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  ¿Cuál es el Día del Señor?
 

Millones de personas católicas y protestantes del mundo de hoy, consideran el día domingo como Día del Señor. De hecho la palabra "domingo" deriva de la expresión Dominus Dei que significa "Día del Señor". 

Cuando consultamos por la expresión "día del Señor", obtenemos el siguiente resumen:
"Para la mayoría de los cristianos el término hace referencia al día domingo, siendo el día de adoración pública y el primer día de la semana litúrgica en la tradición cristiana, al igual que lo es en otras tradiciones culturales. Es observado por la mayoría de los cristianos como una conmemoración semanal de la resurrección de Jesucristo, quien según los evangelios habría resucitado el primer día de la semana. Para otros grupos cristianos sabatistas sin embargo, el día del Señor hace referencia al día sábado afirmando que Dios llama al sábado su día Santo; que en tres ocasiones en el Nuevo Testamento Jesús dice ser el Señor del Sábado; y que el apóstol Pablo enseñaba en sábado." (Fuente: Wikipedia).

Se reconoce en este enunciado que "para la mayoría de los cristianos", esto es, católicos, evangélicos y mormones, "el término hace referencia al día domingo, siendo el día de adoración pública y el primer día de la semana litúrgica". 

Frente a esto cabe preguntar: ¿Dice la Biblia que el domingo deba ser un día de adoración? ¿Aparece la palabra "domingo" en la Biblia? ¿Existe algún párrafo en las Santas Escrituras que insinúe que el domingo deba ser un día especial para los cristianos? La respuesta a todas estas preguntas es no.

Entonces: ¿por qué la mayoría de los cristianos observan el domingo como una conmemoración semanal de la resurrección de Jesucristo? 

¿Dijo Jesús que los cristianos debían conmemorar su resurreción cada día domingo? La respuesta es no. No existe en los evangelios ninguna instrucción de parte de Jesús que diera a entender que los cristianos se reunieran cada domingo para conmemorar su muerte y resurreción. El único evento que Jesús dijo que conmemoraría su pasión y sacrificio es la "comunión" o "cena del Señor" (Mateo 26:27-29; 1 Corintios 11:23-26).

Del enunciado previamente citado, se desprende además, que existe una controversia entre los cristianos que guardan el domingo como un día especial y aquellos que se aferran a la Biblia para guardar el sábado, de acuerdo a los Diez Mandamientos. ¿Cuál de estos dos grupos de cristianos está en lo correcto?

Primero, tenemos que decir que la expresión "día del Señor" concuerda plenamente con Isaías 58:13 en que Dios llama al séptimo día como "mi día santo". El sábado es el único día, que en la Biblia, es llamado por Dios "mi día santo". No ocurre esto con el domingo ni con ningún otro día. Es más, en el calendario semanal judío, los días no tenían nombres como ocurre para nosotros hoy en día, a saber: domingo, lunes, martes, etc. En el calendario semanal judío el domingo era llamado "el primero a partir del sábado", el lunes era llamado "el segundo a partir del sábado" y así a continuación con todos los demás días hasta el viernes, llamado "la preparación" con relación al sábado (Mateo 28:1; Marcos 16:1-2; Juan 20:1; Mateo 27:62). De esta manera, se ve que el sábado era día central de la semana, ya que todos los demás días se ordenaban o disponían a partir de él, ya sea como primero, segundo o tercero a partir de él, y el viernes era llamado "preparación" para el sábado.   

La Biblia deja ver que el sábado, séptimo día de la semana, es el único día que Dios ha bendecido y declarado santo (Génesis 2:1-3). La misma Biblia deja ver que el sábado fue señalado como día de reposo en la ley de Dios, los Diez Mandamientos (Exodo 20:8-11). No ocurre esto en la Biblia respecto de ningún otro día, tampoco respecto del domingo, el primer día de la semana.

Dios ordena a su pueblo que guarde el sábado diciendo: "el día séptimo, es sábado de reposo consagrado a Jehová" (Exodo 31:13-18). 

La expresión "Día del Señor", relacionada con un día semanal, se utiliza únicamente en Apocalipsis 1:10. Siendo consecuente con la Biblia, el único día que puede en propiedad ser considerado como "día del Señor" es el día que en toda la Biblia es llamado como el "reposo de Jehová", a saber el sábado o "sábado de Jehová" (Exodo 16:23).

Aunque algunos estudiosos han sugerido que el día en que Juan recibió la revelación es el domingo, lo cierto es que no existe evidencia bíblica que nos permita avalar tal conclusión. Aún cuando ya a principios del Siglo II comenzó a llamarse al domingo como “día del Señor”, adjudicándosele el nombre griego κυριακῇ que significa “del Señor”, sin el sustantivo día, lo cierto es que no existe evidencia bíblica alguna que indique que los discípulos de Jesús hayan transferido la santidad y solemnidad del sábado atribuyéndola al domingo. Sin considerar por supuesto, que la iglesia no tiene atribución alguna que la faculte para modificar la ley de Dios en ninguno de sus puntos.


El día en que Juan recibió la revelación del Apocalipsis fue un sábado. La expresión griega τῇ κυριακῇ ἡμέρᾳ utilizada en Apocalipsis 1:10 no corresponde a la expresión utilizada para domingo por los cristianos del Siglo II sino más bien corresponde a la expresión utilizada por los crístianos del Siglo I al día santificado y bendecido por Dios en la creación, promulgado solemnemente en el Sinaí, llamado día del Señor por los profetas y guardado y honrado por Jesús durante su ministerio terrenal (Lucas 4:16).

Una rápida consideración de la historia permite ver que la observancia dominical, una observancia propia del romanismo, se asienta en la iglesia sólo partir del Siglo II. Al unificarse   el cristianismo con el paganismo, se introdujo un precepto que no tiene en modo alguno su origen en Dios y que muy por el contrario se contrapone abierta y manifiestamente a su ley contraviniendo el sábado bíblico del cuarto mandamiento.

Una autora dice lo siguiente: “El día del Señor mencionado por Juan era el sábado, el día en el cual Jehová descansó de su gran obra de creación, el que el bendijo y santificó porque había descansado en el. El sábado fue tan sagradamente observado por Juan en la isla de Patmos como cuando estaba entre el pueblo, predicando en ese día. Junto a las rocas desiertas que lo rodeaban,  Juan se acordaba de la roca de Horeb, y como, cuando Dios pronunció su ley a oídos del pueblo que allí estaba, dijo: 'Acuerdate del día de reposo para santificarlo'.” (E. G. de White, La Educación)

“Era sábado cuando la gloria del Señor se manifestó al desterrado apóstol. Juan guardaba el sábado tan reverentemente en Patmos como cuando predicaba a la gente de las aldeas y ciudades de Judea.” (E. G de White, Los Hechos de los Apóstoles).

“Juan recordó que uno de estos diez preceptos lo invitaba a acordarse del Sábado para santificarlo; Para él, el día del Señor, el día en el cual Jehová había descansado después de la gran obra de la creación, y el cual El bendijo y santificó, era guardado sagradamente por él en la Isla de Patmos tanto como lo había hecho cuando estaba entre las iglesias, adorando con ellos ese día santo.” (E. G. de White, Signs of the Times).

EL DÍA DEL SEÑOR EN EL EDÉN

La Biblia deja ver que cuando Dios estableció la semana y sus días correspondientes, el único día que consideró especial fue el séptimo, el sábado, el cual bendijo y santificó (Génesis 2:1-4).



"El sábado fue santificado en ocasión de la creación. Tal cual fue ordenado para el hombre, tuvo su origen cuando 'las estrellas todas del alba alaban, y se regocijaban todos los hijos de Dios'. La paz reinaba sobre el mundo entero, porque la tierra estaba en armonía con el cielo. 'Vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera', y reposó en el gozo de su obra terminada. 

Por haber reposado en sábado, 'bendijo Dios al día séptimo y santificólo.' es decir, que lo puso aparte para un uso santo. Lo dió a Adán como día de descanso. Era un monumento recordativo de la obra de la creación, y así una señal del poder de Dios y de su amor." (E. G. de White, El Deseado de Todas las Gentes) 

"Dios miró con satisfacción la obra de sus manos. Todo era perfecto, digno de su divino Autor; y él descansó, no como quien estuviera fatigado, sino satisfecho con los frutos de su sabiduría y bondad y con las manifestaciones de su gloria. 

Después de descansar el séptimo día, Dios lo santificó; es decir, lo escogió y apartó como día de descanso para el hombre. Siguiendo el ejemplo del Creador, el hombre había de reposar durante ese sagrado día, para que mientras contemplara los cielos y la tierra, pudiese reflexionar sobre la grandiosa obra de la creación de Dios; y para que, mientras mirara las evidencias de la sabiduría y bondad de Dios, su corazón se llenase de amor y reverencia hacia su Creador. 

Al bendecir el séptimo día en el Edén, Dios estableció un recordativo de su obra creadora. El sábado fué confiado y entregado a Adán, padre y representante de toda la familia humana. Su observancia había de ser un acto de agradecido reconocimiento de parte de todos los que habitasen la tierra, de que Dios era su Creador y su legítimo soberano, de que ellos eran la obra de sus manos y los súbditos de su autoridad. De esa manera la institución del sábado era enteramente conmemorativa, y fue dada para toda la humanidad. No había nada en ella que fuese obscuro o que limitase su observancia a un solo pueblo." (E. G. de White, Patriarcas y Profetas)
  
 
EL DÍA DEL SEÑOR DURANTE LA DISPENSACIÓN MOSAICA

La Biblia deja ver que durante los días de Moisés, el día del Señor continuó siendo el sábado, el séptimo día de la semana.

Mucho antes de llegar al monte Sinaí, Moisés se dirigió al pueblo: "Y les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová; Mañana es el santo sábado, el reposo de Jehová: lo que hubieréis de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubieréis de cocinar, cocinadlo, y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana." (Exodo 16:23)

"Y dijo Moisés: ... hoy es sábado de Jehová" (Exodo 16:25)

"Mirad que Jehová os dio el sábado" (Exodo 16:29).

Un tiempo más tarde, Dios por su propio dedo notificó al pueblo la solemnidad del sábado promulgándolo como el cuarto de los Diez Mandamientos (Exodo 20:8-11). 
 

EL DÍA DEL SEÑOR PARA JESUCRISTO

Los Evangelios dejan ver que el Señor Jesús el único día que consideró sagrado fue el sábado. Jesús durante toda su vida cumplió con el cuarto de los Diez Mandamientos que ordena descansar el sábado (Mateo 5:17-19, Lucas 4:14-16).


 
"Los que sostienen que Cristo abolió la ley, enseñan que violó el sábado y justificó a sus discípulos en lo mismo. Así están asumiendo la misma actitud que los cavilosos judíos. En esto contradicen el testimonio de Cristo mismo, quien declaró: ‘Yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor.’ Ni el Salvador ni sus discípulos violaron la ley del sábado. Cristo fue el representante vivo de la ley. En su vida no se halló ninguna violación de sus santos preceptos. Frente a una nación de testigos que buscaban ocasión de condenarle, pudo decir sin que se le contradijera: ‘¿Quién de vosotros me convence de pecado?’" (E. G. de White, El Deseado de Todas las Gentes)

Jesús, a través de su propio ejemplo, enseñó a los hombres a guardar el sábado (Juan 13:15; 1 Pedro 2:21-22).


EL DÍA DEL SEÑOR PARA LA IGLESIA

¿Cuál fue el día del Señor para la iglesia primitiva? Los discípulos de Jesús guardaban el sábado, aún después de la muerte de Cristo (Lucas 23:54-56). 

Hechos 15:21, deja ver claramente que más de 10 años después de la muerte de Cristo, los discípulos de Jesús aún reconocían al séptimo día como "sábado" o día de reposo. 

Los cristianos acostumbraban reunirse o celebrar culto en sábado. Los cristianos guardaban el sábado y se reunían en este día para adorar, orar y estudiar la Palabra de Dios (Hechos 16:13-15)

Hechos 18:1-4, 11 deja ver que el apóstol Pablo guardaba el sábado. El texto establece que el apóstol trabajaba todos los días fabricando tiendas para subsistir, no obstante, señala que los días sábados él no trabajaba sino que se le encontraba invariablemente en la sinagoga enseñando la Palabra de Dios. Lo anterior, no era una actitud circunstancial de Pablo, sino que el texto es claro en señalar que el apóstol hacía esto "todos los sábados" y que esto ocurrió no sólo por un circunstancial espacio de tiempo sino por espacio de "un año y seis meses".  

Aún más, el apóstol Santiago, escribiendo su epístola universal a la Iglesia, establece que la observancia del sábado, así como de todos los mandamientos de Dios, es requerida a los cristianos (Santiago 2:10-12). 

EL DÍA DEL SEÑOR EN NUESTROS TIEMPOS

¿Cuál cree Ud. que debe ser el día del Señor en  nuestro tiempo? Siendo consecuente con la Biblia debiera ser el sábado. Esto es reconocido hoy en día por muchos cristianos.

¿Cuál día cree Ud. que nos recomendaría guardar el Señor Jesús? Ciertamente, el día que él guardó durante toda su vida, el sábado.



¿CUÁL SERÁ EL DÍA DEL SEÑOR EN EL REINO DE DIOS?

Una vez más, la Biblia concuerda en decir que el día del Señor será el sábado (Isaías 66:22-23).

 
 
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