MUNDO Y RELIGIÓN - M&R |
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¿Es Jesús verdaderamente Dios? |
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¿Quién era verdaderamente Jesús de Nazaret? La mayoría de los cristianos cree que Jesús era Dios. Otros en cambio, piensan que no era Dios, sino más bien el hijo de Dios, creado por el Padre y en subordinación al Padre. Esto ya deja ver que no existe un consenso general entre los cristianos respecto a quién era en verdad Jesús de Nazaret.
Más allá de rastrear la historia de este dilatado debate es importante que nos preguntemos: ¿Qué dice la Biblia al respecto? ¿Se refiere la Biblia a Jesús como Dios?
La respuesta clara, y concisa se encuentra en Juan 1:1, donde en referencia a Jesús a quien se llama "el Verbo" se lee lo siguiente: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios"
Esto debiera ser suficiente para responder respecto a la divinidad de Cristo. Aquí la Biblia y específicamente el Nuevo Testamento, dice que Jesús (el Verbo) era Dios. No obstante, quienes no aceptan la divinidad de Cristo alegan que en este pasaje, vertido originalmente en griego no dice que Jesús era Dios, sino tan sólo "un dios", una especie de "dios menor" y en subordinación al verdadero Dios de la Biblia. ¿Qué dice realmente este pasaje de la Biblia en griego?
Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος,
καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν,
καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος.
Una traducción literal palabra por palabra del texto griego, tal como está vertido en todos los manuscritos griegos del Evangelio de Juan dice:
"En principio era el Logos (palabra), y el Logos (palabra) era con Dios, y el Logos (palabra) era Dios."
Al comenzar su Evangelio Juan presenta a Jesús como el "Verbo" o el "Logos", un término con el que los lectores tanto judíos como griegos estaban familiarizados. La palabra griega "logos" traducida como “Verbo” en este pasaje era común tanto en la filosofía griega como en el pensamiento judío de esa época (Siglo I). La forma se toma del Antiguo Testamento en que la “palabra” de Dios es a menudo personificada como un instrumento para la ejecución de la voluntad de Dios (Salmo 33:6, 107:20, 119:89, 147:15-18). Al presentar a Jesús como el “Verbo,” ante sus lectores judíos, Juan está de acuerdo al Antiguo Testamento donde el "logos" o “Palabra” de Dios es señalado como el que ejecuta y traduce en acción la voluntad de Dios. En la filosofía griega, el término "logos" era usado para describir el agente intermedio por medio del cual Dios creó las cosas materiales. En la cosmovisión griega, el "logos" era entendido como el puente entre el Dios trascendental y el universo material. Por tanto, Juan al escribir para judíos y griegos, usa el término "logos" para describir a Jesús como un mediador entre Dios y el mundo material, presentando a Jesús como el "Verbo", aquel que era en el principio, que era con Dios y que era Dios, siendo el hacedor de todas las cosas y manifestándose para dar a conocer a Dios al mundo (Juan 1:1, 14).
1.- "EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO".
Esta expresión nos remonta a un tiempo antes de que existieran todas las cosas. Aún antes de que existieran los cielos y la tierra. En ese principio, Jesús el Verbo ya existía.
La realidad de que Jesús existía antes de la creación de todas las cosas, queda claro a partir de la propia explicación que Juan da acerca de Jesús en el versículo 2 del capítulo 1 de su evangelio, diciendo: "Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho. " (Juan 1:2-3)
El Dios que hizo los cielos y la tierra de Génesis 1:1 es Jesús, ya que todas las cosas fueran hechas por Jesús y sin Jesús nada de lo que es hecho, fue hecho. Jesús es el Dios Creador del Génesis.
Esto es confirmado por otro escrito que hablando de Jesús dice: "El cual es la imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda criatura. Porque por él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por él y en él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas existe por él; y él es la cabeza, del cuerpo de la Iglesia, principio y primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga el primado." (Colosenses 1:15-18)
Este texto indica varias cosas:
a) Jesús es la imagen del Dios invisible. Dios, el Dios de la Biblia tiene una forma y esa forma visible es Cristo. Que Jesucristo es la imagen de Dios y que ver a Jesús es ver a Dios se hace claro a partir del siguiente pasaje del Evangelio de Juan:
"Le dice Felipe: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dice: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí?"(Juan 14:8-10)
De hecho, los escritos apostólicos dicen de Jesús es la misma imagen de la sustancia de Dios (Hebreos 1:1-2). "Es la imagen del Dios invisible" (Colosenses 1:15).
b) Por Jesús fueron creadas todas las cosas, visibles o invisibles.
c) Jesús existe antes de todas las cosas.
"Desde los días de la eternidad, el Señor Jesucristo era uno con el Padre; era la ímagen de Dios', la imagen de su grandeza y majestad, 'el resplandor de su gloria'." (E.G. de White, El Deseado de Todas las Gentes)
2.- Y EL VERBO ERA CON DIOS.
El Evangelio de Juan dice que "El Verbo era con Dios", pero no como una entidad aparte de Dios, sino siendo uno sólo con Dios. Jesús declaró en una ocasión: "El Padre y yo una cosa somos" (Juan 10:30). Jesús, el Verbo, en el principio estaba con Dios, pero no como algo aparte de Dios, como pudieran estar los ángeles con Dios, sino siendo uno con Dios, uno en esencia y en naturaleza. Jesús es Dios con nosotros. El mismo Jesús pregunta: ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí?" (Juan 14:10)
"El Verbo existía como un ser divino, como el eterno Hijo de Dios, en unión y unidad con su Padre. Desde la eternidad era el Mediador del pacto, aquel en quien todas las naciones de la tierra, tanto judíos como gentiles, habían de ser bendecidas si lo aceptaban. 'El Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios' (JUan 1:1). Antes de que fueran creados los hombres o los ángeles, el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios.
El mundo fue hecho por él, 'y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho' (Juan 1:3). Si Cristo hizo todas las cosas, existió antes de todas las cosas. Las palabras pronunciadas acerca de esto son tan decisivas, que nadie debe quedar en la duda. Cristo era esencialmente Dios en el sentido más elevado. Era Dios desde toda la eternidad, Dios sobre todo, bendito para siempre.
El Señor Jesucristo, el divino Hijo de Dios, existió desde la eternidad como una persona distinta, y sin embargo era uno con el Padre. Era la excelsa gloria del cielo. Era el Comandante de las inteligencias celestiales, y el homenaje de adoración de los ángeles era recibido por él con todo derecho." (E.G. de White, Mensajes Selectos, Tomo 1)
3.- Y EL VERBO ERA DIOS.
¿Quién era Jesús en el principio? Jesús, el Verbo, era Dios.
Algunas versiones de la Biblia intercalan el artículo indefinido "un" delante de la palabra Dios, queriendo dar la impresión de que Jesús es "un dios" aparte del Dios verdadero, sin embargo, una correcta traducción del texto griego no soporta tal disposición. No se puede intercalar una palabra que no está en el Evangelio de Juan a fin de negar la divinidad de Cristo.

La construcción poética de Juan 1:1 no permite traducir "un dios". Los dieciocho primeros versículos del Evangelio de Juan formaron en su conjunto un canto (muy posiblemente antifonal) que se utilizaba en las reuniones de la Iglesia primitiva. Una adaptación de un himno cristológico que celebraba la preexistencia del Verbo y su actividad en la creación. Tenía por ello una estructura (muy clara en los tres primeros versículos) de especial belleza, puesto que cada frase terminaba con la misma palabra con que empezaba la siguiente: "En principio era la Palabra, y la Palabra era con el Dios, y Dios era la Palabra". Esta construcción además hacía girar su encanto (y su impresionante vigor) en torno al hecho de que la palabra con que concluía una frase y comenzaba la siguiente tenía el mismo valor, contenido y significado. Por esto el "Dios" del final del versículo 1 nunca podía ser "un dios", sino la palabra "Dios", con su mismo contenido y fuerza con que concluía la frase anterior.
El pasaje de Juan 1:1 en griego es tan claro que quienes discuten la divinidad de Cristo sostienen que en griego no existe el artículo definido "un" o "una" y, por lo tanto, cuando una palabra no lleva el artículo definido o, h en griego (el, la, lo, en español) debe colocarse delante la palabra "un o una". Esta regla gramátical se cita generalmente de manera incompleta y no es aplicable en todo sentido ya que esto depende de la función que el sustantivo cumpla en la oracion. En el griego koiné las palabras cambian de forma de acuerdo a su función en la oración.
El uso de artículo indefinido "un" en lugar del artículo definido "el" o "la" para traducir Juan 1:1 por parte de quienes impugnan la divinidad de Cristo, contradice una sabida regla gramatical y que es conocida como la "regla de Colwell". La regla de Colwell, descrita por E.C. Colwell en 1933, establece que: “En oraciones en las cuales la cópula es expresada, un predicado definido nominativo tiene el artículo cuando este sigue al verbo y no tiene el artículo cuando este precede al verbo.“
En el caso de Juan 1:1 la palabra "Dios" (Theos) es parte del predicado de la oración, y en que el sujeto es el Verbo (Logos).
καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος.
Es interesante notar que la última de las tres frases de Juan 1:1 dice literalmente, y en el mismo orden de palabras del griego, "y Dios era la palabra". Sin embargo, la traducción proporcionada en todas las Biblias, señala un orden de palabras diferente: "y la palabra era Dios". ¿Por qué?
La razón es porque en griego, si en una oración existen dos sustantivos y sólo una de ellas posee artículo definido, entonces el nombre con el artículo definido es el sujeto. En este caso, el nombre "logos" lleva artículo definido y resulta ser en consecuencia el sujeto de la oración. El otro sustantivo, "theos", no lleva artículo y en consecuencia forma parte del predicado. En español, el sustantivo del predicado siempre va después del sujeto y seguido por el verbo. Por ello, en la correcta traducción del griego al español, la palabra "theos", correspondiente a "Dios" va después de la palabra "logos", que se traduce como "palabra" o "Verbo".
Siendo la palabra "Dios" (Theos) parte del predicado, no lleva artículo definido porque precede al verbo (ser en pasado: "era"). En cambio, la palabra Logos (el Verbo), sí lleva artículo definido porque sigue al verbo (ser en pasado: "era"). Se cumple la regla de Colwell y el texto debe ser traducido correctamente como: "El Verbo (Logos) era Dios", sin el verbo indefinido "un" y entendiendo que el texto está entregando una información (predicado) sobre el sujeto (Logos) y esta información es que el Logos, el Verbo era Dios.
En Juan 1:1 se da lo que se conoce como un verbo copulativo. Un "verbo de enlace" [conjunción] en la escuela de gramática elemental. Este verbo simplemente conecta el sustantivo en un lado con el sustantivo en el otro lado La Palabra era Dios. "Dios" en esa oración es un predicado nominatívo (nominal). Puede ser traducido solamente de la forma en que se encuentra en la mayoria de las Biblias: "El Verbo [La Palabra] era Dios".
En griego, cuando el sujeto y el predicado llevan artículo, significa que ambos artículos son definidos y se los considera idénticos, la misma cosa, por tanto son intercambiables.
Pero, qué ocurre si el sujeto tiene un artículo definido pero el predicado no lo tiene, como es el caso de Juan 1:1?
El predicado sin artículo de Juan 1:1 deja ver que el Verbo era divino. El predicado sin artículo insiste sobre la naturaleza divina del Verbo, no como "un dios" menor, sino como el propio Dios creador de todas las cosas. El texto deja ver que el Verbo o el Logos es de la misma naturaleza, cualidad, esencia y ser que Dios. En otras palabras Jesús es consustancial con Dios. Cuando en una oración el predicado se antepone al verbo y no lleva artículo definido, adquiere caracter cualitativo y habla de la naturaleza del sujeto. En este caso, el predicado indica que el Logos posee la naturaleza de Theos o que posee las cualidades de Dios, la misma naturaleza de Dios.
Por otra parte, la idea de traducir la palabra "Dios" que se refiere a Cristo en Juan 1:1 con minúscula, no soporta ningún análisis. La evidencia indica que el sujeto de Juan 1:1 (“la Palabra”, o, “el Verbo”) posee todas las cualidades de Dios y concuerda con lo que sabemos, que el resto de las Escrituras testifica concerniente a Jesús, y explica la adoración de Jesús por parte de los primeros cristianos como un verdadero Dios, y no como un "dios menor" o "dios con minúscula".
Sin ir más lejos, el propio Juan reafirma la naturaleza divina de Cristo, el Verbo, al volver a referirse a Jesús, como Dios y de manera directa y explícita en Juan 1:18:
θεὸν οὐδεὶς ἑώρακεν πώποτε: μονογενὴς θεὸς ὁ ὢν εἰς
τὸν κόλπον τοῦ πατρὸςἐκεῖνος ἐξηγήσατο.
En este texto de Juan 1:18 alternativamente en algunas versiones, se utiliza la palabra μονογενὴς que Jerónimo tradujo como "unigénito" en el Siglo V d.C. para su versión de La Vulgata Latina junto a la palabra θεὸς utilizada en un manuscrito del S. III que significa Dios (y que en la versión Reina - Valera se traduce como "Hijo" siguiendo textos posteriores al S. III) lo cual deja ver que el apóstol Juan utiliza la palabra Dios para referirse a Jesucristo, el Hijo Unigénito de Dios, lo cual deja ver que tanto el Padre, como el Hijo, comparten la misma naturaleza divina en esencia, poder y naturaleza.
Al respecto se puede referenciar la siguientes opiniones de reputados estudiosos de la Biblia y del griego koiné en que fue vertido Juan 1:1:
* El Dr. J. R. Mantey: "No es erudito ni razonable traducir Juan 1:1 como 'La Palabra era un dios'"
* El Dr. Bruce M. Metzger de Princeton (Profesor de Lenguaje y Literatura del Nuevo Testamento): "Como cuestión de hechos sólidos, sin embargo, esa tendencia es un terrible error de traducción. Se pasa por alto totalmente una norma establecida de la gramática griega que requiere la forma "... y el Verbo era Dios."
* El Dr. Samuel J. Mikolaski de Zurich, Suiza: "Es monstruoso traducir la frase como 'y la palabra era un dios'"
* Dr. William Barclay de la Universidad de Glasgow, Escocia: "Juan 1,1 es traducido:"la Palabra era un dios." Una traducción que es gramaticalmente imposible."
* Dr. Philip B. Harner de la Universidad de Heidelberg: "En la forma que Juan uso, la palabra TEOS esta colocada al principio para énfasis (lo cual descarta por completo la traducción 'un dios')."
* Dr. B.F. Westcott : "El predicado (Dios) sobresale enfáticamente primero, como en Juan 4,24. Necesariamente no tiene el articulo... No se sugiere inferioridad de naturaleza por esta forma de expresión, la cual sencillamente afirma deidad verdadera de la Palabra... en la tercera cláusula se declara que 'la Palabra' es 'Dios' y de ese modo se le incluye en la Deidad."
* Dr. J.J. Griesbach: "Son tan numerosos y claros los argumentos y testimonios de la Escrituras a favor de la verdadera deidad de Cristo, que apenas puedo imaginar como, reconociendo la autoridad divina de la Escritura y con respecto a las reglas justas de la interpretación, puede esta doctrina ser puesta en duda por hombre alguno. Especialmente el pasaje de Juan 1,1-3 es tan claro y tan superior a toda excepción, que ningún esfuerzo, ya sea de comentadores o de críticos, puede arrebatarlo de las manos de los defensores de la verdad."
Interesantemente, cuando en una ocasión se solicitó a unas personas griegas de origen, que tradujeran el texto de Juan 1:1 del griego koiné al inglés, estas personas tradujeron sin mayor problema: "In the beginning was the Word, and the Word was with God, and the Word was God." ("En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios"). Al ser consultados, si era posible que la tercera estrofa del texto fuera traducido como "el Verbo era un dios", ellos contestaron enfáticamente que no.
Consecuente con lo anterior, Juan 1:1 es traducido en el griego moderno como: "El logos (el Verbo) era Dios" y sin el artículo indefinido "un", de acuerdo a como traducen el texto la mayoría o casi la totalidad de las versiones modernas de la Biblia.

Más referencias sobre el tema:
¿ES JESUCRISTO DIOS?
Del simple análisis de Juan 1:1 en griego koine o en cualquier otro idioma, queda claro que Jesucristo es Dios. Sin embargo, no es esa la única evidencia que sustenta la divinidad de Cristo en las Santas Escrituras.
¿Dijo Jesús o dio a entender que el fuera Dios? Si. En varias oportunidades Jesús dio a entender que él no era sólo un hombre, sino que él era Dios.
Uno de esos pasajes es Juan 8:58.- "Antes que Abraham fuese, yo soy".
En griego se vierte: πρὶν Ἀβραὰμ γενέσθαι ἐγὼ εἰμί.
Algunos que no concuerdan con la divinidad de Cristo traducen ese texto en un tiempo verbal distinto, como "yo era", "yo resultaré ser", etc. No obstante, el texto griego no admite otra traducción distinta a "yo soy". La expresión ἐγὼ εἰμί no puede ser traducida de ninguna manera que no sea: "yo soy" así como la expresión inglesa "I am" no puede ser traducida "yo fui", "yo seré" o "yo era", sólo puede ser traducida "yo soy". Lo mismo pasa con la expresión griega ἐγὼ εἰμί, sólo puede ser traducida "yo soy".
¿Por qué resulta importante que este texto sea traducido en el tiempo verbal correcto? Sencillamente, porque en este pasaje Jesús invocó para sí el nombre de Dios. Se nombró a sí mismo como "Yo soy", el gran "Yo soy" que habló con Moisés en la zarza ardiente (Exodo 3:13-15).

"Con solemne dignidad Jesús respondió: "De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, YO SOY." Cayó el silencio sobre la vasta concurrencia. El nombre de Dios, dado a Moisés para expresar la presencia eterna había sido reclamado como suyo por este Rabino galileo. Se había proclamado a sí mismo como el que tenía existencia propia, el que había sido prometido a Israel, "cuya procedencia es de antiguo tiempo, desde los días de la eternidad.'" (E.G. de White, El Deseado de Todas las Gentes).
¿Por qué sabemos que Jesús declaró en este pasaje su divinidad? Sencillamente por la reacción de quienes escucharon sus palabras. El relato dice: "Entonces tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo" (Juan 8:59). En los días de Cristo, la blasfemia era castigada con la lapidación (muerte a pedradas). Se entendió la declaración de Jesús como una ofensa verbal contra Dios y la blasfemia era castigada con la muerte. Si la declaración de Cristo sólo hubiera tenido la connotación de existir antes de Abraham, simplemente hubiese sido tenida como la declaración de un loco o de una persona demente que no está en su cabal jucio, sin embargo, cuando Jesús dijo con propiedad: "Antes que Abraham fuese, yo soy", ellos entendieron que había invocado como suyo el nombre de Dios y a sus oídos tal declaración era una blasfemia.
Algunos días más tarde Jesús hizo la siguiente declaración: "Yo y el Padre una cosa somos" (Juan 10:30) Estas palabras de Cristo hablaban de su unidad con Dios en esencia y naturaleza.
Nuevamente, quienes escucharon a Jesús, entendieron el significado de las palabras de Jesús y reaccionaron de acuerdo a sus declaraciones: "Los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les dijo: Os he mostrado muchas obras buenas que son del Padre. ¿Por cuál de ellas me apedreáis? Los judíos le contestaron: No te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te has declarado Dios." (Juan 10:31.33)
La Biblia es muy clara en cuanto a la divinidad de Cristo y aunque algunas personas tratan de tergiversar el significado de las palabras de Cristo, argumentando que él refería a "unidad de propósito" y no a unidad de esencia, lo cierto es que los que escucharon directamente las palabras de Jesús y presenciaron esa escena, no entendieron que Jesús hablará de "unidad de propósito", sino de "unidad en esencia" de manera que ellos dijeron a Jesús: "tú, siendo hombre, te has declarado Dios".
No hay por qué desear tergiversar las cosas que Jesús dijo acerca de sí mismo y con la intención de que los cristianos reconocieran en él a Dios, el Dios creador de todas las cosas.
En otra ocasión Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, más tendrá la luz de la vida." (Juan 12:8) Con estas palabras una vez más Jesús declara su divinidad.
Todo israelita bien enseñado en las Santas Escrituras, sabía en los días de Cristo que "Dios es nuestra luz", tal como recitaba el Salmo 27:1: "Jehová es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? Jehová es la fortaleza[a] de mi vida; ¿de quién tendré temor?"
Sabiendo esto, puesto que Jesús no ignoraba las Santas Escrituras, el declaró: "Yo soy la luz del mundo". ¿Qué significan sus palabras? A la luz de la propia Biblia y aplicando el principio de que la Biblia es su propio intérprete, las palabras de Jesús significan que él es Dios.
Observe, que lo mismo hace Jesús en Juan 10:11 en que dice: "Yo soy el buen pastor". Jesús sabía que todo israelita era llamado a reconocer en Dios a su Buen Pastor. De hecho existía un salmo, llamado "el salmo del buen pastor", que todo israelita bien instruido en su religión recitaba con frecuencia reconociendo a Dios como su Pastor.
Este es Salmo 23 y que dice: "Jehová es mi pastor, nada me faltará" y entonces describe como el Buen Pastor cuida de nosotros, sus ovejas. Jesús declara "Yo soy el buen pastor". ¿Cómo se deben entender esas palabras a la luz de la propia Biblia? Sencillamente que Jesús es el Buen Pastor de que habla Salmo 23:1 y ese Pastor es Dios.
Aún hay otro pasaje en que Jesús deja ver su divinidad es cuando sana a un paralítico en casa de la suegra de Pedro tal como relata Marcos 2:1-12.

Estando frente al paralítico Jesús le dice con toda propiedad: "Hijo, tus pecados te son perdonados". Entonces algunos de los escribas que estaban en el lugar dijeron para sí mismos: ¿Por qué habla este así? Está blasfemando, ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?"
Frente a estos pensamientos, Jesús lleva a esas personas a reflexionar que es más fácil decir "tus pecados te son perdonados" que decir con eficacía "levántate, toma tu camilla y anda". En verdad cualquier loco puede arrogarse la pretensión de perdonar pecados, pero ningún loco puede hacer caminar a un inválido. Sólo Dios puede hacer caminar a un inválido. Entonces con propiedad Jesús le dice a ese hombre paralítico: "A tí te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa". Una vez más Jesús demostró que no sólo podía perdonar pecados, sino que además tenía el poder de Dios para decir a ese hombre enfermo: "Levántate, toma tu camilla y anda".
Aún otra declaración de Jesús deja ver su divinidad. En el pasaje de Isaías 44:6 se dice: “Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.”
Jesús se adjudica esas palabras diciendo: "Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso." "No temas, yo soy el primero y el último" (Apocalipsis 1:8 y 17)
Aunque quienes se resisten a aceptar la divinidad de Cristo indican que esas palabras no pertenecen a Jesús, lo cierto es que si pertenecen a Cristo y eso queda claramente expuesto en Apocalipsis 22:13 y 16 que dice:
"Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin."
"Yo, Jesús, he enviado a mi ángel a fin de daros testimonio de estas cosas para las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, el lucero resplandeciente de la mañana."
Que estas palabras se aplican plenamente a Jesús queda manifiesto en la siguiente declaración del apóstol Pablo a los Hebreos:
"Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios." (Hebreos 12:2)
En estas palabras se llama a Jesús como el "autor", es decir el principio, y el "consumador" o fin de nuestra fe. El es el Alfa y Omega, principio y fin, el primero y el último. Jesús es el Dios de Isaías 44:6.
¿CREÍAN LOS APÓSTOLES EN LA DIVINIDAD DE CRISTO?
Juan 1: 1
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios."
Juan 20:28
"Respondió Tomás y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!"
Romanos 9:5
"De quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén."
Tito 2:13
"Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús".
προσδεχόμενοι τὴν μακαρίαν ἐλπίδα καὶ ἐπιφάνειαν τῆς
δόξης τοῦ μεγάλου θεοῦ καὶ σωτῆρος ἡμῶν Ἰησοῦ Χριστοῦ.
En este texto traducido a partir del texto griego, algunas personas consideran que se debe añadir la palabra "del" entre el "gran Dios" y "Salvador Cristo Jesús", dándole un carácter distinto al texto y quedando como "nuestro gran Dios y del Salvador Cristo Jesús". Es claro sin embargo, que el texto griego no permite ni admite tal agregado. La regla de gramática griega indica que cuando en el copulativo hay algo que conecta, une. La expresión "y" conecta dos sustantivos de la misma clase. Si el artículo viene antes del primer sustantivo y no es repetido para el segundo sustantivo, este último siempre se refiere a la misma persona expresada o descrita por el primer sustantivo.
2 Pedro 1:1
"Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han recibido una fe como la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo." (Idem ant.)
1 Juan 5:20
"Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna."
Los apóstoles, al igual que los primeros cristianos, creían en la divinidad de Cristo y reconocían en él al Dios Todopoderoso.
El apóstol Juan dice que Jesús "era Dios". El apóstol Pablo señala que Jesús Cristo, "está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos". El mismo apóstol se refiere a Jesús como "nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús". El apóstol Pedro se refiere al Cristo como "nuestro Dios y Salvador; Jesucristo". Juan en su epístola dice que Jesucristo "es el verdadero Dios y la vida eterna".
LA DIVINIDAD DE CRISTO
EN EL CONTEXTO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Más allá de que hay textos como el de Juan 1:1 en que decididamente se habla de la divinidad de Cristo y se hace referencia a él como "Dios", hay un gran número de textos y pasajes en la Biblia que dejan ver implícitamente que Jesús es Dios, no un dios menor o de una categoría inferior al Padre, sino Dios en esencia y en el más elevado sentido de la palabra.
CASO 1
Uno de estos casos es el que plantea la profecía de Isaías 9:6 y que señala que Jesús sería llamado "Dios Poderoso". Los que no aceptan la divinidad de Cristo dicen que Jesús es "Dios poderoso", o "un dios", pero no el "Dios Todopoderoso" y el "verdadero Dios", lo cual equivale a una declaración de politeísmo, pero los cristianos no son politeístas. Los cristianos tienen un sólo Dios y hacen propias las palabras: "Jehová nuestro Dios, Jehová uno es" (Deuteronomio 6:4).
El problema en el texto de Isaías 9:6 es que Jesús es llamado "Dios Poderoso", pero no "Dios Todopoderoso", y en consecuencia, quienes resisten la divinidad de Cristo, dicen que siendo llamado "Dios Poderoso", no puede ser aceptado como el "Dios Todopoderoso". Sin embargo, esta forma de razonar es errónea, ya que la propia Santa Escritura, llama "Dios Poderoso" a Jehová, y no por eso, se puede pensar que él no sea el Dios Todopoderoso. Note, el siguiente texto de Jeremías 32:18: "Que haces misericordia en millares, y vuelves la maldad de los padres en el seno de sus hijos después de ellos; Dios grande, poderoso, Jehová de los ejércitos es su nombre". Queda claro así, que el texto de Isaías 9:6 señala explícitamente que Jesús debería ser reconocido como Dios.
CASO 2
Cuando Jesús entregó la gran comisión misionera a sus discípulos les dijo: "Toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra" (Mateo 28:18). ¿Qué autoridad fue esa? El apóstol Pablo relata que cuando Jesús ascendió al cielo, se cumplió la profecía de Salmo 45:6 que decía: "Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino."
“Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos; y cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con oleo de alegria mas que a tus compañeros." (Hebreos 1:8-9)
La profecía de Salmo 45:6 se cumplió en Cristo, cuando después de su resurrección fue entronizado como Dios en el cielo y le fue dado un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla, de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra.
CASO 3
La carta del apóstol Pablo a los Hebreos 1:6 indica que cuando Jesús fue introducido en el mundo durante su encarnación, se dio la orden: "Adorenle todos los ángeles de Dios".
Evidentemente, la Biblia es muy clara en señalar que sólo se puede adorar a Dios. Esto lo dejó claro el propio Jesús en Mateo 4:8-10. El apóstol Pedro en Hechos 10:25-26. Los ángeles en Apocalipsis 22:8-9.
Si sólo se debe rendir un acto de adoración a Dios y en el mismo cielo se da la orden de "adorar a Jesús" se hace claro que el cielo reconoce la divinidad de Cristo.
Quienes resisten la divinidad de Cristo objetan que en Hebreos 1:6 se ordena rendir un homenaje a Jesús pero no rendirle un acto de adoración. Lo cierto es que la expresión que se vierte "adorar" en Hebreos 1:6 (προσκυνέω) se vierte generalmente como "adorar" en el Nuevo Testamento. No es lógico, ni consecuente traducir el verbo como "rendir homenaje" sólo en relación con este versículo. Es claro que las mismas traducciones que vierten actualmente la expresión προσκυνέω como "rendir homenaje" en el pasado lo traducían como "adorar", que es la traducción más consecuente.
CASO 4
El Salmo 24:7-10 habla del Rey de Gloria y dice que este Rey de Gloria es Jehová, el Dios Todopoderoso. El apóstol Pablo, un estudioso de las Santas Escrituras, señala que aquel Rey de Gloria o Señor de Gloria es Jesucristo a quien los judíos cruficicaron, diciendo: "la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria" (1 Corintios 2:8). ¿Quién fue crucificado en la cruz? A través del profeta Zacarías, Dios dice: "y mirarán a mí, a quien traspasaron" (Zacarías 12:8). Sobre esto, el apóstol Pablo señala: "Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo" (2 Corintios 5:19) y siendo tal como decía la profecía: "Dios con nosotros" (Mateo 1:23).
OBJECIONES PLANTEADAS A LA DIVINIDAD DE CRISTO
CASO 1
Quienes no aceptan la divinidad de Cristo, argumentan que la Biblia llama "unigénito" a Jesús en Juan 3:16 y que tal expresión indica que fue engendrado, ya que unigénito significa "único engendrado".
La palabra "unigénito” se traduce de la palabra griega monogenes.
Así se escribe el texto de Juan 3:16 en griego, el idioma original en que fue escrito el Evangelio de Juan:
Οὕτως γὰρ ἠγάπησεν ὁ θεὸς τὸν κόσμον, ὥστε τὸν υἱὸν
τὸν μονογενῆ ἔδωκεν, ἵνα πᾶς ὁ πιστεύων εἰς αὐτὸν
μὴ ἀπόληται ἀλλ' ἔχῃ ζωὴν αἰώνιον.
La palabra griega μονογενὴς es traducida en el Nuevo Testamento varias veces al español como “único,” o “unigénito.” Es traducida como "único" cada vez que no está en relación a Jesús (Lucas 7:12; 8:42; 9:38; Hebreos 11:17). Es traducida como "unigénito" siempre que está en relación a Jesús (Juan 1:14, 18; 3:16, 18; 1 Juan 4:9). ¿Por qué se produce esto?
Antes de explicar por qué la palabra griega μονογενὴς se traduce como unigénito en relación a Jesús, debemos aclarar que esta traducción especial data de los tiempos en que Jerónimo tradujo la Biblia y con ello el Nuevo Testamento del griego al latín, la lengua de mayor uso en su tiempo, el Siglo V D.C.
Siendo así, la palabra griega μονογενὴς se tradujo como unigénito primero al latín y después a las lenguas más populares, como el inglés, el alemán o el español. Antes de eso, la palabra unigénito no aparecía en la Biblia, en cambio aparecía la palabra griega μονογενὴς en el griego original en que el Nuevo Testamento fue escrito.
La palabra griega μονογενὴς ,como ya se dijo no significa "único engendrado" sino "único" y de esa manera es traducida generalmente en textos como Hebreos 17:18.
De acuerdo al Léxico Griego-Inglés del Nuevo Testamento y otra Literatura Cristiana Primitiva (BAGD, 3ª. Edición), μονογενὴς tiene dos definiciones primarias. La primera definición es “Referente a ser el único en su tipo dentro de una relación específica.” y la segunda, “Referente a ser el único de su tipo o clase, único en su género.” Juan es el único que usa esta palabra en relación a Jesús en Juan 1:18; 3:16, 18; 1 Juan 4:6.
¿Por qué Jerónimo tradujo la palabra griega "único" o "único en su género" como "unigénito" que significa "único engendrado"? Sencillamente, porque Jerónimo deseaba resaltar la persona de Jesús como un ser único engendrado por Dios mismo y que compartía su misma naturaleza. De hecho, en algunas traducciones del Nuevo Testamento, la palabra μονογενὴς aparece incluso relacionada con la palabra "Dios", tal como se observa en Juan 1:18:
θεὸν οὐδεὶς ἑώρακεν πώποτε: μονογενὴς θεὸς ὁ ὢν εἰς
τὸν κόλπον τοῦ πατρὸςἐκεῖνος ἐξηγήσατο.
Fue Jerónimo quien introdujo la palabra "unigénito" en su traducción de la Biblia conocida como Vulgata Latina. De ahí que no debiera ser usada esta expresión como un argumento en contra de la divinidad de Cristo, ya que tal palabra no aparece en el original del Evangelio de Juan. En consecuencia, Jesús no es el "único engendrado" como quiere decir la palabra latina "unigénito" sino más bien el "único en su género" como quiere decir la expresión original de Juan en el griego y que es la correcta traducción de la palabra griega μονογενὴς que aparece en los textos y manuscritos originales del Evangelio de Juan y en otros versículos del Nuevo Testamento.
CASO 2
Como argumento para desestimar la divinidad de Cristo se dice que Jesús fue "engendrado" por Dios en alusión a Hebreos 1:5: "Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, y él me será a mí hijo?"
Lo expresado por el apóstol Pablo a los Hebreos en relación a Cristo, es una referencia a Salmo 2:6-8 y que dice: "Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte. Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra."
Ahora bien, ¿qué significan estos textos de la Biblia? ¿Es Jesucristo una persona divina engendrada por Dios en el principio de los tiempos y antes de que fueran creadas todas las cosas? ¿Qué enseñan en verdad los textos de Hebreos 1:5 y Salmo 2:6-8?
Las palabras de Hebreos 1:5 y de Salmo 2:6-8 refieren no al engendramiento literal de Cristo como Hijo sino al momento en que después de su resurrección él es reconocido y entronizado como Rey en el cielo, convirtiéndose en el profetizado Hijo de Dios que recibe el reino de manos de su Padre tal como expone Hebreos 1:8.
Con ocasión de la resurrección de Cristo y posterior entronización de Cristo en el cielo se cumplieron las siguientes palabras proféticas: “Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú, yo te engendré hoy.” Con relación a estas palabras se pronuncia también la promesa: “Pídeme, y te daré por heredad las gentes, y por posesión tuya los términos de la tierra. Quebrantarlos has con vara de hierro: Como vaso de alfarero los desmenuzarás." [Salmo 2:7-9] La aplicación de estas palabras a la resurrección de Cristo es presentada por la propia inspiración en Hechos 13:33 y confirmada más tarde por el propio apóstol Pablo, quien refiriéndose a la ascensión de Cristo al cielo después de su resurrección aplica nuevamente las palabras del salmo segundo en Hebreos 1:5. El "engendramiento" no refiere entonces exclusivamente a la creación literal de Cristo sino a su engendramiento como Hijo y Rey después de la resurrección.
Note que, según dos eruditos bíblicos, este sentido tienen las palabras del Salmo 2, que además son citadas en Apocalipsis 12:5 en que habla del alumbramiento del Hijo por parte de la mujer que es la Iglesia.
“Salomón Freehof en su comentario sobre los Salmos, acerca del Salmo 2:7 dice lo siguiente: ‘Hoy te he engendrado, es decir, te he ungido como rey.’ No significaba que el rey había nacido ese día, sino que en ese día él había sido entronizado como rey, era el día de la coronación y al ser entronizado como rey llega a ser hijo de Dios, como si lo hubiese engendrado, porque Dios quería que los judíos miraran hacia el rey como su representante. El no podía gobernar como los déspotas orientales, era un representante de Dios, por eso el día que fue entronizado Dios le dijo: ‘Tú eres mi hijo, hoy te he engendrado.’
El segundo erudito judío es Abrahám Cohen, inglés y uno de los más capaces de nuestra generación. En su libro titulado “Los Salmos”, refiriéndose a Salmo 2:7 dice: ‘Hoy te he engendrado,’ debe ser entendido en un sentido figurado. En el día en que era entronizado el rey era engendrado como su siervo para guiar los destinos de su pueblo.” [Donald Cámeron R., “Tratando con los Testigos de Jehová”, pág. 27]
De acuerdo a lo anterior los pasajes de Hebrfeos 1:5, así como Apocalipsis 12 con relación al engendramiento y alumbramiento de Cristo, teniendo como base el Salmo 2, hallan su más pleno cumplimiento en el año 31 de nuestra era, año en que Jesús después de su resurrección es entronizado como Rey en el cielo y no en el momento de su nacimiento literal en Belén y menos en su "engendramiento" como criatura en el principio de los tiempos.
Observe que cada vez que en la Biblia se hace referencia a Salmo 2 en relación con Cristo, se le asocia no con su nacimiento literal ni con su engendramiento como criatura en el principio de los tiempos sino con su entronización como Rey en el cielo. Este sentido tiene en Hebreos 1:5 y 5:5 por ejemplo.
“Los cristianos judíos lo usaron en el N. Testamento con este mismo sentido. Los judíos entendían que el Salmo 2 se aplicaba al rey y ‘yo te he engendrado hoy’ se aplica a su entronización. Por eso cuando Pablo usa el pasaje y es el único que lo usa en el N. Tes. Lo hace con su vigorosa formación rabínica citando el pasaje, ‘hoy te he engendrado’. Lo usa con el sentido judío en la idea de que Cristo ha sido entronizado y por eso en un sentido figurado ha sido engendrado por Dios.”
“Cuando Cristo resucitó y ascendió fue entronizado como rey. Es claro que no se refiere al nacimiento de Cristo… Se refiere al momento de su ascensión cuando fue coronado como Rey de reyes: cuando como lo dijo Pablo en Filipenses 2:9, él recibió un nombre que está sobre todo nombre (Heb. 1:5-8; Rom. 1:4; Hechos 4:25-28; Hechos 5:31-32; Hebreos 5:5). Así nuestro Señor Jesucristo fue entronizado (engendrado) como pontífice y rey luego de su resurrección.” [Donald Cámeron R., “Tratando con los Testigos de Jehová”, pág. 28]
La entronización de Cristo como Rey se efectuó después de su resurrección en el año 31 de nuestra era y siendo así, la entronización del Hijo de Dios está directamente asociada en el capítulo 12 del Apocalipsis con la expulsión de Satanás del cielo, evento que se produjo el mismo año.
Es bien sabido que en el tiempo antiguo, cuando un rey era entronizado, éste expulsaba de su dominio a sus más fervientes detractores, de modo que la expulsión de los detractores seguía a la entronización de todo nuevo rey. Este procedimiento obedece a un principio natural que indica que no pueden marchar juntos quienes en lo fundamental no están de acuerdo. [Amós 3:3; 2 Corintios 6:14-15] Del mismo modo, cuando Cristo fue entronizado como Rey en el cielo, quedó demostrada la absoluta falsedad de los asertos de Satanás y esté fue consecuentemente expulsado del cielo.
Tanto Hebreos 1:5 y 5:5, así como Apocalipsis 12:1-6, hacen alusión al salmo segundo, en que Dios habla diciendo "Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy", aludiendo al momento después de la resurrección de Cristo y en que es recibo en el cielo para ser entronizado como Rey tal como expresa el apóstol Pablo por inspiración diciendo: "la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy." (Hechos 13:33)
Luego, si la propia inspiración explica el Salmo 2 en Hechos 13:33 aplicándolo a la resurrección de Cristo y su entronización como Rey en el cielo, lo cual también hace Hebreos 1:5 y Apocalipsis 12, no queda lugar para que quienes no aceptan la divinidad de Cristo, le asignen un significado que en verdad no tiene y no se justifica torcer el sentido verdadero de una profecía bíblica para acomodarlo a una creencia favorita.
CASO 3
El uso de la palabra "primogénito" (primer nacido) en relación a Jesús lleva a algunas personas a pensar que Jesús es una persona que sí tuvo un principio y que es creado, de lo cual deducen que no puede ser Dios.
El término "primogénito" viene del griego πρωτότοκον que significa "el primer nacido" o "el primero que es dado a luz". El término es aplicado siete veces a Jesús en el Nuevo Testamento.Dos de ellas se refieren al nacimiento físico de Jesús en la Tierra. María no había tenido hijos antes de Jesús y en este sentido era su primogénito (Mateo 1:25 y Lucas 2:7).
Las otras cinco no se ocupan del nacimiento físico de Jesús:
1.- Romanos 8:29: 'para que él sea el primogénito entre muchos hermano'
2.- Colosenses 1:15: 'el primogénito de toda criatura'
3.- Colosenses 1:18: 'el primogénito de los muertos'
4.- Hebreos 1:6: 'cuando introduce al primogénito en la tierra'
5.- Apocalipsis 1:5: 'el primogénito de los muertos'.
¿Qué significa que Jesús sea llamado primogénito? ¿Qué entendía la sociedad judía por primogénito?
La sociedad judía estaba construida en torno al núcleo familiar, el padre era el dirigente, él era el rey, el jefe y sacerdote. Cuando tenía hijos, el mayor era el primogénito (varón no niña) pues él habría de suceder al padre y conservar el nombre. Este primogénito tenía privilegios especiales:
1.- En primer lugar sucedía al padre como dirigente del clan,
2.- En segundo lugar, era el sacerdote de la familia,
3.- En tercer lugar, él recibía una doble porción de los bienes materiales de la familia. Estos privilegios eran muy deseados, lo que se deja ver claramente en la hitoria de Jacob y Esáu.
La "primogenitura" o derechos del primogénito, no eran de inalterable propiedad del primer hijo nacido, sino que dicho derecho podía en algún momento llegar a perderse, como sucedió por ejemplo en el caso de Esaú, que perdió su primogenitura por un plato de lentejas y ésta fue traspasada a Jacob su hemano menor (Génsis 25:21-34; 27:1-44; Hebreos 12:16-17). Igual situación sucedió en el caso de Rubén, el hijo mayor de Jacob y su primogénito, quien por el pecado de haber tomado a una de las concubinas de su padre, fue despojado de su primogenitura, que fue traspasada a Judá uno de sus hermanos (Génesis 29:32; 35:23, 22; 49:1-4, 8-10; Apocalipsis 7:5).
Se puede analizar otros dos casos. En el 1 Samuel 16:1, 10-12, el profeta Samuel se presenta para ungir al segundo rey de Israel y Dios le indica que debe ser un hijo de Isaí. El profeta se dirige para ungir al hijo mayor de Isaí por ser el primogénito, sin embargo Dios se señala al más joven, a David. ¿Es David el primogénito? No. Sin embargo, a él elige Dios como primogénito (Salmo 89:20-27). David no era el primogénito y sin embargo Dios lo llama así. ¿Era David el primer hijo nacido de Isaí? No, por que en hecho, era el menor. ¿Se refiere el término primogénito nada más que al nacimiento físico y literal de una persona? No, porque en realidad el término primogénito está en relación a los derechos de primogenitura y esos derechos no son prerrogativa exclusiva del primer nacido o del hijo mayor de una familia, sino de quien es digno de ser investido con la primogenitura y en consecuencia, ser llamado el primogénito. Posteriormente, Dios reconoce como primogénito a Eprhaim (Jeremías 31:9). Eprhaim no era el primogénito, pero Dios los exaltó como primogénito por la falta de fidelidad de Manasés.
Encontramos otro caso en Génesis 48:8.20, en que Jacob concede la primogenitura a Eprhaim hijo de José, aunque el primer hijo de José era Manasés. Nuevamente se observa que la primogenitura no está ligada indisolublemente al primer nacido o al hijo mayor, sino más bien a aquel que ostenta las cualidades del primogénito.
Jesús es 'el primogénito entre muchos hermanos'. El término aplicado a Cristo no significa que el sea el primer hijo nacido de la familia humana (que fue Adán), sino que él ocupa el lugar de privilegio como primogénito, ya que es el único que ha logrado vivir una vida de perfecta obediencia a Dios, sin pecado (Hebreos 1:6).
Jesús 'el primogénito de toda criatura'. El término aplicado a Cristo no indica que él sea la primera criatura creada por Dios, sino que el alcanza la dignididad del primogénito (Filipenses 2:9-11).
Jesús 'el primogénito de los muertos'. Jesús no es la primera persona que ha resucitado de los muertos ya que antes de él había resucitado Moisés (Deuteronomio 34:5-7; Judas 9; Mateo 17:1-3).
Consecuentemente, que Jesús sea llamado "primogénito" en las Santas Escrituras no significa que fue "el primer ser creado" sino que como hombre, llegó a ser 'el primogénito entre muchos hermanos' y 'el primogénito de toda criatura' no contradiciendo su divinidad, sino más bien dando cuenta de su verdadera humanidad.
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