MUNDO Y RELIGION - M&R
   
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  El Dios de Spinoza
 

El diálogo entre la religión y la ciencia de manera frecuente deriva en posiciones antagónicas e irreconciliables. La mayoría de los biólogos, por ejemplo, adhieren a la teoría de la evolución o darwinismo a la hora de explicar la existencia de todas las cosas y rechazan de plano la posibilidad de que exista un Creador.

 

No son pocos sin embargo, los científicos que muestran más mesura en su posición frente a la existencia de Dios y declaran que algunos fenómenos observados en el universo y en la disposición de todas las cosas, parecieran indicar que “alguien” está detrás de todas las cosas.

 

Tal es el caso de Albert Einstein, científico de origen judío nacido en Alemania quien declaró una vez que “Dios no juega a los dados”, manifestando su oposición a los postulados de la física cuántica que afirman que en el universo reina el caos y la incertidumbre.

 

Según sus biógrafos, Einstein rechazaba enérgicamente la etiqueta de ateo. En más de una ocasión, el científico manifestó creer en una divinidad que se revela en la armonía de todo lo que existe, el Dios de Spinoza. Einstein dijo: “Creo en el Dios de Spinoza, que es idéntico al orden matemático del universo”.

 

Hace muy poco, otro célebre científico llamado Michio Kaku, aseguró creer que alguien está detrás de todo y se manifiesta en el orden y perfección del universo, causando recientemente un remezón en la comunidad científica luego que afirmara haber encontrado pruebas de la existencia de una fuerza inteligente y desconocida por el hombre que gobierna la naturaleza y el universo.

 

Según Kaku, vivimos en un mundo regido por leyes y principios concebidos por una especie de gran arquitecto inteligente. El científico declaró: “He llegado a la conclusión de que estamos en un mundo hecho por reglas creadas por una inteligencia, no muy diferente de un juego de ordenador favorito, pero, por supuesto, más complejo e impensable”. (Fuente: www.guioteca.com)

 

Kaku, al igual que Albert Einstein manifiesta sentirse inclinado a creer en una divinidad como “el Dios de Spinoza”. Frente a esto cabe preguntar: ¿Qué es el Dios de Spinoza? Para dilucidar esta interrogante, primero debemos saber quién fue Spinoza.

 

Baruch Spinoza nació en Amsterdam el 24 de noviembre de 1632 y murió en La Haya el 21 de febrero de 1677. Filósofo considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del Siglo XVII junto con el francés René Descartes y el alemán Gottfried Leibnitz.

 

De acuerdo a Spinoza y según la perspectiva que se adopte, Dios y la Naturaleza, como término pueden llegan a ser equivalentes. Spinoza refiere a la naturaleza en su absoluta perfección como una manifestación de Dios y más bien como la forma que adopta el propio Dios. Spinoza habla de “la sustancia divina infinita” como una equivalencia de Dios quien entonces a su entender se comprende como la naturaleza o el universo. Según Spinoza la sustancia divina infinita es la realidad que es causa de sí misma y a la vez de todas las cosas. La naturaleza existe por sí misma y es la causa de todas las cosas, luego la naturaleza es Dios. De esta manera, según Spinoza las cosas que observamos en la naturaleza, los montes, los árboles, el mar, los pajarillos del campo, son "los modos" que adopta Dios como atributo de extensión y pensamiento.

 

“Para Spinoza, la substancia es la realidad, que es causa de sí misma y a la vez de todas las cosas; que existe por sí misma y es productora de toda la realidad; por tanto, la naturaleza es equivalente a Dios. Dios y el mundo, su producción, son entonces idénticos. Todos los objetos físicos son los «modos» de Dios contenidos en el atributo «extensión». Del mismo modo, todas las ideas son los «modos» de Dios contenidas en el atributo «pensamiento».” (Fuente: Wikipedia)

 

En definitiva, el pensamiento de Spinoza viene a definirse como una posición que se enmarca dentro de los lineamientos del “panteísmo”: “una creencia o concepción del mundo y una doctrina filosófica según la cual el universo, la naturaleza y Dios son equivalentes. La ley natural, la existencia y el universo (la suma de todo lo que fue, es y será) se representa por medio del concepto teológico de «Dios».  La palabra está compuesta del término griego πᾶν (pan), 'todo', y θεός (theos), 'Dios'; así se forma una frase que afirma: «todo es Dios y Dios está en todo».

 

El panteísmo es la creencia de que el universo (con todas sus extensiones celestes y criaturas) y Dios son lo mismo, o sea, son uno. Es decir, Dios no es un ente en particular ni una simple energía; sino que cada criatura es un aspecto o una manifestación de Dios, que es concebido como el ser divino que desempeña a la vez los innumerables papeles de humanos, animales, plantas, estrellas y fuerzas de la naturaleza.” (Fuente: Wikipedia)

 

El concepto que Spinoza y el panteísmo propone de Dios es impersonal ya que según esta posición Dios no es una persona específica y particular sino la expresión del todo. Siendo así, no existe una concepción moral asociada a Dios, no hay un bien y un mal definidos sino que nada es enteramente bueno o malo. Eso deja grandes vacíos y dudas sobre dónde cabe la moralidad y la ética humana. Según esto, lo bueno y lo malo no son valores en sí, sino que se miden por lo que conviene o no al ser, ya sea esto útil o dañino. Por ejemplo y con relación a la gran ola de corrupción que domina el mundo ya sea en el ámbito político o comercial: ¿Sería correcto enriquecerse siendo corrupto o aún a costa de perjudicar a otros?

 

De la creencia en una deidad como el Dios de Spinoza, se desprende un relativismo moral que finalmente deriva en una concepción del mundo en que el fin justifica los medios y en ese contexto pierde sentido el concepto del bien y del mal. Nada justifica ser bueno y por el contrario el ser malo adquiere una forma mucho más natural y en la práctica mucho más conveniente.

 

De hecho, hace sólo unos días el célebre actor Keanu Reeves, manifestó que la sociedad actual está llevando a la conclusión de que hoy en día ser una persona bondadosa y considerada con los demás es en realidad una desventaja manifiesta en un mundo dominado por el egoísmo y el interés propio.

 

La concepción teológica de Spinoza rechaza toda forma de religión revelada y concibe a Dios como una sustancia absolutamente infinita y que consta de infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita. En este sentido, la Biblia no tiene valor para quienes aceptan la concepción del Dios de Spinoza ya que la deidad sólo se manifiesta a través de la naturaleza y no de manera personal o a través de una revelación escrita, como las Escrituras Sagradas.
 

La Biblia sin embargo, enseña que Dios se manifiesta al hombre y se da a conocer a través de la naturaleza, siendo la naturaleza no la divinidad sino la forma en que Dios se da a conocer al hombre (Salmo 19:1, Romanos 1:20).

La naturaleza, es decir, la flor, la montaña, el mar o los pajarillos del campo no son Dios en sí, sino una manifestación de Dios que quiere darse a conocer a través de las cosas creadas.

"La naturaleza habla sin cesar a nuestros sentidos. El corazón que está preparado quedará impresionado por El amor y la gloria de Dios tal como se revelan en la obra de sus manos. El oído atento puede escuchar y entender las comunicaciones de Dios por las cosas de la naturaleza. Los verdes campos, los elevados árboles, los capullos y las flores, la nubecilla que pasa, la lluvia que cae, el arroyo que murmura, las glorias de los cielos, hablan a nuestro corazón y nos invitan a conocer a Aquel que lo hizo todo." [E. G. de White, El camino a Cristo, pág. 60] 

 

"En todas las cosas creadas se ve el sello de la Divinidad. La naturaleza da testimonio de Dios." [E. G. de White, La Educación, pág. 95] 

 

Dios también se da a conocer a través de la revelación escrita, las Sagradas Escrituras, texto escrito por hombres pero que dan a conocer el pensamiento de Dios (2 Ttimoteo 3:16-17;1 Tesalonicenses 2:13)

 

Dios también se da a conocer a través de Jesucristo quien es llamado “la imagen del Dios invisible” (Juan 14:8-11; Colosenses 1:15; Hebreos 1:1-3)

 


Jesús de Nazareth ha sido la persona que más influencia ha causado en el pensamiento y práctica de la civilización moderna. A pesar de haber sido un humilde artesano que vivió en Israel, Jesús ha sido la persona que más ha impactado a la sociedad humana motivando que nuestra historia se divida en un antes y después de su existencia. Dios estaba en Cristo, manifestándose y dándose a conocer a todos los hombres.

LOS CRISTIANOS Y EL DIOS DE SPINOZA


Los cristianos no creen en el Dios de Spinoza ya que los cristianos creen en un Dios personal, un Dios que cuida de nosotros, como un Padre cuida de sus hijos (Mateo 6:9; 6:25-34; 7:7-11).

 

Los cristianos creen que Dios es una persona divina y que gobierna el universo basado en los principios de justicia y misericordia que ha dado a conocer a través de toda la historia humana (Salmo 89:14). Dios, desde los cielos observa a los hijos de los hombres (Salmo 11:4-7)

 

La concepción del Dios de Spinoza es una forma equivocada de reconocer a Dios pero no su autoridad moral, desconociendo definitivamente nuestro deber de obediencia como seres creados a su imagen y semejanza. El Dios de Spinoza reconoce una de las manifestaciones de Dios y se equivoca divinizando las obras y no al Creador, un error que ya cometieron los seres humanos en el pasado y que siempre deriva en relativismo moral y finalmente en corrupción (Romanos 1:19-32).

 

El panteísmo de Spinoza no reconoce a un Dios personal y como tal se hace objeto de la declaración de Salmo 14:1 “Dijo el necio en su corazón: no hay Dios.”

 
 
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