
Cierta vez y mientras salían de una reunión, un hombre ateo le preguntó a un amigo del cual sabía que era cristiano, si había leído el libro El Código da Vinci. El amigo cristiano le contestó que no, aunque sabía de qué trataba el libro y cuál era el tema general de esa publicación.
El ateo, le dijo que él si había leído con detención el libro y había descubierto que, finalmente, Jesús era tan sólo un hombre común y corriente al que sus seguidores fanáticos habían elevado a la categoría de Mesías y finalmente de Dios en la Tierra. El amigo cristiano le contestó que respetaba su opinión pero que evidentemente no la compartía. La conversación se detuvo en ese punto y ambos continuaron caminando rumbo a un estacionamiento de autos, ya que junto a otras personas, se dirigían a una reunión con varios amigos.
Cuando llegaron al estacionamiento de autos, el amigo ateo, insistió con el tema de conversación y le dijo a su amigo cristiano que debería leer el Código da Vinci y quizás así, se daría cuenta que en realidad Jesús no era lo que él creía y que posiblemente llegara a la misma conclusión que él había llegado, que Jesús era un hombre común y corriente. La conversación no interesó al cristiano y ambos se fueron en vehículos separados hasta la reunión que habían programado junto a otros amigos.
Una vez en la reunión y junto ya a otros amigos, todos se reunían alrededor de una mesa en amena conversación. En ese momento, el amigo ateo, levantó la voz y pidió atención a todo el grupo y comentó que él había estado leyendo el libro El Código da Vinci y había llegado a la conclusión que Jesús era en definitiva un hombre común y corriente al que la religión cristiana había elevado a la categoría de Mesías e Hijo de Dios, conminando y emplazando delante de todos a su amigo cristiano a que defendiera su punto de vista referente a Jesús como Mesías o como Hijo de Dios.
En ese punto y ante la atención de todos que volcaron su mirada hacia él, el cristiano dijo: "No voy a defender mi posición como cristiano que reconoce en Jesús al Mesías o al Hijo de Dios, sino que voy a poner a prueba la afirmación que se ha hecho aquí de que Jesús de Nazareth era o es un hombre común y corriente". Para ello comenzó con un pregunta concreta: ¿Fue Jesús un hombre común y corriente? Para contestar esto, primero tenemos que saber quién fue Jesús de Nazareth.
Una fuente de información muy reconocida dice lo siguiente acerca de Jesús: "Jesús ... es la figura central del cristianismo y una de las más influyentes de la cultura occidental" (Fuente: Wikipedia) Ya con esta sola declaración, queda refutada la afirmación base de la discusión. ¿Fue Jesús un hombre común y corriente? No, definitivamente no.
Jesús ha sido la persona más influyente no sólo en la cultura occidental, como dice Wikipedia, sino en la cultura mundial. Su influencia en nuestra cultura y civilización humana ha llegado a ser tan grande y significativa, que nuestra historia, la historia mundial, se divide necesariamente en un "Antes y Después de Cristo". Jesús fue un hombre, sencillo y humilde, que dividió la historia humana en un antes y un después de su existencia. ¿Podemos decir con honestidad que ese hombre era un hombre común y corriente?
Jesús de Nazareth, no sólo dividió nuestra historia en un "Antes y Depués de Cristo" sino que eclipsó nuestra historia y nuestra cultura que nunca más volvió a ser la misma después de su advenimiento. ¿Se puede concluir entonces que Jesús fue un hombre común y corriente? No, de ninguna manera. Quienes así insisten en opinar, no sólo dejan ver una obstinación irracional y una ceguera a toda prueba sino que evidencian un sesgo enfermizo en su propia interpretación de la historia humana y un sesgo enfermizo en su propia percepción de quién fue en realidad Jesús de Nazareth.
¿Quién fue Jesús? ¿Quién fue este hombre que eclipsó nuestra historia y nuestra cultura?
Según los historiadores, Jesús de Nazareth fue un artesano, un carpintero y predicador judío que vivió a comienzos del Siglo I en las regiones de Galilea y Judea, y fue crucificado en Jerusalén en torno al año 30, bajo el gobierno de Poncio Pilato. Nació en Belén de Judea pero gran parte de su vida la desarrolló en Nazareth, una aldea de Israel.
¿Cómo es posible que un sencillo artesano de Galilea llegara a eclipsar la historia mundial en un antes y después de Cristo? ¿Fué Jesús un político, un militar, un filosófo? No, por supuesto que no. Jesus fue un sencillo artesano de Galilea. ¿Cómo es posible que un sencillo artesano de Galilea eclipsara nuestra historia humana? Sencillamente, por la gran significancia de su mensaje.
Jesús no trajo al mundo un mensaje político que prometa solucionar la desigualdad económica o poner en el tapete la lucha de clases o el problema social. Tampoco fue un lider militar que ideara una estrategia para lograr la dominación mundial por medio de la fuerza o la opresión. Tampoco fue un filosófo en busca de un método particular o específico para encontrar la verdad.
Jesús fue un sencillo artesano de Galilea que propuso que el amor a Dios y al prójimo constituyen la base de una vida plena y suficiente como ser humano y la base de la vida en sociedad (Mateo 22:36-40). El cristianismo es eso, un mensaje y una propuesta de vida que busca amar a Dios con todo el corazón, la mente y el alma y amar a nuestro prójimo, como a nosotros mismos (Lucas 10:25-28).
La historia está llena de grandes personajes como Nabucodonosor, Ciro el Grande, Alejandro el Magno, Aristóteles, Galileo, Newton, Copérnico, Napoleón, Darwin, John F. Kennedy, etc. pero ninguno de ellos ha estado ni siquiera cerca de dividir nuestra historia en un antes y un después tal como hizo Jesús de Nazareth, este sencillo artesano de Galilea.
Todos estos hombres mencionados, han tratado de obtener supremacia mundial a través de la guerra y la dominación imperialista, las ciencias, la filosofía o la política, pero ninguno de ellos influenció nuestra historia de manera tan importante como hizo Jesús de Nazareth. Volvamos a nuestra pregunta de inicio: ¿Fué Jesús un hombre común y corriente? La verdad honestamente dice que no.
¿Está nuestra historia dividida en un antes y después de Aristóteles? ¿Un antes y después de Alejandro el Magno? o ¿Un antes y después de Einstein? No. La historia está dividida en un antes y después de Cristo. ¿Es Jesús un hombre común y corriente?
Muchos personajes en la historia han buscado influenciar al mundo a través de la guerra, la dominación y las armas. Ninguno lo ha conseguido. Sin embargo, Jesús ha sido el único que ha influenciado al mundo a través del amor y lo ha conseguido. Hoy en día y aún después de casi 2 mil años, las personas que son influenciadas por las enseñanzas de Jesús se cuentan en cientos de millones. El cristianismo ha sido la religión que más ha influenciado al mundo occidental desde que el Evangelio comenzara a ser predicado en el Siglo I de nuestra era.
¡Sí! Hoy, después de casi 2 mil años aún se continua hablando de Jesús de Nazareth y de lo que él nos legó a través del ejemplo de su propia vida y enseñanza. Cierta vez y en los albores del cristianismo, un hombre sabio razonó que cuando el mensaje de los hombres es sólo de factura humana, por lógica natural desaparece, pero cuando el mensaje viene de Dios, perdura y permanece (Hechos 5:34-39).
Cuando Jesús estuvo entre nosotros, su sola presencia causaba conmoción y expectación. La entrada de Jesús en Jerusalén, en la primavera del año 31 d.C., causó gran revuelo en toda la población (Lea Mateo 20:10-11). De hecho, en opinión de los líderes religiosos envidiosos de su época: "todo el mundo iba tras de él" (Juan 12:19).
Quienes conocieron a Jesús dieron testimonio de que no era un hombre común y corriente (Mateo 8:27; 22:33; Juan 7:45-46).
Aún quienes estaban en posición de autoridad sobre Jesús de Nazaret distinguieron que era un hombre excepcional (Juan 18:37).
La obra de Jesús conmocionó a la gente de su época y atrajó la atención de millares de personas que aún de otras regiones deseaban conocer el mensaje de este artesano de Galilea (Mateo 4:23-25; Lucas 7:16-17).
Quienes escucharon el mensaje de Jesús de Nazareth, dieron testimonio que era un mensaje especial y excepcional y que llegaba al corazón de las gentes (Mateo 6:28-29; 13:54).
¿Por qué el mensaje de Jesús encuentra tanta aceptación en el corazón humano? Sencillamente, porque el mensaje de Jesús viene al encuentro de nuestras necesidades y satisface el anhelo humano de paz y tranquilidad (Mateo 11:28-30).
La Biblia dice de Jesús de Nazareth: "Aquel era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a este mundo." (Juan 1:9).
Para los cristianos, Jesús está lejos de ser un hombre común y corriente. Los cristianos sienten que Jesús es "Dios con nosotros" (Mateo 1:18-23) Dios, que se hizo carne y vivió junto a nosotros (Juan 1:1, 14).
Hoy, después de casi dos mil años, se puede decir que:
- En gran parte del mundo, el calendario está basado en el año en que se cree que nació Jesús
- Unos dos mil millones de personas, es decir, un tercio de la población mundial, se declara de pensamiento cristiano
- La influencia de las enseñanzas de Jesús se dejan ver constantemenre en la forma en que las personas encaran la vida
A la luz de estos hechos y de estas realidad, se puede decir con certeza qué Jesús era un hombre común y corriente. Ciertamente no.