MUNDO Y RELIGIÓN - M&R |
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1 Juan 5:7 Y estos tres son uno |
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"Porque tres son los que dan testimonio en el cielo,
el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo,
y estos tres son uno"
(1 Juan 5:7)
Reina - Valera 1909
1 Juan 5:7 es quizás uno de los textos de la Biblia más discutidos entre los cristianos y especialmente por aquellos que se sienten cercanos a la crítica textual.
Recordemos que la crítica textual es la disciplina que procura establecer la fidelidad de un autografo o escrito original a partir de los testimonios o testigos que han quedado de dicho registro. En el caso de la Biblia, se procura establecer la fidelidad de la Biblia moderna en base al estudio riguroso de los papiros, manuscritos y códices que de ella se han conservado a través del tiempo.
En especial, 1 Juan 5:7 es discutido por dos razones principales, desde el punto de vista de la crítica textual porque se adelanta en decir que dicho texto o versículo no aparece en los manuscritos griegos más antiguos, específicamente los manuscritos alejandrinos de la mitad del Siglo IV y también del Siglo V, lo cual en opinión de los críticos textuales le quita soporte a dicho texto ya que se entiende que los manuscritos más antiguos son más cercanos y fieles al original escrito por el apóstol Juan antes de fines del Siglo I. En estos manuscritos alejandrinos como son el manuscrito Sinaítico y el manuscrito Vaticano por ejemplo, el texto de 1 Juan 5:7 no se encuentra y por tanto, se dice que es un agregado, una interpolación, una adulteración del escrito original del apóstol Juan.
Por otra parte, y desde el punto de vista teológico, 1 Juan 5:7 es discutido porque de su expresión parece confirmarse plenamente la doctrina de la Trinidad y que enseña que Dios se manifiesta a través del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, siendo tres personas distintas y diferenciadas, pero un solo Dios. Esto, si bien es compartido por la gran mayoría de los cristianos quienes reconocen tres personas y un solo Dios, no es en cambio mirado con buenos ojos por algunas corrientes minoritarias dentro del propio cristianismo como son las corrientes arrianas (simpatizantes de la WatchTower y algunos adventistas del séptimo día) y las corrientes sabelianas (Iglesia Unicitaria).
Recordemos que los arrianistas, siguen a Arrio (256 - 335 d.C. aprox.) que fue un asceta, presbítero y sacerdote de Alejandría que provocó una de las primeras grandes controversias teológicas dentro del cristianismo al proponer que el Hijo (Jesús) es un dios menor creado por el Padre y subordinado a El. Estas ideas de Arrio, que surgieron de su particular interpretación de las Santas Escrituras, provocaron gran controversia y divisiones entre los cristianos del Siglo III y IV que hizo necesario la convocación del Concilio de Nicea en el año 325 d.C. a principios del Siglo IV.
Si bien el arrianismo fue refutado en el Concilio de Nicea 325 d.C. las raíces del arrianismo nunca han desaparecido por completo y cada cierto tiempo aparecen nuevamente en la historia de la Iglesia, últimamente a través de las enseñanzas de los simpatizantes de la WatchTower y en los últimos años a través de algunos grupos disidentes dentro de los adventistas del séptimo día.
Por su parte, el sabelianismo que identifica a los seguidores de Sabelio un cristiano herético que promulgó su enseñanza a inicios del Siglo III, enseña que existe un solo Dios que se revela o da a conocer de tres maneras o formas distintas, es decir, una misma persona con tres nombres diferentes (el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo). Estas personas se empeñan en demostrar que el Padre, es la misma persona que el Hijo y que a su vez es la misma persona que el Espíritu Santo. Según esta doctrina, Dios se manifiesta en tres modos distintos, por lo que era ''Padre'' en el Antiguo Testamento, ''Hijo'' en la encarnación y ''Espíritu Santo'' en Pentecostés. Esta enseñanza es difundida actualmente por los partidarios de la "Unicidad de Dios" dentro del protestantismo.
Como se puede apreciar, dentro del cristianismo, no todos ven con buenos ojos lo expresado en 1 Juan 5:7 que claramente dice que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: "estos tres son uno" razón por la cual el texto es discutido, repudiado y negado tanto por arrianos como sabelianos. El debate respecto a 1 Juan 5:7 ha perdurado por siglos y durante todo este tiempo ha contado con quienes lo apoyan y también con muchos detractores. El debate mismo aún continúa y genera conflictos entre los cristianos y lectores de la Biblia. No es nuestro ánimo encender aún más el debate, sino tan sólo presentar nuestro punto de vista y respetando por supuesto, el punto de vista de quienes no lo comparten y considerando sus argumentos, ya que el Señor Jesús oró por la unidad de todos los cristianos, algo con lo cual sí estamos de acuerdo y con lo cual, por supuesto deseamos contribuir.
1 JUAN 5:7
TEXTO CRÍTICO Y TEXTO RECIBIDO
La controversia respecto a 1 Juan 5:7 se inicia con la crítica textual ya que mientras la mayoría de las traducciones o versiones de la Biblia se basan en el Texto Recibido (Textus Receptus) de Erasmo, otras, en cambio, se basan en el Texto Crítico (basado en los manuscritos griegos más antiguos procedentes de Alejandría).
Las traducciones de la Biblia que se basan en el Textus Receptus usan una edición del Nuevo Testamento Griego que fue editado por primera vez por el erudito holandés Erasmo de Róterdam (Desiderius Erasmus) e impreso por primera vez en 1516 edición que se basa principalmente en cinco o seis manuscritos, la mayoría de los siglos XI y XII y luego, corregido, en 1519, 1522, 1527 y 1533.
El Textus Receptus de Erasmo, si bien corresponde a una obra del Siglo XVI época en que también surge la Reforma Protestante, se basa en traducciones del Nuevo Testamento en latín, eslavo, copto, siríaco, gótico, etíope, etc. obras que fueron desarrolladas en tiempos anteriores a su edición. Siendo así, el Textus Receptus es una traducción basada en traducciones anteriores que se fueron conservando a través de los siglos y que llega hasta nuestros días a través de la obra de Erasmo. Ahora bien, la obra de Erasmo es criticada porque la mayoría de las fuentes que él utilizó no fueron escritas en el idioma original en que escribieron los apóstoles de Jesús, a saber, el griego. En cambio, el Texto Recibido está basado en su mayoría en traducciones del griego a los idiomas vernáculos realizadas en los primeros siglos.
Sabiendo todo esto, cabe preguntar: ¿De donde nace el Texto Crítico? En el Siglo XIX se pone a disposición de los estudiosos dos manuscritos del Nuevo Testamento y que además de ser muy antiguos (Siglo IV) estaban escritos en griego, el idioma original en que fueron escritos tanto los evangelios como las cartas apostólicas y también el Apocalipsis. Estos manuscritos son el Manuscrito Sinaítico y el Manuscrito Vaticano y, a partir de su hallazgo, fueron considerados de mucho mayor valor que las fuentes utilizadas para generar el Textus Receptus.
Hoy en día, los críticos textuales se manifiestan a favor de una u otra fuente a la hora de realizar una nueva traducción de la Biblia y especialmente del Nuevo Testamento. Igualmente, a la hora de evaluar una traducción ya existente, los críticos preguntan cuál es la fuente de dicha traducción, ya sea el Textus Receptus o el Texto Crítico.
Como se dijo, los detractores del Textus Receptus, que fue la obra que usaron los reformadores del Siglo XVI, cuestionan que dicha obra no se basó en los manuscritos más antiguos que se conoce y además, dichos manuscritos no fueron escritos en el griego original sino que comprende traducciones del griego al latín, eslavo, siríaco, copto, etíope, gótico, etc.
Huelga decir, que los manuscritos que se conoce hoy en día, como se dijo, el manuscrito Sinaítico y el manuscrito Vaticano, se dieron a conocer sólo a fines de la primera mitad del Siglo XIX y posterior, de manera que Erasmo no tenía cómo usar esas fuentes para su obra que fue editata en el año 1516.
No obstante, el Texto Crítico si bien se basa en los manuscritos más antiguos y que si fueron escritos en el griego original en que se escribió el Nuevo Testamento, es cuestionado porque es un texto basado en manuscritos procedentes de Alejandría y que se cree pueden haber sido afectados por la disidencia contra el cristianismo tradicional surgida en aquella región precisamente en la fecha en que están datados estos documentos.
Efectivamente, estos manuscritos que hasta después de iniciada la Reforma Protestante estaban bajo custodia en instituciones católicas son llamados "los manuscritos alejandrinos" ya que proceden de Alejandría, una zona del mundo antiguo y en un tiempo (Siglo IV) donde proliferaron las corrientes gnósticas, que negaban doctrinas como la encarnación de Cristo, su divinidad, tergiversaban su naturaleza humana, etc. Igualmente, de Alejandría surgió de manera más fuerte el arrianismo, que no sólo negaba la divinidad de Cristo sino que aseguraba que el Hijo fue creado por el Padre.
Un detalle interesante de considerar es que el m. Sinaítico es una obra escrita aproximadamente entre 330 - 350 d.C. y corresponde a material descubierto en 1844 en el Monasterio de Santa Catarina en Sinaí, y que en dicho monasterio no era considerado de valor ni guardado en bibliotecas sino más bien apilado para ser quemado como material desechable. El material que estaba apilado para ser eliminado, y que más tarde fue ampliado con documentos que estaban en bodegas sin ningún tipo de cuidados, contenía versiones griegas de los Evangelios, las cartas apostólicas, Apocalipsis y otros documentos. Sin embargo, todo este material no era considerado de valor para aquellos monjes católicos.
Ahora bien, cabe preguntar: ¿por qué los monjes y custodios católicos en vez de atesorar estos manuscritos como se hace hoy en día, los apilaban para ser quemados o desechados como material inútil? ¿Por qué si eran tan valiosos se encontraban apilados en bodegas sin ningún cuidado? No es muy difícil pensar que tal vez estos manuscritos estaban afectados por las herejías propias de Alejandría, como el arrianismo por ejemplo y las enseñanzas del gnosticismo y por esa razón eran considerados no útiles para el estudio o bien para ser conservados con algún fin posterior.
Algo parecido ocurre con el m. Vaticano, que por extraña razón nunca fue utilizado para producir la traducción oficial de la Iglesia Católica al latín, la lengua oficial del romanismo y conocida como Vulgata latina de Jerónimo.
Coincidentemente, son precisamente los versículos que dicen relación con las creencias y herejías del arrianismo y del gnosticismo, las que distinguen al Texto Crítico basado en esos manuscritos del Textus Receptus.
Por ejemplo, en el Texto Crítico en Juan 1:18 refiere a Jesús como "Dios unigénito", mientras que el Textus Receptus refiere "Hijo unigénito". A todas luces y contextualizando lo expresado por Juan el apóstol en el autografo, lo más probable es que la vesión original dijera "Hijo unigénito" y no "Dios unigénito", ya que esta última traducción deja la idea de que el Hijo sería un dios engendrado. De hecho, quienes usan el Texto Crítico, como por ejemplo los simpatizantes de la WatchTower precisamente enseñan que Jesús, el Hijo, es un dios menor engendrado por el Padre y suelen usar este texto para eso.
Otro caso, 1 Timoteo 3:16 referente al misterio de la piedad, en el Texto Crítico dice: "el cual fue manifestado en carne" sin aclarar quién fue manifestado en carne, un texto ambiguo y sin sentido, mientras que el Textus Receptus refiere: "Dios ha sido manifestado en carne" clara alusión a la encarnación de Cristo que vendría a ser "Dios con nosotros", la misma enseñanza consignada en Juan 1:1 y 14. Nuevamente, las corrientes arrianas esgrimen el Texto Crítico para despojar a Jesús de su divinidad y apoyar el error de que Jesús fue creado como Hijo por el Padre en tiempos anteriores a la creación del mundo.
Lo mismo ocurre con 1 Juan 5:7 que dice: "Tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo. Y estos tres son uno." Un texto que causa mucha incomodidad a los arrianos y sabelianos de hoy.
Puesto que este texto incomoda a arrianos y sabelianos, ambas corrientes sostienen que 1 Juan 5:7 corresponde a una inserción en la primera carta del apóstol Juan a los cristianos.
El texto de 1 Juan 5:7 no se encuentra en los
manuscritos alejandrinos del Siglo IV y V
1 JUAN 5:7
¿INSERCIÓN U OMISIÓN?
El Textus Receptus contiene 1 Juan 5:7 y sus detractores se adelantan a señalar que esto es una inserción en el texto original escrito de puño y letra por el apóstol Juan. Por su parte, el Texto Crítico no contiene 1 Juan 5:7 y quienes lo impugnan indican que es una omisión de lo que en verdad escribió el apóstol Juan. ¿Quién dice la verdad? o ¿quién está más cerca de la verdad?
Mientras que se sospecha que el Textus Receptus producto de ser una copia de otras copias, puede haber sido alterado a través del tiempo y una de esas alteraciones o inserciones pudiera ser 1 Juan 5:7, ya vimos en cambio, que el Texto Crítico está bajo sospecha de haber sido alterado por las influencias del gnosticismo y el arrianismo de Alejandría y que precisamente presenta una variación en textos significativos a la hora de establecer la encarnación y naturaleza humana de Cristo, así como su plena divinidad. Una de estas omisiones pudiera ser 1 Juan 5:7.
Queda entonces plenamente establecida la pregunta: ¿Es 1 Juan 5:7 una inserción del Textus Receptus o una omisión del Texto Critico?
Puesto que no disponemos de manuscritos anteriores al Siglo IV, es decir manuscritos en griego anteriores al año 300 d.C. deberíamos confiar en los manuscritos más cercanos a esa fecha y en este sentido sólo contamos con los manuscritos alejandrinos (m. Sinaítico, m. Vaticano). Estos manuscritos no contienen 1 Juan 5:7. Hasta ahí pudiera quedar sanjado el problema y aceptar que el texto es una inserción aparecida en siglos posteriores de donde la recoge el Textus Receptus en el Siglo XVI.
Sin embargo y de manera sorprendente aparecen otros antecedentes que es interesante tener en cuenta en la discusión como por ejemplo, los escritos de los primeros cristianos o cristianos del Siglo I y II d.C. y que se conservan en cartas, escritos y tratados que citan profusamente los escritos de los apóstoles que conocieron directamente a Jesús de Nazareth. Los escritos de estos cristianos de los primeros siglos son, aproximadamente, 250 años más antiguos que el más antiguo manuscrito griego en que se basa el Texto Crítico.
Los escritos de estos cristianos de los primeros siglos dejan ver claramente que hay omisiones en el Texto Crítico, ya que mencionan párrafos y frases que aparecen en el Textus Receptus y que sin embargo, no aparecen en el Texto Crítico. Si consideramos estos escritos como un antecedente válido para dilucidar el debate que nos ocupa, tendríamos que decir que el Texto Crítico verdaderamente omite párrafos y frases que si aparecen en el Textus Receptus y mirado desde este punto de vista, el Textus Receptus a pesar de no utilizar fuentes tan antiguas como el Texto Crítico, en la práctica sería mucho más fiel al autografo que este último.
Cabe aclarar, que para efectos de la crítica textual los eruditos no asignan gran valor a los escritos de los primeros cristianos o la tradición escrita de los primeros siglos, ya que ellos clasifican a los testigos o documentos de la crítica textual en categorías y en este caso, el m. Sinaítico y el m. Vaticano están catalogados como de primera categoría. No obstante, ese es un juicio que podemos o no compartir y en este caso no compartimos, dado que dichos manuscritos son originarios de una región de la antiguedad (Alejandría) donde proliferó el arrianismo y el gnosticismo precisamente en las fechas en que éstos fueron escritos y por otra parte, estos documentos estaban almacenados (y no guardados) de manera muy dudosa en monasterios y centros de acopio de documentos católicos cuando fueron encontrados o dados a luz y al conocimiento público.
Una de las omisiones a considerar del Texto Crítico encontramos en 1 Juan 4:3 en que se discute la encarnación de Cristo. El Textus Receptus dice: "Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo es venido en carne, no es de Dios" (Reina - Valera 1909). Por su parte, el Texto Crítico dice: "Pero toda expresión inspirada que no confiesa a Jesús no se origina de Dios" (TNM) o como dice la versión Nácar - Colunga: "Pero todo espíritu que no confiese a Jesús, ese no es de Dios". ¿Inserción del Textus Receptus u omisión del Texto Crítico?
Bueno, en el año 105 d.C. y unos 8 a 10 años después de la muerte del apóstol Juan (quién murió aproximadamente en el año 96 - 98 d.C.), su discípulo directo Policarpo escribió en su Epístola a los Filipenses diciendo: "Porque el que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es anticristo". La cita de Policarpo, que como ya dijimos fue discípulo directo del apóstol Juan y evidentemente poseía una copia de la primera carta de Juan muy cercana al original, refiere de manera prácticamente literal lo expresado en 1 Juan 4:3 por Textus Receptus y que se atribuye al apóstol. Esta fuente es a lo menos 250 años más antigua que cualquiera de los manuscritos alejandrinos que fundan el Texto Crítico. ¿Si la sentencia de 1 Juan 4:3 "porque el que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, este es el espíritu del anticristo" fuera una inserción del Textus Receptus escrito en el Siglo XVI, porque Policarpo la cita textualmente en el Siglo II?
Notemos que negar la encarnación de Cristo, es una de las herejías del gnosticismo y precisamente, el Texto Crítico omite la expresión "Cristo" y "ha venido en carne", que es justamente el énfasis de este pasaje de la primera epístola del apóstol Juan, porque ya desde el primer siglo surgió la herejía de los gnósticos, que negaban la encarnación de Cristo. ¿Inserción u omisión? Claramente, aquí estamos en presencia de una omisión tendenciosa del Texto Crítico y que obedece al uso de los manuscritos alejandrinos.
Hasta aquí, los defensores del Texto Crítico argumentan que si una palabra, frase, versículo o párrafo no aparece en dicho texto, es porque no estaba en el escrito original, sin embargo, no podemos decir esto si consideramos la evidencia respecto de 1 Juan 4:3 en que existe prueba de que se conocía el texto, y era atribuído a Juan el apóstol al menos 250 años antes de que fuera escrito el primero de los manuscritos alejandrinos.
¿Qué hay respecto a 1 Juan 5:7? Puede haber ocurrido algo similar. ¿Se conocía 1 Juan 5:7 antes del Siglo IV? Veamos:
Tertuliano (200 d.C. aprox) escribió lo siguiente: "Así, la conexión del Padre en el Hijo y del Hijo en el Paráclito produce tres Personas coherentes, pero distintas una de otra. Estos tres son uno en esencia, no una Persona, como se dice, "Yo y mi Padre Uno somos" (obra de Tertuliano "Contra Praxeas" capitulo 25). Si bien Testuliano no cita el versículo de manera completa, sí utiliza las mismas palabras de 1 Juan 5:7 "estos tres son uno", y lo más interesante es que cita las mismas palabras de Juan 10:30 "Yo y mi padre uno somos", las palabras y el contexto de Tertuliano nos indica que en este párrafo citó tanto 1 Juan 5:7 como Juan 10:30.
Cypriano de Cártago, aproximadamente en 250 d.C escribió en su obra Tratado I diciendo: "Dice el Señor: 'Yo y el Padre somos una misma cosa' (citando Juan X, 30). Así como también está escrito del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que 'los tres son uno solo' (citando I Juan, V, 7)."
Cypriano de Cártago cita textual y literalmente del Evangelio de Juan 10:30 en que Jesús da a conocer su íntima unión con el Padre, diciendo: "Yo y el Padre somos uno". Mientras el resto del párrafo es una clara y directa alusión a 1 Juan 5:7 y que termina con la cita textual del versículo que dice: "Y estos tres son uno". Cypriano refiere dos citas bíblicas del Nuevo Testamento, una de ellas el Evangelio de Juan 10:30 y la otra, 1 Juan 5:7 ya que no existe ningún otro versículo en toda la Biblia que diga manifiestamente: "Y estos tres son uno." Esta referencia a 1 Juan 5:7 es a lo menos 100 años más antigua que los manuscritos alejandrinos. ¿Por qué si Cypriano reconoce que estas palabras pertenecen a los escritos del apóstol Juan, como es 1 Juan 5:7, éstas no están registradas y se omiten en el Texto Crítico?
Otro antecedente a considerar sería Atanasio (350 d.C aprox) quien escribió una sinopsis de la Epístola 1 Juan, y en aquella obra incluyó un resumen del capítulo 5, diciendo: "El Apóstol aquí enseña la unidad del Hijo con el Padre". Es claro, que en toda la primera epístola de Juan, no hay otro lugar aparte de 1 Juan 5 (fuera del versículo 7) que enseñe la unidad del Padre con el Hijo. Es claro, que Atanasio se refería a 1 Juan 5:7.
En años posteriores aparece 1 Juan 5:7 en las obras de Prisciliano de Ávila, ± 340 - 385, Siglo IV d.C. Se encuentra en la obra "Contra Varimadum" escrita ± 445- 450 d.C. siendo usada posteriormente por Fulgencio, un obispo africano. Durante el Siglo V la coma joánica se incluyó en una confesión de fe presentada a Hunerico, rey de los vándalos. También se cita el texto en las obras latinas de Vigilio de Tapso hacia fines del Siglo V.
Como se puede ver, el texto de 1 Juan 5:7 es referido con una antiguedad incluso anterior a los manuscritos alejandrinos que lo omiten, esto es anterior al Siglo IV y V y se cita adjudicándolo al apóstol Juan, de manera que no constituye un texto de redacción posterior a los textos que sirven de base para el Texto Crítico y si era conocido con mucha antelación a dichos manuscritos.
No son pocos los estudiosos e investigadores que se inclinan por reconocer autenticidad a 1 Juan 5:7 e indican que corresponde a un texto que originalmente estaba en el escrito del apóstol Juan. De hecho, según Michael Mynard, A History of the Debate Over 1 John 5:5-8, las versiones más antiguas de la Biblia siempre han contenido 1 Juan 5:7, tal es el caso de la Antigua Biblia Siríaca (170 d.C), la traducción de la Biblia Latín Antigua (150 - 200 d.C.) que fue traducida directamente del griego en el año 150 d.C. La Vulgata del Siglo IV y V y la Itálica del SIglo IV y V.
El texto de 1 Juan 5:7 también se encuentra en las Biblias Latin Africana y Europea, así como en la Biblia de los valdenses (157 - 1400 d.C.)
Por su parte, el teólogo anglicano, Thomas Scott, en sus estudios de historia cristiana, declara de la Primera Carta de Juan en su “Commentary on The Holy Bible”, que 1 Juan 5:7 fue sacada del original por los escribas arrianos que tomaron el poder en el Oriente durante la persecución en contra de Atanasio en el siglo IV.
¿Pudiera efectivamente 1 Juan 5:7 haber sido omitido deliberadamente por quienes no aceptaban la divinidad de Cristo en los primeros siglos de la era cristiana? Sinceramente: ¿podemos llegar a un nivel de absolutismo que niegue en lo más mínimo esta posibilidad sólo porque no concuerda con nuestras creencias? ¿Cabe la posibilidad de que 1 Juan 5:7 corresponda a una omisión en versiones tempranas del Nuevo Testamento? Si, por supuesto. Siempre cabe esa posibilidad.
En todo esto concuerta Jerónimo, el autor de la Vúlgata Latina, quien en su “Prólogo a Las Epístolas Canónicas”, explícitamente declara sorprenderse de que 1 Juan 5:7 haya sido olvidado o dejado atrás de algunas copias en su tiempo, declarando que eran parte legítima de la primera epístola universal del apóstol Juan.
Fíjese, que el problema se suscita entre ± 350 - 400 d.C. la segunda mitad del Siglo IV ya que hasta esa fecha, el texto de 1 Juan 5:7 era reconocido como parte de la Biblia y su autoría adjudicada al apóstol Juan. Sin embargo, en los manuscritos alejandrinos (m. Sinaítico y m. Vaticano) del Siglo IV y V, el texto ya no está. En adelante, no se encuentra en la mayoría de los manuscritos bizantinos, que fueron en gran medida los que utilizó Erasmo para la redacción de su Textus Receptus.
Sin embargo, Thomas Scott indica precisamente, que 1 Juan 5:7 fue sacado del original por los escribas arrianos que tomaron el poder en Oriente en el Siglo IV influenciando a los emperadores de la época en su lucha contra Atanasio. Para el mismo tiempo, Jerónimo, el autor de la Vulgata Latina, denuncia que el texto de 1 Juan 5:7 ha sido olvidado de algunas copias en su tiempo (finales del Siglo IV) ya que, según él indica, eran parte legítima de la primera epístola del apóstol Juan.
El texto de 1 Juan 5:7 fue ampliamente utilizado en el Concilio de Latera realizado en Roma en 1215 d.C. (Siglo XIII) para refutar una obra del Abad Joaquín de Fiore en que éste rechazaba la Trinidad. En las actas de defensa, escritas en latín, consta el uso de 1 Juan 5:7 como argumento en contra de Joaquín y se cita directamente el texto diciendo: “…Basta con leer en la epístola canónica de Juan: “Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.” y él inmediatamente agregó: “tres son los que dan testimonio en la tierra,el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres son uno.” …” Llama la atención que ha dicho Concilio asistieron más de 1200 líderes de iglesias de distintos países y sin embargo, ninguno de ellos, protestó respecto a la autenticidad de 1 Juan 5:7, lo cual evidentemente hubiera ocurrido si el texto en verdad fuera espurio.
Llama la atención, que al margen de todas las interpolaciones y manipulaciones de las Santas Escrituras que se atribuyen al catolicismo, la Iglesia Ortodoxa, incluye 1 Juan 5:7 en su texto oficial de las Santas Escrituras, recibido no de la Vulgata Latina ni de los textos de Erasmo de Rotterdam, sino de los manuscritos griegos antiguos del Monte Athos en Grecia.
¿Estamos en verdad en presencia de inserciones escriturales del Textus Receptus o más bien en omisiones deliberadas del Texto Crítico? Ud. saque sus conclusiones.
INCONSISTENCIAS
EN EL TEXTO GRIEGO SIN 1 JUAN 5:7
Fragmento del Códice Sinaítico sin 1 Juan 5:7

Fragmento del Códice Vaticano sin 1 Juan 5:7
Fragmento del Códice Alejandrino sin 1 Juan 5:7
[v. 6] Οὗτός ἐστιν ὁ ἐλθὼν δι' ὕδατος καὶ αἵματος, Ἰησοῦς Χριστός:
οὐκ ἐν τῷ ὕδατι μόνον ἀλλ' ἐν τῷ ὕδατι καὶ ἐν τῷ αἵματι:
καὶ τὸ πνεῦμά ἐστιν τὸ μαρτυροῦν, ὅτι τὸ πνεῦμά ἐστιν ἡ ἀλήθεια.
[v. 7] ὅτι τρεῖς εἰσιν οἱ μαρτυροῦντες,
[v. 8] τὸ πνεῦμα καὶ τὸ ὕδωρ καὶ τὸ αἷμα, καὶ οἱ τρεῖς εἰς τὸ ἕν εἰσιν.
[v. 6] Este es el que vino por agua y sangre, Jesucristo:
no sólo por el agua sino por el agua y la sangre:
y el espíritu es el que testifica, porque el espíritu es la verdad.
[v. 7] porque tres son los que testifican
[v. 8] el espíritu y el agua y la sangre, y los tres son uno.
Texto griego de 1 Juan 5:6-8 de los códices sinaítico, vaticano y alejandrino
sin la coma joánica y su correspondiente traducción al español
Cuando se lee el texto de 1 Juan 5:6-8, sin la coma joánica o sin 1 Juan 5:7 en el idioma español por ejemplo, la estructura y continuidad del texto parece no presentar ningún problema. Sin embargo, cuando se lee el párrafo en griego, sin la coma joánica, es decir, sin contener 1 Juan 5:7 que refiere al Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, se aprecian serias inconsistencias que llevan a reconsiderar la posición de quitar la coma joánica del texto.
1.- INCONSISTENCIA GRAMATICAL.
Es bien sabido, que en griego, al igual que sucede en otros idiomas, como el español o el inglés por ejemplo, cuando se menciona uno o más sustantivos en una oración, éstos deben ir acompañados por su respectivo artículo, ya sea éste masculino, femenino (como en el español) o también neutro (como en el inglés). No se puede decir "la perro" ya que en este caso el artículo definido "la" es femenino singular y el sustantivo "perro" es masculino singular. Siempre el artículo y el sustantivo deben coincidir en número y género. Peor sería decir "la perros" ya que en este caso, no sólo el artículo no coincide en género, sino tampoco en número, siendo "la" un artículo singular, y el sustantivo "perros" plural.
En griego, el asunto es aún más complejo, el artículo debe coincidir con el sustantivo o los sustantivos en género (másculino, femenino o neutro) , número (singular o plural) y caso (ya que en griego el artículo puede ser nominativo, acusativo, genitivo o dativo). Observe cuidadosamente el recuadro a continuación.

En hecho, Gregorio de Nazanzus (Siglo IV) en su obra teólogo y arzobispo de Constantinopla en su obra "La Quinta Oración Teológica, señala enfáticamente un problema gramatical garrafal que se presenta si se quita la coma joánica del texto de Juan ya que "Espíritu, agua y sangre" en el griego son neutros, sin embargo, en el versículo 8 se usan estas tres palabras como si fueran masculinas, dado que "los" que dan testimonio y "estos" que concuerdan en uno forman una referencia masculina a los sustantivos neutros, lo cual no tiene sentido alguno.
En cambio, "el Padre y el Verbo" del versículo 7 de la coma joánica, son considerados masculinos en el griego, lo cual justificaría utilizar el plural masculino para el versículo 8, justificación que no es aceptable si las tres palabras precedentes son "espíritu, agua y sangre" todas neutras.
En el mismo sentido argumenta Robert Lewis Dabney, un erudito de hace dos siglos atrás, quien defendió con gran vehemencia la necesidad de mantener la coma joánica a fin de conservar la coherencia en la gramática del pasaje.
Este investigador resume su defensa de 1 Juan 5:7, indicando que "Espíritu", "agua" y "sangre" son todas palabras en el género neutro en griego, pero son tratadas en género masculino en el versículo 8, lo cual no tiene sentido, pero si se justifica perfectamente manteniendo la coma joánica ya que aplica la regla de sintaxis en el griego que señala que los sustantivos masculinos (Padre y Verbo) del versículo 7 predominan en la aplicación del género en el siguiente versículo debido al principio de atracción de poder, ya que en la sentencia "el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo" hay dos sustantivos masculinos (Padre y Verbo) y sólo uno neutro (Espíritu Santo).
2.- SENTIDO DEL TEXTO.
Gregorio de Nazanzus (Siglo IV) teólogo y arzobispo de Constantinopla en su obra "La Quinta Oración Teológica: Sobre el Espíritu Santo", en su capítulo 25 Oratio 32, preguntá por qué al omitir la coma joánica, queda la idea de que Juan el apóstol resume en "uno" tres cosas, como son el espíritu, el agua y la sangre, que no son consustanciales entre sí y pregunta acerca del espíritu, el agua y la sangre diciendo: "¿Quién diría que son consustanciales". Sin embargo, si la expresión "estos tres son uno" refiere al Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, la expresión sí cobra sentido, ya que los tres si son consustanciales.
Efectivamente, si se omite la coma joánica de 1 Juan 5:7 queda el versículo 7 como "porque tres son los que dan testimonio" y continúa diciendo: "el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres son uno". De manera que, la expresión "los tres son uno", que da la idea de consustancialidad, o de tener un mismo ser, refiere al Espíritu, el agua y la sangre, lo cual no guarda ningún sentido en el aspecto ontológico. Sin embargo, si se inserta la coma joánica, la expresión "los tres son uno" refiere al Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, algo que sí es enseñado en las Santas Escrituras. Por otra parte, los textos griegos que sí contienen la coma joánica, cuando refiere al Espíritu, el agua y la sangre, terminan concluyendo: "y estos tres concuerdan en uno", lo que sí resulta a todas luces una realidad, ya que tanto el Espíritu y el agua (Mateo 3:16-17) y la sangre, concuerdan en testificar que Jesús es el Cristo. Lea con detención las traducciones del griego con la coma joánica y sin ella.
3.- TEXTO REDUNDANTE.
Por otra parte, sostiene Lewis Dabney que si las palabras de 1 Juan 5:7 son omitidas, entonces el versículo 8 vendría después del versículo 6, no existiendo el vesículo 7, y se observaría una repetición torpe y redundante del testimonio del Espíritu dos veces de manera continua sin haber razón lógica para hacerlo.
Juan Calvino, teólogo y filósofo cristiano, considerado como uno de los autores y gestores de la Reforma protestante, también reconoció este problema. Sobre 1 Juan 5:7 dijo: "Sin embargo, el pasaje fluye mejor cuando esta cláusula [Joánica] está incluida, y como he visto que está presente en las mejores y en la mayoría de las copias aprobadas, entonces estoy inclinado a recibirla como una lectura verdadera."
4.- IDENTIDAD DEL AUTOR DE 1 JUAN 5:7.
Siempre se ha insistido en que la coma joánica se elaboró de manera tardía y aproximadamente en el Siglo IV cuando se insertó en la primera epístola de Juan para apoyar la doctrina de la Trinidad. Si así fuera, probablemente, el texto sería más explícito en dar a conocer esta doctrina y mencionaría al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo . Sin embargo, el texto es consecuente con el pensamiento de Juan, ya que menciona a las tres personas que son ampliamente dadas a conocer en el Evangelio del apóstol, a saber, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo. Recuerde, que en el Evangelio de Juan se da a conocer desde el primer capítulo en que el Verbo, que era Dios, vino para dar a conocer al Padre, y Juan, por otra parte, es quien más habla de entre los apóstoles, acerca del Espíritu Santo (Juan 1:1, 14).
Nótese igualmente, que la expresión "el Verbo" sólo es utilizada por el apóstol Juan en su Evangelio y en el Apocalipsis, de manera que es una expresión propia de su pensamiento teológico. Juan, además, es el único que en su Evangelio habla de la unidad del Padre con el Hijo y de éste con el "otro Consolador", de manera, que la expresión "los tres son uno" no resulta extraña al apóstol.
Se objeta, preguntando: ¿Por qué se requiere que tres personas den testimonio en el cielo en circunstancia que todos los ángeles saben y reconocen que Jesús, es el Cristo, el Hijo de Dios? Sin embargo, esta pregunta, ignora que los tres testigos del cielo, dan testimonio a los hombres y en el Evangelio de Juan se aclara perfectamente en qué consiste este testimonio (Vea Juan 3:32-33; 5:31-32; 8:13-18; 15:26; 16:13-15).
Sobre la idea de unidad, se hace presente, que quien más habla de la unidad del Padre con el Hijo, es precisamente el apóstol Juan tal como se observa en los siguientes textos de su Evangelio: Juan 10:30; 14:8-11; 17:5, 10-11, 21-22.
De igual manera, si Ud. lee Mateo 3:16-17, verá a los tres dignatarios del cielo, colaborando en el plan celestial de la redención. De modo, que la idea plasmada en 1 Juan 5:7, no era extraña a los apóstoles y de acuerdo a lo planteado, a todas luces resulta una idea o planteamiento propio del apóstol Juan.
En resumen, la idea de las tres personas celestiales, Padre, Verbo y Espíritu Santo, está ampliamente respaldada en el Evangelio del apóstol Juan. Lo mismo ocurre con el concepto de unidad y del testimonio que las tres personas celestiales dan a los hombres. ¿Fué el apóstol Juan quien escribió 1 Juan 5:7? Con honestidad saqué Ud. sus propias conclusiones.
1 JUAN 5:7
AMPLIANDO EL DEBATE
Quienes impugnan el texto de 1 Juan 5:7, al que llaman "la coma joanica" o "la coma juanina" señalan que si el texto realmente hubiera formado parte de la primera carta del apóstol Juan a la Iglesia, éste habría sido un argumento importante a la hora de discutir la doctrina de la Trinidad en el Concilio de Nicea en el año 325 d.C. y tal no fue el caso, porque en ningún momento se citó tal versículo, a pesar que claramente habla de la Trinidad. Ahora bien: ¿se puede asegurar con certeza que 1 Juan 5:7 no haya sido usado en el concilio? No, por supuesto que no, ya que no existen actas de dicho Concilio y por tanto no se levantaron actas de las discusiones.
Recordemos, sin embargo, que en el Concilio de Nicea de 325 d.C. no se discutió el problema de la Trinidad en específico, sino que uno de los propósitos del Concilio de Nicea del año 325 d.C. fue resolver los desacuerdos surgidos dentro de la Iglesia de Alejandría sobre la naturaleza del Hijo en su relación con el Padre: en particular, si el Hijo había sido "engendrado" por el Padre desde su propio ser, y por lo tanto no tenía principio, o bien creado de la nada, y por lo tanto tenía un principio. Alejandro de Alejandría y su discípulo y sucesor Atanasio de Alejandría tomaron la primera posición, mientras que el popular presbítero Arrio, de quien procede el término arrianismo, tomó la segunda. En aquel tiempo esa era la cuestión principal en el ámbito de la teología que dividía a los cristianos. Alejandro y Atanasio defendían que Jesús tenía una doble naturaleza, humana y divina, y que por tanto Cristo era verdadero Dios y verdadero hombre; en cambio, Arrio y el obispo Eusebio de Nicomedia afirmaban que Cristo había sido la primera creación de Dios antes del inicio de los tiempos, pero que, habiendo sido creado, no era Dios mismo. Finalmente, el debate fue sanjado y se tomó la resolución teológica de que Jesús sería considerado por los cristianos como verdadero Dios y verdadero hombre, principio de fe que es aceptado hasta el día de hoy por todos los cristianos.
En hecho, la doctrina de la Trinidad, como tal recién comenzó a perfilarse en el Concilio de Constantinopla en el año 381 d.C. ¿Existía para aquel entonces la coma joánica o se tenía antecedente de ella?
Claro que sí, ya que como se dijo: Cipriano de Cártago, escribió su obra Tratado I en 250 d.C. aproximadamente donde dice: "El Señor dice: Yo y el Padre somos uno. Y nuevamente está escrito acerca del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: Y estos tres son uno." Cipriano es claro en decir: "está escrito acerca del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: Y estos tres son uno." El texto es claramente una alusión directa a 1 Juan 5:7 y la última parte del texto de Cipriano es una cita textual de la última parte de 1 Juan 5:7. "Y estos tres son uno" no existe ningún otro versículo en toda la Biblia que diga manifiestamente: "Y estos tres son uno." Esta referencia a 1 Juan 5:7 es a lo menos 75 años anterior al Concilio de Nicea de 325 d.C. y 131 años anterior al Concilio de Constantinopla de 381 d.C.
Más allá de esto, en el año 398 d.C. Aurelio Agustín lo utiliza para defender Trinitarianismo en De Trinitate contra la herejía de Modalismo. En 415 d.C. Concilio de Cartago hizo un llamamiento a 1 Juan 5:7 cuando se debata la creencia de Arrio (arrianos no creían en la divinidad de Jesucristo).
Igualmente, a lo menos dos siglos antes del Concilio de Nicea y Constantinopla, ya se hablaba de las tres personas divinas:
"Son tres personas no por la cualidad, sino por el orden; no por la substancia, sino por la forma; no por el poder, sino por el aspecto, pues los tres tienen una sola substancia, una sola naturaleza, un solo poder, porque no hay más que un solo Dios. Más por razón de su rango, de su forma y de su aspecto, se les designa con los nombres Padre, Hijo y espíritu Santo." (Tertuliano, que nació en Cartago el año 155 d.C.)
"Hay una Trinidad perfecta, en gloria y eternidad y majestad, que no está dividida ni separada. No hay, por consiguiente, nada creado ni esclavo en la Trinidad, ni tampoco nada sobreañadido, como si no hubiera existido en un período anterior, y hubiera sido introducido más tarde. Y así, ni al Padre le faltó nunca el Hijo, ni el Espíritu Santo al Hijo, sino que, sin variación ni mudanza, la misma Trinidad ha existido siempre. " (Gregorio el Taumaturgo, nacido en Neocesarea del Ponto el año 213 d.C.)
En el año 215 d. C., es decir más de 100 años antes del Concilio de Nicea, Tertuliano fue el primero en usar el término "Trinidad". El mismo Tertuliano señala en sus escritos que "los tres son uno, por el hecho de que los tres proceden de uno, por unidad de substancia." Anteriormente, Teófilo de Antioquía ya había usado la palabra griega τριάς (tríada) en su obra A Autólico (c. 180) para referirse a Dios.
Por otra parte, los investigadores indican que 1 Juan 5:7, pudo haber sido añadido como una glosa o comentario en relación a 1 Juan 5:7-8 en la Vulgata Latina a fines del Siglo IV (382 d.C.) y luego, con el correr del tiempo, fue agregada oficialmente al texto de la epístola en la Vulgata Latina, cerca del Siglo VII. Sin embargo, si esto es así: ¿por qué Cipriano de Cártago cita 1 Juan 5:7 de manera prácticamente textual y lo atribuye al apóstol Juan en 250 d.C. mucho tiempo antes del Siglo IV y por supuesto mucho antes del Siglo VII? Es claro que estamos en presencia de una cuestión que no se puede rechazar a priori ya que encontramos mención directa o indirecta de 1 Juan 5:7, de cerca de 200 d. C. hasta el año 1500. Aquí hay una línea de tiempo útil de las referencias a este verso hasta 800 d.C.:
1 JUAN 5:7
¿CÓMO SE INCORPORA AL TEXTUS RECEPTUS?
Erasmo de Roterdam Siglo XVI autor del Textus Receptus
Incorporó 1 Juan 5:7 en la tercera edición de su obra (1522)
El Textus Receptus de Erasmo publicado por primera vez en 1516, como obra original, no contenía 1 Juan 5:7 o la llamada "coma joánica". Tampoco la contenía la segunda edición de la obra publicada en 1519, esto debido a que Erasmo no consideró la Vulgata Latina en su traducción sino más bien los manuscritos bizantinos que fueron altamente considerados desde el Siglo IV y hasta el Siglo XVI, esto es aproximadamente 1200 años de continuidad.
Fragmento del Textus Receptus de Erasmo
sin la coma joánica de 1 Juan 5:7
Sin embargo, una vez publicado su Textus Receptus, las autoridades católicas que para aquella fecha visaban todas las obras literarias reconocidas, exigieron a Erasmo que considerara la Vulgata Latina para una revisión de su texto y en particular respecto a la coma joánica o el texto de 1 Juan 5:7. Ante este requerimiento, Erasmo fiel a su trabajo, exigió por su parte que se le presentara algún manuscrito en griego confiable que contuviera la coma joánica y le fue presentado el Manuscrito 61, el llamado Codex Montfortianus que era precisamente de principios del Siglo XVI o inclluso del Siglo XV y contenía 1 Juan 5:7. Erasmo llamó a este documento el Codex Britannicus y lo utilizó para la tercera edición de su Textus Receptus ya que contenía los cuatros evangelios más el Libro de Los Hechos de los Apóstoles y las cartas apostólicas.
Porción del Códex Britannicus (M. 61) del Siglo XV o XVI
que contenía 1 Juan 5:7 y que fue presentado a Erasmo
para incorporar la coma joánica al Textus Receptus
Habiéndose presentado entonces el M. 61 o Codex Britannicus a Erasmo, y en conformidad con la Vulgata Latina que incorporó la coma joánica aprox. en 382 d.C.este texto pasó definitivamente al Textus Receptus, de donde pasó consecuentemente a todas las traducciones derivadas de él, a saber: Reina - Valera, King James, Biblia Luterana, etc.
Hay quienes arguyen que el Manuscrito Brittánicus fue creado por un fraile franciscano. Sin embargo, este manuscrito, propiedad en la actualidad de la Iglesia Anglicana, fué estudiado cuidadosamente por los obispo anglicanos, determinándose que El Códex Brittánicus es una copia hecha de otra copia griega anterior llamada Lincoln Códex. Es más, la forma en que este versículo 7 esta escrito en Brittánicus, es diferente a la versión de Erasmo de Rotterdam.
Actualmente, no se puede demostrar que en realidad Erasmo incluyera 1 Juan 5:7 en su Textus Receptus obligado por la Iglesia Católica. No existe ningún antecedente fidedigno al respecto. Es muy improbable que haya incluído el texto porque se sintiera obligado a ello. Por otra parte, para quienes señalan que el Ms. 61 o Códice Britannicus fue una falsificación creada por un fraile de la época, lo cierto es que no existe escrito alguno de Erasmo en que manifestara sospechas respecto de la autenticidad del manuscrito recibido y quienes han estudiado concienzudamente el manuscrito en cuestión, aseguran que es auténtico y que fue escrito mucho antes de que fuera inventada la imprenta lo cual contradice la idea de que corresponda a un manuscrito fraudulentamente preparado para engañar a Erasmo.
¿Por qué Erasmo incorporó la coma joánica a su traducción del Nuevo Testamento? Muchos dicen que fue por imposición del catolicismo y porque Erasmo no quiso contradecir a la autoridad católica para evitarse problemas o incluso la muerte. Sin embargo, se deja poco espacio a la posibilidad de que Erasmo realmente adquiriera la convicción de la fidelidad de la coma joánica. ¿Qué ocurrió realmente? Probablemente nunca lo sepamos.
LAS BIBLIAS ACTUALES Y SUS FUENTES

Hoy en día son muchas y muy diversas las traducciones de la Biblia que se encuentran a disposición de la gente que desea conocer la Palabra de Dios.
Sin embargo, esta no era la realidad hace 500 años atrás en que sólo existían las traducciones católicas vertidas en latín y que sólo podían ser leídas por los ricos y acomodados del mundo, más las traducciones derivadas del Textus Receptus y que habían sido vertidas inicialmente al inglés, alemán, español, etc. y que de ahí en adelante comenzaron a ser traducidas a todos los idiomas y lenguajes del mundo. ¿No le parece que de alguna manera la circunstancia de que la Biblia estuviera disponible a todo el mundo en su propio idioma a partir del Textus Receptus de Erasmo fue en parte el cumplimiento de Mateo 24:14 y Apocalipsis 14:6? ¿No le parece que la aparición del Textus Receptus en 1516 habría una puerta a millones de personas que deseaban conocer la Palabra de Dios en su propio idioma? Es claro, que de entre esa gente Dios buscaba cumplir su propósito de dar a conocer el Evangelio a todo el mundo, a saber, preparar a un pueblo para el segundo advenimiento de su Hijo Jesús. Lea y compare Apocalipsis 14:6 y 12.
Note que la obra de Erasmo, el Textus Receptus fue publicada por primera vez en 1516, maravillosamente, un año después, en 1517, se inició la Reforma Protestante, un movimiento dirigido por Dios para restaurar la fe en Jesús, que se había perdido en medio de las falsas enseñanzas y sofismas del catolicismo imperante durante casi mil años de señorío eclesiástico. ¿Fue la publicación del Textus Receptus la voluntad de Dios para dar a conocer la Biblia a todo el mundo en su propio idioma y unir esta obra a la Reforma Protestante? Pareciera ser que sí.
En hecho, una autora refiere lo siguiente respecto a la obra de la Reforma Protestante: "Roma le negó la Biblia al pueblo y exigió que en su lugar todos aceptasen sus propias enseñanzas. La obra de la Reforma consistió en devolver a los hombres la Palabra de Dios." (E. G. de White, El Conflicto de los Siglos, pág. 439).
Ahora bien, si el Textus Receptus vino a cumplir la voluntad de Dios a partir del Siglo XVI: ¿Cree Ud. que Dios proveyó una traducción errónea y adulterada para que el mundo conociera el Evangelio? ¿Es posible plantearse la legítima duda de que el Texto Crítico basado en los manuscritos alejandrinos aparecidos hacia fines del Siglo XIX, es decir, más de 300 años después de la publicación del Textus Receptus, viniera a causar más dudas que certezas sobre la correcta traducción de la Biblia? ¿A quién beneficia esto?
¿Qué traducciones actuales de la Biblia siguen al Textus Receptus? Bueno, en general, prácticamente todas las Biblia que son usadas por los protestantes, a saber: La Biblia de King James (BKJ), la Biblia de Lutero (BL), la Biblia Reina - Valera desde 1569 (1602, 1862, 1909). Por su parte, las principales traducciones que vierten el Texto Crítico o están influenciadas por él son: Nueva Versión Internacional (NVI), Biblia de Jerusalén (BJ), Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (TNM), La Biblia Textual 4 (BT4), Biblia Dios Habla Hoy (DHH), Nueva Biblia de las Américas (NBLA), etc. Además las versiones más modernas de la Biblia Reina - Valera evidencian influencia del Texto Crítico. Puede Ud. revisar por ejemplo Juan 1:18 en la versión Reina - Valera 2015.
Hoy en día, quienes apoyan las versiones basadas en el Texto Crítico aseguran que dichas traducciones son más fieles a los autografos perdidos porque siguen estrictamente a los manuscritos alejandrinos y que por tanto estas versiones o traducciones son superiores en calidad a aquellas que están basadas en el Textus Receptus de Erasmo. Sin embargo, cabe preguntar: ¿las traducciones basadas en el texto crítico son más fieles a los manuscritos alejandrinos en sus errores o en sus aciertos? Nuevamente, tenemos que decir que las diferencias entre ambos textos tienen que ver con la divinidad de Cristo, su engendramiento, su encarnación, etc. los mismos errores que se discutían en el Siglo IV cuando Arrio y los gnósticos promovían sus equivocadas creencias.
¿Son los manuscritos alejandrinos dignos de ser seguidos fielmente tan sólo porque están escritos en griego y son los más antiguos ignorando su historia y procedencia? Creemos que no. ¿Podemos tener la certeza de que las diferencias que evidencia el Texto Crítico respecto del Textus Receptus no corresponden a omisiones o errores promulgados por los arrianos o los gnósticos ? No, no podemos tener la certeza a menos que se encuentren los textos originales escritos por los apóstoles. Sin embargo, la evidencia que hasta hoy disponemos nos puede llevar a pensar que esta es la realidad de los manuscritos alejandrinos. La decisión finalmente siempre será suya y como buenos cristianos tenemos que respetarla, aunque no necesariamente compartirla.
LA SITUACIÓN ACTUAL DE 1 JUAN 5:7
En la actualidad hay versiones de la Biblia que omiten el pasaje de 1 Juan 5:7 sin mención alguna, escritores que argumentan en contra de la inclusión de dicho pasaje y que sin más señalan que es un texto espurio e incluso hay autores que soslayan el pasaje a fin de evitar el debate o la controversia respecto a la autenticidad del texto. Sin embargo, no son pocos quienes consideran que el pasaje de 1 Juan 5:7 tiene pleno derecho de estar en las Escrituras, como hicieron, por ejemplo, los redactores de la Confesión de Fe de Westminster y como lo han hecho diversos hombres piadosos del pasado, como por ejemplo, Matthew Henry, R. L. Dabney y Edward Hill quienes sostuvieron este pasaje en sus escritos.
Si bien no hay tanto respaldo en manuscritos griegos para 1 Juan 5:7 como lo hay para muchos otros pasajes del Nuevo Testamento, sí hay abundante evidencia de otros manuscritos antiguos que lo apoyan. Es claro que las primeras menciones de 1 Juan 5:7 aparecen en escritos de autores españoles del siglo IV. En el siglo V, la Coma Juanina fue citada por varios escritores africanos en debates teológicos con los Vándalos, que adherían a la herejía arriana que negaba la divinidad de Cristo. En los escritos de los llamados "Padres de la Iglesia", se encuentra evidencia de la existencia temprana de 1 Juan 5:7, como ya se dijo en los escritos de Cipriano, como así también en manuscrito del siglo V o VI en latín arcaico. Igualmente, en el Speculum, un tratado que contiene un texto en latín arcaico. También se la encuentra en la gran masa de los manuscritos posteriores de la Vulgata y en la edición clementina de la Vulgata.
En el siglo XVII, en la Confesión de Fe de Westminster, se aceptó la inclusión de 1 Juan 5:7 y se aportó evidencia interna para la inclusión del pasaje en la primera carta del apóstol Juan a la Iglesia, recoinocíendolo como un texto auténtico. Esta evidencia, que se desprende del propio pasaje bíblico, ha sido citada a lo largo de los siglos en defensa del pasaje y le da respaldo.
CONCLUSIÓN
La aparición del Texto Crítico finalmente vino a traer división, debate y discordia entre los cristianos. Hoy en día, profesos cristianos de distintas corrientes, discuten respecto a cuál o tal traducción es más fidedigna o está en mayor concordancia con los antiguos textos griegos del Nuevo Testamento. Las redes sociales están plagadas de videos y mensajes que apoyan a uno u otro texto y en honor a la realidad, los partidarios del Texto Crítico, que son mayoría, descalifican a quienes creemos y aceptamos el Textus Receptus como fuente de la verdad para nuestros días. El debate es intenso y está lejos de terminar. Más allá de eso, toda persona está llamada a vivir y actuar de acuerdo a sus convicciones y en este apartado se sostiene, a partir de la evidencia revisada, que 1 Juan 5:7 fue originalmente escrito por el apóstol Juan, aunque respetamos a quienes piensan diferente.
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