MUNDO Y RELIGIÓN - M & R - La religión y la evidencia

En Chile se realiza cada año el Congreso Futuro, un evento de caracter diverso y que reune a personajes del mundo intelectual de todo el mundo para que den a conocer sus nuevos descubrimientos y avances en el conocimiento. Es normal dentro de este evento invitar a grandes celebridades, especialmente del mundo científico.

En la versión 2019 de este congreso, se invitó al célebre biólogo evolucionista y declarado ateo Richard Dawkins.

Dawkins es autor del conocido libro "El gen egoísta" publicado en 1976 que popularizó la visión evolutiva enfocada en los genes. Hizo además, una contribución original a la ciencia evolutiva con la teoría presentada en su libro "El fenotipo extendido", que afirma que los efectos fenotípicos no están limitados al cuerpo de un organismo, sino que pueden extenderse en el ambiente, incluyendo los cuerpos de otros organismos. Desde entonces, su labor divulgadora escrita le ha llevado a colaborar igualmente en otros medios de comunicación, como varios programas televisivos sobre biología evolutiva, creacionismo y religión.

Dawkins se ha destacado por su pensamiento antireligioso y en su libro "El espejismo de Dios", sostiene casi una certidumbre de que un creador sobrenatural no existe y que creer en un dios personal bien podría calificarse como un delirio, es decir como una persistente falsa creencia. Hasta la fecha, El espejismo de Dios ha vendido millones de ejemplares.

Ahora bien, durante el Congreso Futuro 2019 realizado en Santiago de Chile, aunque Dawkins evitó referirse al tema religioso, que es su gran bandera y con la cual ha alcanzado notoriedad pública más que como científico, si lo hizo sigilosamente y volvió a la carga en una ceremonia realizada posteriormente durante la entrega de una medalla, la medalla rectoral, que la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile le entregó en ocasión de su estadía en Chile.

Durante esta ceremonia, Dawkins lanzó su primer dardo diciendo: "Si la ciencia no puede explicar algo, es ilógico pensar que la religión si va a poder". Esta declaración si bien destaca más por su soberbia y falta de buen juicio, finalmente logra descollar por su miopía general y falta de visión.

La ciencia, al igual que la filosofía y la religión busca encontrar explicaciones a los fenómenos que nos rodean y con los cuales convivimos a diario, no sólo en el orden científico, sino también en el ámbito espiritual y moral. Esto, considerando que el ser humano, no sólo es un ente biológico sino que además posee indudablemente propiedades que lo hacen un ser mucho más complejo que un panda o un delfín y que le permiten por ejemplo, observar críticamente las estrellas, pintar un cuadro con la impresión que le aporta un hermoso paisaje, buscar la razón matemática de las cosas, observar las interacciones de la materia, etc.

La otra declaración de Dawkins en la ceremonia fue: "La evidencia debiera ser el único criterio real que debiéramos tener para creer en lo que creemos".

¿Significa esto que la religión no se basa en evidencia alguna? En gran parte esto, se debe al propio concepto que la gente tiene de fe que es la base de la religión y que tal como expresa un reconocido diccionario de la lengua española dice que "fe es una creencia en algo para lo cual no hay prueba".

Un rápido sondeo de encuestas deja ver que de 100 personas, un alto porcentaje y que supera con creces el 80% expresa que "cree en Dios por fe", como diciendo que se cree en Dios aunque no hay prueba o evidecia de su existencia.

Este concepto popular de "fe" está absolutamente equivocado y se aleja mucho de la fe que Dios espera de cada uno de nosotros.

Veamos un texto bíblico que explica en qué consiste la fe y que podemos encontrar en Hebreos 11:1, un capítulo de la Biblia que habla expresamente de la fe bíblica, de la fe verdadera.

"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." (Reina -Valera, 1960)

Note que en este texto, se indica que la fe verdadera se fundamenta en dos cosas importantes: certeza y convicción.

La fe, según enseña la Biblia no es "una creencia en algo para lo cual no hay prueba" sino aceptar una realidad de la que se tiene amplia "certeza y convicción".

Con respecto a estos dos términos certeza y convicción, otras versiones de la Biblia aportan definiciones más aclaratorias.

¿Qué es la certeza? Otras versiones indican: "plena seguridad", "confianza", "garantía", "sustancia", "realidad", "firme seguridad".

Respecto del concepto convicción, otras versiones dicen: "la demostración las cosas que no se ven", "la certeza de las cosas que no podemos ver", "la prueba palpable de lo que no podemos ver", "la comprobación de los hechos que no se ven", "certeza de las realidades que no vemos", "la prueba convincente de lo que se ve", "estar convencido de que algo existe aunque no se pueda ver", "la demostración de lo que no se ve".

¿Cómo se puede llegar a alcanzar esta forma de fe basada en la certeza y la convicción? ¿Cómo podemos llegar a tener "la plena seguridad", la confianza, garantía, sustancia o realidad de las cosas que esperamos? ¿Cómo podemos llegar a tener "la prueba palbable", "la comprobación", "la prueba convincente" o "la demostración" de las cosas que no podemos ver?

¿Se puede en religión llegar a la evidencia como criterio real para sustentar lo que creemos? La respuesta es sí. ¿Cómo? En gran medida de la misma manera en que la ciencia llega a aceptar muchos de sus postulados. A través de la deducción y la reflexión.

¿Qué es la deducción? Un postulado dice que deducción es: "Acción de extraer un juicio a partir de hechos, proposiciones o principios, sean generales o particulares." Aún otra definición dice que deducción es: "Forma de razonamiento que consiste en partir de un principio general conocido para llegar a un principio particular desconocido."

Para Descartes, la deducción es una forma válida de alcanzar el conocimiento. Un apartado en la web dice que: "En el plano de la lógica, la deducción es un tipo de razonamiento a través del cual la conclusión es inferida necesariamente de los axiomas o las premisas. Luego de una sucesión de fórmulas, el razonamiento deductivo permite extraer la conclusión mediante reglas de inferencia." (Tomado de con fecha 18/01/2019: https://definicion.de/deduccion/)

¿Cómo funciona la deducción? Usemos el siguiente ejemplo: Hace unos meses atrás se hizo muy conocido el caso de Oumuamua. Un cuerpo celeste, un asteroide, que manifiesta un comportamiento poco usual para una roca inerte que deambula por el espacio sideral.

EL CASO DE OUMUAMUA

Oumuamua fue descubierto en octubre de 2017 cuando este cuerpo celeste estaba a 30 Unidades Astronómicas (UA) de distancia de la Tierra, es decir, unos 30 millones de kilometros de distancia de nuestro planeta. Se cree que este es probablemente el primer ejemplo de un objeto interestelar que nos visita, que parece provenir aproximadamente de la dirección de la estrella Vega en la constelación de Lira.

Lo que hace extraordinario a Oumuamua, es que ha sido definido como "un cuerpo extraño" y cada vez son más los científicos que expresan su preocupación de que este asteroide sea en verdad una sonda enviada por "seres inteligentes".

Oumuamua, el asteroide que los científicos creen pueda ser una sonda extraterrestre

Según Avi Loeb, el vocero titular del Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard en declaración oficial a NBC: "Oumuamua podría ser una muestra de tecnología extraterrestre que llegó para explorar nuestro Sistema Solar, del mismo modo que nosotros esperamos explorar Alpha Centauri utilizando Starshot y tecnologías similares".

¿Por qué dicen los científicos que Oumuamua puede ser una sonda contruida por seres inteligentes?

Los primeros antecedentes sobre esta roca interestelar decían que no era un objeto de característias normales, con una longitud de 400 metros y un ancho diez veces menor, de superficie rojiza. Rotaba sobre su eje de manera veloz , tenía una trayectoria caótica y su brillo cambiaba de manera abrupta.

No obstante, los astrónomos Samuel Bialy y Abraham Loeb, autores de un nuevo estudio publicado en la revista Astrophysical Journal Letters, señalan que "'Oumuamua puede ser una sonda totalmente operacional enviada de manera intencional a las proximidades de la Tierra por una civilización alienígena". O puede tratarse de "un resto de un equipo tecnológico avanzado", en específico una vela solar, un dispositivo que se propulsa por la radiación solar o el plasma del viento solar.

Bialy y Loeb llegan a esta conclusión por dos detalles importantes en relación al asteroide la alta velocidad y trayectoria inusuales que los telescopios lograron captar de Oumuamua durante las tres noches que duró su avistamiento.

Los movimientos poco usuales para una roca inerte y que sólo se mueve por inercia, son los factores que llevan a pensar con gran convicción para algunos, que este objeto es de origen artificial o hecho por seres inteligentes. En el mundo natural los objetos no aceleran o desaceleran de manera intermitente y su trayectoria no puede ir en contra de la inercia propia de su movimiento inicial, sin embargo Oumuamua parece contravenir estas convenciones y manejarse de manera distinta a como lo haría un simple pedazo de roca vagando por el universo.

La misma forma de Oumumua, a manera de cigarro, parece contravenir las clásicas formas de asteroides que pululan por el espacio sideral dejando ver para algunos una complejidad morfológica específica que puede reafirmar la hipótesis de origen alienígena.

LA COMPLEJIDAD ESPECÍFICA

La misma observación de complejidad específica que lleva a algunos científicos a proponer inicialmente que Oumuamua sea un objeto artificial o de fabricación inteligente, puede ser aplicada a una casa. ¿Posee una casa una complejidad específica mayor que Oumuamua? Por supuesto que sí. Luego basado en este presupuesto, se concluye que toda casa, por su sola complejidad específica, requiere de un hacedor o constructor, de donde si encontráramos una casa en Marte o en la Luna, la pregunta inmediata tendría que ser quién la construyó. Nadie pensaría que una casa aparecería en la Luna o en Marte como resultado de la acción de las fuerzas naturales. ¿Pero qué pasaría si en Marte en vez de encontrar una casa, encontráramos una célula? La conclusión basada en el paradigma evolutivo, sería que la célula llegó a existir como resultado de las fuerzas naturales. Pero: ¿cuánto más compleja es una célula que una casa? Millones de veces más compleja.

¿Es sensato pensar que una casa requiere un hacedor, pero una célula millones de veces más compleja no lo requiere en absoluto? No, por supuesto que no. De sensato no tiene nada, pero es el pensamiento predominante en la ciencia. ¿Qué evidencia hay de que la primera célula llegó a la existencia en nuestro planeta como resultado del azar y las fuerzas naturales? Ninguna.

Retomamos la aparatosa declaración de Dawkins: "La evidencia debiera ser el único criterio real que debiéramos tener para creer en lo que creemos".

¿Por qué la ciencia cree que la primera célula llegó a existir como resultado de la casualidad si no tenemos ninguna evidencia de eso? ¿De dónde se obtiene el así llamado "criterio real" para creer lo que se cree sobre el origen de la primera célula en la Tierra? De simples suposiciones y especulaciones que jamás han sido probadas.

El mismo principio aplicado a la construcción de una casa, debiera por consecuencia ser aplicado para el origen de una célula que es millones de veces más compleja. La ciencia aplica un principio para una y otro principio para otra, sin tener un lógico argumento para eso.

Sin embargo, la Biblia propone diciendo: "Toda casa es hecha por alguien, luego el que hizo todas las cosas es Dios" (Hebreos 3:4). En todo esto, la Biblia muestra poseer un criterio mucho más lógico que el de muchos postulados científicos evolucionistas que se enseñan actualmente en la universidad como verdades certeras.

¿PODRÁ LA RELIGIÓN APORTAR
ALGO AL CONOCIMIENTO HUMANO?

Frente a todos aquellos científicos que hoy se dedican más al marketing que a la ciencia y que aseguran que la religión no tiene nada que aportar, Albert Einstein reconocía un valor en la fe y el misticismo propio de la religión.

Respecto a la religión y el misticismo él decía: "La más bella y profunda emoción que nos es dado sentir es la sensación de lo místico. Ella es la que genera toda verdadera ciencia. El hombre que desconoce esa emoción, que es incapaz de maravillarse y sentir el encanto y el asombro, está prácticamente muerto. Saber que aquello que para nosotros es impenetrable realmente existe, que se manifiesta como la más alta sabiduría y la más radiante belleza, sobre la cual nuestras embotadas facultades solo pueden comprender en sus formas más primitivas. Ese conocimiento, esa sensación, es la verdadera religión."

Einstein decía que el misticismo es lo que genera la verdadera ciencia

¿DE DÓNDE SE OBTIENE EVIDENCIA
DE LA EXISTENCIA DE UN CREADOR?

Sencillamente de la observación reflexiva de las cosas que nos rodean. Ya el escritor bíblico nos insta a la reflexión diciendo: "Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién crió estas cosas: él saca por cuenta su ejército: a todas llama por sus nombres, ninguna faltará: tal es la grandeza de su fuerza, y su poder y virtud." (Isaías 40:26)

Igualmente, otro escritor bíblico dice: "Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables." (Romanos 1:20)

El salmista igualmente concluye: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y la expansión denuncia la obra de sus manos." (Salmo 19:1)

La Biblia nos llama a examinar la evidencia que denuncia un Hacedor detrás de todas las cosas:

"Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, que ellas te enseñarán, y a las aves de los cielos, que ellas te lo mostrarán. O habla a la tierra, que ella te enseñará. Los peces de la mar, te lo declararán también, ¿Qué cosa de todas estas no entiende que la mano de Jehová la hizo?" (Job 12:7-9)

La complejidad de una flor y su delicado diseño. La anatomía de un pez y su particular adaptación al medio acuático. El singular vuelo de un ave ajustándose perfectamente a las leyes de la aerodinámica. La nanotecnología evidente en la estructura de una hormiga. La maravillosa forma en que está diseñado el organismo humano. Todo esto y mucho más nos habla de la inteligencia, previsión y cuidado de un Magnífico Hacedor.

Un observador reflexivo no puede menos que expresar como dijo el salmista: "¡Cuán muchas son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría: La tierra está llena de tus beneficios." (Salmo 104:24)

Y frente a la complejidad y sabiduría con que está diseñado el cuerpo humano, en cuanto a su anatomía y fisiología, quizás muchos concuerden con el propio salmista quien dice: "Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho ; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien." (Reina - Valera. 1960)

¿Podrá la religión algún día aportar las respuestas que la ciencia hoy no puede entregar? Probablemente si.

El afamado científico Michio Kaku, asegura creer, basado en evidencia, que alguien está detrás de todo y se manifiesta en el orden y perfección del universo, causando recientemente un remezón en la comunidad científica luego que afirmara haber encontrado pruebas de la existencia de una fuerza inteligente y desconocida por el hombre que gobierna la naturaleza y el universo.

Según Kaku, vivimos en un mundo regido por leyes y principios concebidos por una especie de gran arquitecto inteligente. El científico declaró: “He llegado a la conclusión de que estamos en un mundo hecho por reglas creadas por una inteligencia, no muy diferente de un juego de ordenador favorito, pero, por supuesto, más complejo e impensable”. (Fuente: www.guioteca.com)

¿Cómo es que un científico como Richard Dawkins asegura tan enfáticamente que no existe un Dios, mientras que otro científico llega a la conclusión totalmente opuesta y declara que estamos en un mundo hecho por reglas creadas por una inteligencia superior a la humana? Hasta aquí vemos que tomar una u otra posición depende evidentemente de cómo analicemos la evidencia. Lo claro es que la evidencia existe, tal como indica la Biblia.

El problema está en cómo Ud. analice la evidencia, que lo puede llevar a un ateísmo declarado o simplemente inspirarlo a un misticismo religioso.

Nuevamente recordamos la aparatosa declaración de Dawkins: "La evidencia debiera ser el único criterio real que debiéramos tener para creer en lo que creemos".

La evidencia existe y el problema es ¿qué hara Ud. con la evidencia? Esa evidencia, debiera ser el único criterio real que debiéramos tener para creer en lo que creemos.

Al final de cuentas, se cumple el viejo adagio: "No hay peor ciego que el que no quiere ver ni peor sordo que el que no quiere oir".

Para la reflexión de quienes desean analizar la evidencia, dejamos estos párrafo de un excelente libro:

"La naturaleza habla sin cesar a nuestros sentidos. El corazón que está preparado quedará impresionado por El amor y la gloria de Dios tal como se revelan en la obra de sus manos. El oído atento puede escuchar y entender las comunicaciones de Dios por las cosas de la naturaleza. Los verdes campos, los elevados árboles, los capullos y las flores, la nubecilla que pasa, la lluvia que cae, el arroyo que murmura, las glorias de los cielos, hablan a nuestro corazón y nos invitan a conocer a Aquel que lo hizo todo." (El Camino a Cristo, pág. 60)

"Mira las maravillas y bellezas de la naturaleza. Piensa en su prodigiosa adaptación a las necesidades y a la felicidad , no solamente del hombre, sino de todas las criaturas vivientes. El sol y la lluvia que alegran y refrescan la tierra; los montes, los mares y los valles, todos nos hablan del amor del Creador." (El Camino a Cristo, pág. 1)

"Dios es amor, está escrito en cada capullo de flor que se abre, en cada tallo de la naciente hierba. Los hermosos pájaros que llenan el aire de melodías con sus preciosos cantos, las flores exquisitamente matizadas que en su perfección perfuman el aire, los elevados árboles del bosque con su rico follaje de viviente verdor, todos dan testimonio del tierno y paternal cuidado de nuestro Dios y de su deseo de hacer felices a sus hijos." (El camino a Cristo, pág. 1, 2)