El libro del Apocalipsis nos entrega importante información que nos ayuda a identificar al pueblo de Dios del último tiempo, uno de estos pasajes fundamentales es Apocalipsis 12:17.
Si bien hoy en día la mayoría de los conglomerados o grupos religiosos se arrogan la identidad de ser el pueblo de Dios del último tiempo, lo cierto es que la Biblia entrega claras indicaciones de cuál es en verdad el pueblo que está predicando el Evangelio del Reino a toda nación en el mundo.
Apocalipsis 12:17 señala que el dragón (símbolo de Satanás el Diablo según Apocalipsis 12:9) persigue airadamente a la iglesia simbolizada por la mujer de Apocalipsis 12:1 y se empeña en hacer guerra contra los descendientes de ella en el último tiempo. ¿Quiénes son estos? La revelación lo dice claramente: "los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo".
El pueblo de Dios se distinguirá de todos los demás porque guarda los mandamientos de Dios, es decir, enseña y práctica la observancia de los Diez Mandamientos, la observancia del sábado incluida, ya que es el cuarto de esos Diez Mandamientos (Exodo 20:8-11).
Si Ud. indaga de manera concienzuda, llegará a la conclusión de que existe sólo un contingente religioso en el mundo que se destaca por la enseñanza y práctica de los Diez Mandamientos.
Sin embargo, la revelación entrega otra información fundamental acerca de los últimos representantes de la Iglesia de Cristo en el mundo diciendo: "y tienen el testimonio de Jesucristo". ¿Qué es el testimonio de Jesucristo?
Una idea fundamental que identifica a la iglesia cristiana de los últimos días es la frase “el testimonio de Jesús”. Dicha característica atribuída al pueblo de Dios en el último tiempo ha impulsado un amplio debate exegético y teológico en cuanto a su verdadero significado. ¿Qué es el testimonio de Jesús en primer lugar? ¿Es el testimonio que los cristianos dan acerca de Jesús? ¿O es el testimonio que Jesús da de sí mismo en favor de la iglesia?
En el libro del Apocalipsis aparece seis veces la expresión “el testimonio de Jesús”. El capitulo 12 y el versículo 17 nos lleva al período final de la historia de la iglesia, donde el centro del pasaje y el mensaje conclusivo del capítulo 12 es la aparición del remanente de la mujer, cuya característica principal es que guarda los mandamientos de Dios y posee el testimonio de Jesús.
El apóstol Juan utiliza está misma expresión dos veces en el primer capítulo de la revelación, a saber en Apocalipsis 1:2 y 9. En ambos pasajes se utiliza la expresión griega μαρτυρίαν Ἰησοῦ Χριστοῦ que se traduce como "testimonio de Jesucristo". ¿Cómo se debe entender esta expresión griega?
DOS POSIBLES INTERPRETACIONES
UNA ES LA CORRECTA
La expresión griega μαρτυρίαν Ἰησοῦ Χριστοῦ es entendida por algunos como el testimonio que los cristianos dan acerca de Jesús reconociéndolo como el Cristo. Esta interpretación la comparten la mayoría de las corrientes evangélicas que precisamente destacan como parte de su fe el dar testimonio de Cristo en las calles y en las plazas, así como también en sus lugares de reunión. Sin embargo, la interpretación más correcta de esta expresión es aquella que señala que el ‘testimonio de Jesucristo’ refiere a los dones que son concedidos a la iglesia y que testifican de la relación y unidad de Cristo con ella.
Si analizamos por ejemplo la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (1967) veremos que el texto de Apocalipsis 12:17 es traducido de la siguiente manera:
"Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los que quedan de su descendencia, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar el testimonio de Jesús."
Se ve claramente que en esta versión de la Biblia la expresión "testimonio de Jesús" es entendida como "la obra de dar el testimonio de Jesús" aunque huelga decir que las palabras "la obra de dar" es un agregado que deforma el sentido original del texto ya que estas palabras no aparecen en el texto original en griego. En el texto original, señala "los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús". No dice: "y tienen la obra de dar el testimonio de Jesús".
La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (1987) vierte el texto de esta manera:
"Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue fue para hacer guerra contra los restantes de la descendencia de ella, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús."
Note que se continúa con la misma posición en cuanto a la forma de traducir el texto y se omite el artículo definido "el" antes de la expresión "testimonio de Jesús", con lo cual se refuerza la idea de que dicha expresión quiere decir "dar testimonio de Jesús".
Aún más desconcertante es la traducción que aporta La Biblia Traducción del Nuevo Mundo de 2019 que dice: "De modo que el dragón se enfureció con la mujer y fue a guerrear contra los que quedan de la descendencia de ella. Estos son los que obedecen los mandamientos de Dios y tienen la misión de dar testimonio acerca de Jesús."
¿LA IGLESIA DA TESTIMONIO DE JESÚS O TIENE EL TESTIMONIO DE JESÚS?
A estas alturas y frente a traducciones que agregan palabras e ideas que no están en el texto original, se hace necesario ver qué dice el texto original escrito por Juan en Patmos ± 98 d.C.
καὶ ὠργίσθη ὁ δράκων ἐπὶ τῇ γυναικί, καὶ ἀπῆλθεν ποιῆσαι πόλεμον μετὰ τῶν λοιπῶν τοῦ σπέρματος αὐτῆς, τῶν τηρούντων τὰς ἐντολὰς τοῦ θεοῦ καὶ ἐχόντων τὴν μαρτυρίαν Ἰησοῦ
Esto traducido palabra por palabra es como sigue:
"Y el dragón se enojó contra la mujer, y salió a hacer guerra contra el resto de su descendencia, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús."
El texto original comparado con La Biblia Traducción del Nuevo Mundo deja ver que se agregan las palabras "De modo que", "tienen la misión de dar" "acerca de" que no aparecen en el texto, además de quitar el artículo definido a "testimonio" y que deforman todo el sentido de lo que en realidad dice el versículo original.
Consultadas varias traducciones y versiones de la Biblia para Apocalipsis 12:17, todas sin excepción traducen el texto diciendo acerca del resto de la descendencia de la mujer: "los cuales guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús". Tal es el caso de La Biblia de las Américas, la Nueva Biblia Latinoamericana, Reina Valera Gómez, Reina Valera 1909 y 1960, Biblia Jubileo 2000, Sagradas Escrituras 1569, King James Bible, English Revised Version, etc.
Consultada la Kingdom Interlinear Translation of the Greeks Scriptures se observa lo siguiente:

Tomado con fecha 21/12/2021 de: https://www.jw.org/en/library/bible/kingdom-interlinear-greek-translation/books/revelation/12/
De esta traducción del griego al inglés se puede observar que prácticamente todas las traducciones de la Biblia vierten correctamente Apocalipsis 12:17, salvo la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras que agrega las palabras "la obra de dar" que no aparecen en el texto original y que modifican totalmente el sentido del texto.
Lo mismo ocurre cuando consideramos la traducción del griego al español por parte del Nuevo Testamento Griego de Felipe La Cueva para Apocalipsis 12:17:

Tomado con fecha 21/12/2021 de: https://escriturayverdad.cl/wp-content/uploads/2014/08/NTLacueva.pdf
El texto griego señala claramente: τῶν τηρούντων τὰς ἐντολὰς τοῦ θεοῦ καὶ ἐχόντων τὴν μαρτυρίαν Ἰησοῦ que traducido palabra por palabra es: los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús. No aparecen las palabras "la obra de dar" que inserta la TNM 1967 y 1987. No se debe agregar palabras o expresiones al texto original so pretexto de ayudar a aclarar la idea que el apóstol, por no decir Dios, quiso expresar.
Del texto mismo, se desprende que la Iglesia o los descendientes de ella en el último tiempo "tienen" el testimonio de Jesús, no que ellos "dan testimonio de Jesús" sino que ellos "tienen el testimonio de Jesús". El Testimonio de Jesús no es algo de lo que ellos dan testimonio al mundo, sino que el Testimonio de Jesús es algo que la Iglesia posee o tiene de manera particular y por medio de lo cual Jesús da testimonio a favor de la Iglesia, es el Testimonio de Jesús a favor de la Iglesia y que en el último tiempo la identifica.
El apóstol Juan utiliza 21 veces la expresión “testimonio de Jesús" en sus escritos (seis veces en el libro de Apocalipsis: 1:2, 9; 12:17; dos veces en 19:10 y 20:4) y en todas existe una misma construcción gramatical. De esas 21 veces, en 14 oportunidades Juan utiliza μαρτυρίαν Ἰησοῦ, que se refiere al testimonio que da Jesús de sí mismo en la Iglesia, su auto revelación; otras siete veces Juan utiliza μαρτυρίαν περι Ἰησοῦ que se refiere al testimonio que otra persona da sobre Jesús. En Apocalipsis 12:17, el término usado es μαρτυρίαν Ἰησοῦ, que se refiere a la revelación que Jesús da de sí mismo.
La Biblia se explica por sí misma y el propio libro del Apocalipsis explica que "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía", es decir la manifestación de uno de los dones espirituales que Jesús entregó a la Iglesia como testimonio de que el está con ella y en medio de ella y por eso es el testimonio de Jesús que habla a favor de la Iglesia, razón por la cual es perseguida airadamente por el dragon, símbolo de Satanás el Diablo.
En confirmación de esta posición se pueden citar a lo menos cinco argumentos:
1.- El testimonio de Jesucristo son los dones espirituales que el propio Jesús otorga a la Iglesia como evidencia palpable de que él está con ella (Marcos 16:15-18).
La expresión μαρτυρίαν Ἰησοῦ Χριστοῦ es usada por el apóstol Pablo en su carta a los corintios en que señala que los cristianos poseen el ‘testimonio de Cristo’ manifestado de manera práctica en los dones que Jesús concede a la iglesia (1 Corintios 1:6-7). En efecto, los dones espirituales que se detallan en 1 Corintios 12:1-12 y que se manifestaban en el seno de la iglesia, constituían el claro y convincente testimonio de que Jesús estaba en medio de ella. Los dones espirituales constituían entonces el ‘testimonio de Jesús’ en favor de la iglesia.
2.- La interpretación filológica de Apocalipsis 12:17 indica que el testimonio de Jesucristo es el que él da en favor de la Iglesia.
En cuanto a la expresión “el testimonio de Jesús” , se ha generado un cierto número de estudios y debates en cuanto a su significado y propósito. Desde el punto de vista filológico, es decir, aquel que estudia las expresiones en el lenguaje o lengua original en que fueron escritas, esto es el griego, el problema se agrava cuando se observa que en el griego, μαρτυρίαν Ἰησοῦ Χριστοῦ se puede tomar como genitivo subjetivo o genitivo objetivo. El primer caso da a entender el testimonio dado por Jesús (su testimonio), y el segundo caso refiere al testimonio que alguien da acerca de Jesús. La mayoría de comentadores del Apocalipsis prefieren el genitivo objetivo. Aunque ambas formas son posibles, se ha visto según el contexto y la gramática de la frase, que no se puede pensar aquí en un testimonio acerca de Jesús, sino un testimonio que procede de Él dando a entender entonces que sería un genitivo subjetivo y en que Jesús da testimonio a la iglesia de que está con ella y manifestándose en medio de ella (Mateo 18:19-20).
3.- La Iglesia posee el testimonio de Jesucristo (Apocalipsis 12:17).
El propio texto de Apocalipsis 12:17 deja ver que el testimonio de Jesucristo no es algo que la iglesia da en favor de Cristo, sino más bien es algo que tiene o posee y que la identifica como la Iglesia de Cristo. Los últimos cristianos de la historia de este mundo "guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo". El texto deja ver que el testimonio de Jesucristo es algo que la Iglesia tiene o posee, no algo que la Iglesia da o entrega. La Iglesia "tiene" el testimonio de Jesucristo, es decir tiene la evidencia o testimonio de que Cristo está con ella.
4.- La Iglesia da testimonio del testimonio de Jesucristo.
Que la expresión el “testimonio de Jesucristo” no refiere a la obra de testificación evangélica sino a los dones espirituales que Cristo ha concedido a la iglesia se deduce de Apocalipsis 1:2 en que el propio Juan declara que "ha dado testimonio" del “testimonio de Jesucristo”. Este texto deja ver que Juan no emplea la expresión simplemente como el dar testimonio de Jesús, sino más bien dejando claro que el "ha dado testimonio... del testimonio de Jesucristo". Lo mismo, se hace entender en Apocalipsis 1:9 en que Juan señala que se encuentra en la isla de patmos "por la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo" dejando ver que él era perseguido y hostigado no sólo porque promovía una doctrina considerada peligrosa para la gente de su época, sino porque además su predicación iba acompañada de los dones espirituales que daban testimonio de que Jesucristo estaba con él. En definitiva, Satanás perseguía al amado discípulo porque a través de él, el mundo no sólo recibía fiel el mensaje de Jesús, sino porque los dones espirituales revelados en la vida de Juan, eran una notable evidencia o testimonio de que Jesucristo seguía muy de cerca el ministerio del santo apóstol.
5.- El testimonio de Jesucristo es el espíritu de profecía (Apocalipsis 19:10).
El libro del Apocalipsis y el propio apóstol Juan entregan la correcta interpretación de la expresión testimonio de Jesucristo y que se desprende de una comparación entre Apocalipsis 12:17 y 19:10 y que indica que "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía" lo cual favorece claramente la interpretación propuesta de que el testimonio de Jesús es el que da el propio Jesús en favor de la iglesia a través de la manifestación del espíritu de profecía que es uno de los dones espirituales prometido por el propio Jesús a los cristianos. El don de profecía es uno de los dones espirituales otorgados por Dios a la iglesia (1 Corintios 1:8-10).
El propio libro de Apocalipsis revela qué: "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía". Siendo así, el testimonio de Jesucristo no consiste en el testimonio que los cristianos dan de Jesús como el Cristo, sino que "el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía" que da testimonio de que Jesús está con su Iglesia. Por eso Satanás persigue a la iglesia que tiene el testimonio de Jesucristo, porque sabe que esa es la verdadera iglesia de Cristo.
El libro del Apocalipsis nos revela que Satanás ha luchado persistentemente contra la iglesia que tiene el ‘testimonio de Jesucristo’. Juan declara en la introducción del Apocalipsis que su vocación y ministerio es por ‘la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo’ ya que el espíritu de profecía se manifestaba en el propio apóstol y lo condujo a escribir el Apocalipsis y como consecuencia de esto y al igual que todos los discípulos el apóstol declara haber sufrido persecución por parte del mundo.(Apocalipsis 1:2, 9). La revelación nos presenta a los mártires de Jesús como siendo perseguidos y muertos por ‘la palabra de Dios y por el testimonio que ellos tenían’. (Apocalipsis 6:9) Así también se señala que el dragón (símbolo de Satanás) hará guerra contra la iglesia remanente en el tiempo del fin porque en ella se encuentran los que ‘guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo’ (Apocalipsis 12:17). Finalmente, los que triunfen en el gran conflicto sufrirán a manos de los malvados por haber manifestado al mundo el testimonio de Jesucristo (Apocalipsis 22:4).

MANIFESTACIÓN HISTÓRICA DEL TESTIMONIO DE JESÚS
Como ya se dijo, la expresión "testimonio de Jesús" refiere al don de profecía que proviene de Jesús y que se entrega al mundo por medio de los profetas. Según se desprende de Apocalipsis 1:1-2 la revelación de Jesucristo a través del don profético es entregada a Juan, quien como profeta, debía transmitirla a la Iglesia y a todo el mundo.
En Apocalipsis 1:9 se indica que Juan se encuentra exiliado en Patmos precisamente por "la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo", esto es, por ser un testimonio vivo de que Jesús estaba con la Iglesia ya que en él se manifestaban los dones espirituales que Jesús había ofrecido a la Iglesia al comienzo de la obra evangelística.
El don de profecía, es decir, el don que permite dar a conocer a las gentes hechos y eventos que van a suceder en el futuro siempre ha ocupado un lugar importante en la relación de Dios con su pueblo (Amós 3:7). Siendo así, Dios también ha dado claras instrucciones tendientes a reconocer la verdadera manifestación del don profético en su pueblo (Deuteronomio 18: 20-22).
La historia deja ver que en el pasado Dios se comunicó muchas veces con el pueblo a través de los profetas y aún de manera mucho más directa lo hizo a través de su propio Hijo Jesús (Hebreos 1:1-3).
El testimonio de Jesús se manifestó en la Iglesia de Cristo a través de todos los tiempos y también lo hizo durante la Edad Media, en medio de la dura persecución que los cristianos sufrieron a manos del catolicismo (Apocalipsis 6:9-11).
Una vez terminada la Edad Media, los pocos cristianos que sobrevivieron a la persecución católica, se convirtieron en el remanente o resto de los descendientes de la Iglesia o la mujer simbólica de Apocalipsis 12:17 que habría de perdurar hasta el tiempo del fin, nuestros días. Esos pocos cristianos tienen el testimonio de Jesús y ese testimonio es el espíritu de la profecía señalado en Apocalipsis 19:10. Ese mismo testimonio es el que enciende la ira de Satanása el Diablo contra este pueblo y lo induce a perseguirlo en el tiempo del fin y hasta la misma venida de Cristo (Apocalipsis 20:4).
¿Qué significa “espíritu de profecía”? Esta expresión aparece sólo en este texto en toda la Biblia. Los textos bíblicos que nos hablan de los dones espirituales nos ayudan a entender lo que significa “espíritu de profecía”. De las tres listas bíblicas sobre dones espirituales (Romanos 12:6-8; 1 Corintios 12:1-11; Efesios 4:11-12) destacamos 1 Corintios 12:7-11, donde Pablo se refiere al Espíritu Santo como el que distribuye los dones como él quiere, y entre esos está el don de profecía. A la persona que recibe este don se la llama profeta (1 Corintios 12:28; Efesios 4:11).
Apocalipsis 22:8, 9 también nos ayuda a entender Apocalipsis 19:10. El ángel revelador agrega un detalle que define a Juan quiénes son los “hermanos” mencionados en el capítulo 19:10. Esos hermanos no son los miembros de la iglesia en general, sino que son los “profetas”, hermanos de oficio profético de Juan, los que tienen “el espíritu de profecía”. El paralelismo entre los dos textos es muy importante y lo aclara, entendiendo que el principio de comparar un texto con otro nos lleva a la conclusión de que el “espíritu de profecía” en Apocalipsis 19:10 es el don profético, que es otorgado no a los miembros de la iglesia en general, sino a los que fueron llamados por Dios para ser profetas.
Este don de profecía o "espíritu de profecía" es el que ha sido perseguido históricamente por Satanás el Diablo, llevando a perseguir y matar a quienes poseen dicho "testimonio" tal como es declarado en Apocalipsis 6:9 y confirmado en Apocalipsis 20:4.
EL TESTIMONIO DE JESÚS A TRÁVES DE LA HISTORIA
Ya hemos visto que el "testimonio de Jesús" o la expresión griega μαρτυρίαν Ἰησοῦ Χριστοῦ utilizada por Juan en Apocalipsis 12:17 refiere al testimonio que el propio Jesús da en favor de la Iglesia permitiendo que los dones espirituales impartidos por el Espíritu Santo se manifiesten en su medio, testificando la relación de la Iglesia con Cristo. La Iglesia verdadera señalada para el último tiempo "tiene" o "posee" este testimonio y por tanto Satanás sabe que es la Iglesia de Cristo verdadera del tiempo del fin razón por la que persigue a quienes hacen parte de ella.
Cuando Jesús fundó la Iglesia señaló que los dones espirituales se manifestarían en la Iglesia y darían testimonio de eran la Iglesia de Cristo (Marcos 16:15-20).
El testimonio de Jesús desde entonces comencó a manifestarse en la Iglesia a través de diversos dones espiriuales (Vea 1 Corintios 1:6-8). En este último texto, se indica que el Señor confirmará a la Iglesia "hasta el fin", de manera que los dones espirituales o el testimonio de Jesús se dejaría ver en la Iglesia de Cristo hasta el mismo tiempo del fin. Estos dones espirituales comprenden diversas manifestaciones del Espíritu Santo en el seno de la Iglesia (1 Corintios 12:1-11).
El Testimonio de Jesús se manifestó en Juan, el último de los apóstoles tal como én mismo declaró en Apocalipsis 1:1-2, 9. El Testimonio de Jesús se manifestó en la Iglesia Cristiana de la Edad Media (Apocalipsis 6:9). El testimonio de Jesús ha sido una de las razones por las que Satanás ha perseguido a la Iglesia en todos los tiempos (Apocalipsis 20:4).
El testimonio de Jesús está presente en la Iglesia del tiempo del fin (Apocalipsis 12:17) manifestándose a través del espíritu de profecía (Apocalipsis 19:10).
ACLARACIONES ADICIONALES
“En Apocalipsis 19:10 se define el testimonio de Jesús como el espíritu de profecía. Dijo el ángel; "Yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús." En Apocalipsis 22:9, repite más o menos lo mismo como sigue: "Soy consiervo tuyo," y "de tus hermanos los profetas." Comparando un pasaje con otro notamos la fuerza de la expresión: "El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. " Pero el testimonio de Jesús incluye todos los dones de aquel Espíritu. Dice Pablo:"Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonió acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo." (1 Cor. 1:4-7.) El testimonio de Cristo fue confirmado en la iglesia de Corinto; y ¿cuál fue el resultado? En cuanto a los dones nadie le llevaba la delantera, ¿No estamos, pues, justificados al concluir que cuando el remanente o residuo esté del todo confirmado en el testimonio de Jesús, nadie le llevará la delantera en cuanto a los dones, mientras aguarda la venida de nuestro Señor Jesucristo?” (PE 144)
La Iglesia de Jesucristo siempre y desde sus inicios se caracterizó por tener el Testimonio de Jesucristo manifestado por las señales que realizaba en nombre de Jesús. Los milagros y hechos maravillosos que eran realizados por los miembros de la Iglesia confirmaban que Cristo estaba con ellos y de esa manera, esas mismas señales eran el "testimonio" de que Jesús estaba con ellos (Vea Marcos 16:20).