el necio en su corazón: No hay Dios." (Salmo 14: 1.) Y el Señor declara respecto de los que pervierten la verdad que "se hará manifiesta a todos su necedad." (2 Timoteo 3: 9, V.M.) Después que hubo renunciado al culto del Dios vivo, "el Alto y el Excelso que habita la eternidad," cayó Francia al poco tiempo en una idolatría degradante rindiendo culto a la diosa de la razón en la persona de una mujer libertina. ¡Y esto en la cámara representativa de la nación y por medio de las más altas autoridades civiles y legislativas! Dice el historiador: "Una de las ceremonias de aquel tiempo de locura no tiene igual por lo absurdo combinado con lo impío. Las puertas de la convención se abrieron de par en par para dar entrada a los músicos de la banda que precedía a los miembros del cuerpo municipal que entraron en solemne procesión, cantando un himno a la libertad y escoltando como objeto de su futura adoración a una mujer cubierta con un velo y a la cual llamaban la diosa de la razón. Cuando llegó ésta al lugar que le estaba reservado, le fue quitado el velo con gran ceremonial, y se le dio asiento a la derecha del presidente, reconociendo todos ellos en ella a una bailarina de la ópera.... A esta mujer rindió público homenaje la convención nacional de Francia, considerándola como la representación más perfecta de la razón que ellos veneraban. "Esta momería sacrílega y ridícula estuvo de moda; y la instalación de la diosa de la razón fue imitada en algunas poblaciones del país que deseaban demostrar que se hallaban a la altura de la Revolución." —Scott, tomo 1, cap. 17. El orador que introdujo el culto de la razón, se expresó en estos términos: "¡Legisladores! El fanatismo ha cedido su puesto a la razón; sus turbios ojos no han podido resistir el brillo de la luz. Un pueblo inmenso se ha trasladado hoy a esas bóvedas góticas, en las que por vez primera han repercutido los ecos de la verdad. Allí han celebrado los franceses el único culto verdadero: el de la libertad, el de la razón. Allí hemos hecho votos por la prosperidad de las armas de la República; allí hemos abandonado inanimados ídolos para seguir a la razón, a esta imagen animada, la obra más sublime de la naturaleza." —M. A. Thiers, Historia de la Revolución Francesa, cap. 29. Al ser presentada la diosa ante la convención, la tomó el orador de la mano y dirigiéndose a toda la asamblea, dijo: "Mortales, cesad de temblar ante los truenos impotentes de un Dios que vuestros temores crearon. No reconozcáis de hoy en adelante otra divinidad que la razón. Yo os presento su imagen más noble y pura; y, si habéis de tener ídolos, ofreced sacrificios solamente a los que sean como éste.... ¡Caiga ante el augusto senado de la libertad, el velo de la razón!. . . "La diosa, después de haber sido abrazada por el presidente, tomó asiento en una magnífica carroza que condujeron por entre el inmenso gentío hasta la catedral de Notre Dame, para reemplazar a la Deidad. La elevaron sobre el altar mayor y recibió la adoración de todos los que estaban presentes."— Alison, tomo 1, cap. 10. Poco después de esto procedieron a quemar públicamente la Biblia. En cierta ocasión "la Sociedad Popular del Museo" entró en el salón municipal gritando: ¡Vive la Raison! y llevando en la punta de un palo los fragmentos de varios libros que habían sacado de las llamas, quemados en parte; entre otros, breviarios, misales, y el Antiguo y Nuevo Testamentos que "expiaron en un gran fuego —dijo el presidente— todas las locuras en que por causa de ellos había incurrido la raza humana." —Journal de París, 14 de nov. de 1793 (No. 318, pág. 1279)." (Elena G. de White, CS 319-320)  

¿HAY ALGO POSITIVO EN LA RELIGIÓN?

Keith Ward, filósofo y teólogo británico, destaca la influencia positiva de creer en Dios: “La fe añade una constante exigencia moral, una responsabilidad de cuidar del mundo que Dios ha creado”. Numerosos estudios recientes han indicado que existe un mayor nivel de altruismo entre las personas religiosas. El altruismo, a su vez, tiende a producir satisfacción. Estos resultados reafirman el valor del principio que expresó Jesús: “Más bienaventurada cosa es dar que recibir” (Hechos 20:35).

"El primer hecho que nos impone la historia de las religiones como una verdadera evidencia es la presencia en todas las religiones de una preocupación por la moralidad de sus adeptos y de unas orientaciones para su desarrollo. Todas las religiones han segregado una moral. «No existe religión alguna, afirma M. Müller, o, al menos yo·no conozco ninguna que no diga: "haz el bien; evita el mal". (Juan Martín Velasco, Religión y Moral, Universidad Pontificia de Salamanca).

"En la religión responde el hombre a la pregunta: «¿qué sentido tiene mi vida?», «¿qué me cabe esperar? » y gracias a ella incluye en un horizonte global de sentido y de valor el discurrir completo de la vida y la totalidad de su ser personal." (Idem ant.)

"En el campo de las relaciones entre los hombres, las religiones coinciden en regularlas sobre el fundamento de la llamada «regla de oro» en su formulación negativa: «No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti», o positiva: «Trata a los demás como quieres que te traten a tí»,? A partir de esta regla surgen los preceptos, comunes a muchas tradiciones, de no ejercer violencia, no matar, no robar, no mentir. Son muchas las religiones que expresan estos preceptos positivamente, prescribiendo o recomendando la compasión, la ayuda mutua y el amor entre los hombres." (Idem ant.)

¿POR QUÉ EXISTEN LAS RELIGIONES?

¿Por qué hay religiones? Sencillamente, porque la religión, así como la ciencia y la filosofía son caminos en la búsqueda de la verdad. 

La búsqueda de la verdad es y ha sido objeto de debate entre teólogos y filósofos principalmente a lo largo de siglos, considerándose un tema concerniente al propio ser humano.En la actualidad, la búsqueda de la verdad, es también un tema de investigación científica así como de fundamentación filosófica.
 
La investigación científica, introduce un nuevo concepto en la búsqueda de la verdad, nuevas perspectivas acerca del conocimiento basado en la evidencia como creencia epistemológicamente verdadera con justificación válida. La verdad interesa a la ciencia en su búsqueda del conocimiento válido.

La verdad Interesa a la lingüística ya que el lenguaje busca la expresión de la propia verdad. La verdad interesa a la historia, por cuanto el aprecio hacia la verdad y la condena de la mentira o del error varía en intensidad según las épocas y las culturas, pues tanto el concepto de verdad como su valoración no siempre es el mismo a lo largo de la historia y según las diferentes culturas.

La verdad interesa a los seres humanos por cuanto los hombres prefieren la verdad a la falsedad al error o la mentira y prefieren la certeza a la duda. La verdad entonces, es un concepto que está profundamente arraigado en el corazón de todo ser humano ya sea como ente personal, social y cultural. 

Entonces la pregunta del Sr. Grayling: ¿Por qué existen las religiones? Se puede contestar sin más, entendiendo que la religión, es fundamentalmente la búsqueda de la verdad.

En esto es absolutamente coherente el mensaje que nos aporta la Biblia y más específicamente los evangelios, que refieren por ejemplo la siguiente enseñanza de Jesús: "No con sólo el pan vivirá el hombre, más con toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4:4)

Efectivamente, el ser humano no se contenta con vivir, comer y reproducirse, tal cómo probablemente hacen los demás seres que habitan nuestro mundo. El ser humano, en su interior, busca la verdad sobre las cosas que le ocurren y en esto prefiere la verdad a la mentira y siempre prefiere la certeza a la duda.

 


El hombre siente que la Biblia le ofrece alimento espiritual y le ayuda en la búsqueda de la verdad, por eso millones de personas leen la Biblia.

La Biblia y el cristianismo, siempre abogan por la verdad. De hecho, el noveno de los Diez Mandamientos, aboga especialmente por la verdad, diciendo: "No hablarás contra tu prójimo falso testimonio" (Exodo 20:16).

Jesús, el inspirador y fundador del cristianismo dijo: "Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz." (Juan 18:37)

¿Por qué el hombre busca la verdad? Sencillamente, porque la verdad nos libra del error. La verdad nos libra de la falsedad. La verdad nos libra de la mentira. La verdad saca a luz el fraude. La verdad desenmascara el engaño. Con mucha razón, Jesús dijo: "Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará." (Juan 8:32)

¿Por qué entonces existe la religión? Sencillamente, porque la religión ofrece al hombre lo que él tanto busca: la verdad. ¿Por qué Jesús es una persona tan atractiva para millones de personas en el mundo hoy  en día, así como lo ha sido para millones de personas en el pasado? Porque Jesús vino a ofrecernos la verdad que el hombre tanto busca. El dijo: "os he hablado la verdad" (Juan 8:40)

Los principios básicos del cristianismo tal como están ejemplificados en la vida y enseñanza de Jesús, el amor a Dios y al prójimo son la base sobre la cual se puede construir una sociedad sana y equilibrada (Mateo 22:36-40; Lucas 10:25-28).

Jesús enseñó que el amor es lo que distinguiría por siempre a los cristianos. La noche en que Jesús compartió el pal y el vino con los discípulos les encargó tener esto muy en cuenta diciendo: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros, como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuvieréis amor los unos con los otros." (Juan 13:34-35). Una segunda vez dijo: "Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os he amado." (Juan 15:12) Y una tercera vez: "Esto os mando: Que os améis los unos a los otros" (Juan 15:17). La religión cristiana se basa en el amor y sólo un amor verdadero a Dios y a nuestros semejantes, convencerá al mundo de que es mejor aceptar la existencia de Dios y vivir todos como hermanos, hijos de un mismo Dios y en este único y singular mundo (Hechos 17:24-28).

¿POR QUÉ LAS RELIGIONES TODAVÍA FUNCIONAN?

¿Por que las religiones todavía funcionan? Porque la religión y básicamente el cristianismo, viene al encuentro de la necesidad humana. El ser humano necesita estar asentado en la verdad de las cosas que le rodean y de las cosas que le ocurren a diario. Como ya se dijo: "El ser humano, en su interior, busca la verdad sobre las cosas que le ocurren y en esto prefiere la verdad a la mentira y siempre prefiere la certeza a la duda." La Biblia asienta al hombre en la certeza y la convicción de las cosas. La fe que anima a los cristianos se basa precisamente en esos dos conceptos, "certeza y convicción" que es lo que el hombra necesita. Si bien las personas en su mayoría piensan que la fe de que habla la Biblia es más bien sinónimo de credulidad, lo cierto es que la propia definición de fe que nos entrega la Biblia es totalmente diferente: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." (Hebreos 11:1, La Biblia Reina - Valera, versión de 1960). 

Mientras el hombre busque la verdad, existirá la religión. Mientras el hombre considere que la religión le entrega la verdad, las religiones continuarán funcionando. Muchas personas sienten que al escoger la vida con un fundamento religioso están optando por la verdad, tal como el salmista dijo: "Escogí el camino de la verdad, he puesto tus juicios delante de mí" (Salmo 119:30). 

¿Por qué tanta gente busca la Biblia? La Biblia constantemente insta al ser humano a buscar la verdad: "Sacad al pueblo ciego, que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos. congréguense a una todas las gentes, y júntense todos los pueblos: ¿quién de ellos hay que nos dé nuevas de esto, y que nos haga oir las cosas primeras? Presenten sus testigos, y justifíquense, oigan y diga: Verdad." (Isaías 43:9)

El cristianismo nos conduce a la verdad, Jesús dijo: "Santifícalos en la verdad, tu palabra es verdad." (Juan 17:17). 

¿Por qué existen las religiones? ¿Por qué las religiones todavía funcionan? Porque la religión de la Biblia es una religión que motiva al hombre a vivir espiritualmente en la verdad. Jesús dijo: "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren." (Juan 4:23-24)
 
Muchas personas sienten que la Biblia les enseña la verdad. La convicción al respecto es tan fuerte, que el cristianismo ha perdurado invariablemente por casi dos mil años.

Es claro que hoy en día existen muchos, miles de malos cristianos, pero eso no puede ser un argumento para desconocer el valor del cristianismo que busca asentar al hombre espiritualmente en la verdad. Finalmente, los verdaderos cristianos (una gran minoría hoy en día), a quienes Jesús llama "los verdaderos adoradores", adorarán en espíritu y en verdad. La verdad es una base importante en la vida de estas personas, y mientras estas personas sientan que la religión los mantiene alimentados por la verdad, los hombres seguirán practicando la religión y las religiones continuarán funcionando. Ahora bien, si no podemos o no somos capaces de ver lo bueno que hay en la religión, así como hay cosas buenas y malas en toda actividad humana, en realidad ¿podemos hablar en serio de religión? He ahí la respuesta a las preguntas del Sr. Grayling.
 
 
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