MUNDO Y RELIGIÓN - M&R |
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Juan 8:58 Antes que Abraham fuese, yo soy |
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"Antes que Abraham fuese, yo soy"
Juan 8:58
Lea Juan 8:56-59. La respuesta de los judíos a las palabras de Jesús: "Antes que Abraham fuese, yo soy", indica que ellos entendieron claramente lo que él estaba declarando. Jesús acababa de invocar el nombre de Dios sobre sí mismo. En su declaración Jesús se identificó a sí mismo con el nombre “YO SOY” con el cual Dios se identificó a Sí mismo en Éxodo 3:14.
"Con solemne dignidad Jesús respondió: "De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, YO SOY." Cayó el silencio sobre la vasta concurrencia. El nombre de Dios, dado a Moisés para expresar la presencia eterna había sido reclamado como suyo por este Rabino galileo. Se había proclamado a sí mismo como el que tenía existencia propia, el que había sido prometido a Israel, "cuya procedencia es de antiguo tiempo, desde los días de la eternidad.'" (E.G. de White, El Deseado de Todas las Gentes).
El sentido de las palabras de Jesús "YO SOY" se confirma por la reacción de los judíos frente a tan solemne declaración. En Levítico 24:16 se indica que cualquier persona que invocare sobre sí el nombre de Dios debe ser apedreado.
¿Por qué sabemos que Jesús declaró en este pasaje su divinidad? Sencillamente por la reacción de quienes escucharon sus palabras. El relato dice: "Entonces tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo" (Juan 8:59). En los días de Cristo, la blasfemia era castigada con la lapidación (muerte a pedradas). Se entendió la declaración de Jesús como una ofensa verbal contra Dios y la blasfemia era castigada con la muerte. Si la declaración de Cristo sólo hubiera tenido la connotación de existir antes de Abraham, simplemente hubiese sido tenida como la declaración de un loco o de una persona demente que no está en su cabal jucio, sin embargo, cuando Jesús dijo con propiedad: "Antes que Abraham fuese, yo soy", ellos entendieron que había invocado como suyo el nombre de Dios y a sus oídos tal declaración era una blasfemia.
Que la declaración de Cristo en Juan 8:58 fue una declaración de divinidad, se hace claro considerando el contexto de esas palabras en el propio Evangelio de Juan y que en una ocasión posterior registra otra situación similar.
Algunos días más tarde Jesús hizo la siguiente declaración: "Yo y el Padre una cosa somos" (Juan 10:30) Estas palabras de Cristo hablaban de su unidad con Dios en esencia.
Nuevamente, quienes escucharon a Jesús, entendieron el significado de las palabras de Jesús y reaccionaron de acuerdo a sus declaraciones: "Los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les dijo: Os he mostrado muchas obras buenas que son del Padre. ¿Por cuál de ellas me apedreáis? Los judíos le contestaron: No te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te has declarado Dios." (Juan 10:31-33)
La Biblia es muy clara en cuanto a la divinidad de Cristo y aunque algunas personas tratan de tergiversar el significado de las palabras de Cristo, argumentando que él refería a "unidad de propósito" y no a unidad de esencia, lo cierto es que los que escucharon directamente las palabras de Jesús y presenciaron esa escena, no entendieron que Jesús hablará de "unidad de propósito", sino de "unidad en esencia" de manera que ellos dijeron a Jesús: "tú, siendo hombre, te has declarado Dios".
Cuando el registro evangélico dice: "Los judíos volvieron a tomar piedas para apedrearle", indica que ellos nuevamente entendieron de manera clara que Jesús se había declarado Dios, como en Juan 8:58 que fue la ocasión anterior en que también habían tenido intención de lapidarlo por blasfemia. Que la acusación es respecto a una declaración de divinidad en Juan 8:58, se colige en el contexto de Juan 10:30-31 y en que la acusación es: "tú, siendo hombre, te has declarado Dios".
LA CORRECTA TRADUCCIÓN DE JUAN 8:58
Juan 8:58 en griego se vierte: πρὶν Ἀβραὰμ γενέσθαι ἐγὼ εἰμί.
Algunas corrientes dentro del cristianismo, que no concuerdan con la divinidad de Cristo, traducen ese texto en un tiempo verbal distinto, como "yo era", "yo resultaré ser", etc. No obstante, el texto griego no admite otra traducción distinta a "yo soy". La expresión ἐγὼ εἰμί no puede ser traducida de ninguna manera que no sea: "yo soy" así como la expresión inglesa "I am" no puede ser traducida "yo fui", "yo seré" o "yo era", sólo puede ser traducida "yo soy". Lo mismo pasa con la expresión griega ἐγὼ εἰμί, sólo puede ser traducida "yo soy".
¿Por qué resulta importante que este texto sea traducido en el tiempo verbal correcto? Sencillamente, porque en este pasaje Jesús invocó para sí el nombre de Dios. Se nombró a sí mismo como "Yo soy", el gran "Yo soy" que habló con Moisés en la zarza ardiente (Exodo 3:13-15).
La expresión γενέσθαι es usada por Jesús en relación a Abraham y traducida literalmente es "llegase a ser" o que tuvo un principio y posiciona lo que viene después en el tiempo indicado por la sentencia: "antes que Abraham llegase a ser".
Si bien la versión antigua de la Biblia Reina Valera (1909) así como la versión moderna de la Biblia Reina Valera (1960) traducen γενέσθαι como "fuese", lo cierto es que la mejor traducción debiera ser "llegase a ser" queriendo decir más bien "antes que Abraham naciese". ¿Qué sucedió antes que Abraham naciese o llegase a ser? Jesús dice: "Yo soy".
La expresión "yo soy" referida por Jesús se aplica a sí mismo. Se hace claro, que el contexto en que Jesús expresa "yo soy" no es un contexto ordinario o de una simple conversación, sino más bien estas palabras fueron pronunciadas en un contexto teológico y con un fuerte sentido teológico.
Por otra parte, la construcción de la sentencia donde Jesús usa la expresión "yo soy" fue cuidadosamente elaborada por el propio Jesús para dar más fuerza a su declaración, de manera que no quedara duda respecto de lo que él deseaba transmitir, no sólo respecto a su preexistencia antes de Abraham (Colosenses 1:15-17) sino respecto de su naturaleza divina en esencial unidad con su Padre, como el gran YO SOY (Juan 10:30; Juan 1:1-3).
Existe un claro contraste entre la expresión γενέσθαι aplicada a Abraham y que define la idea tener un principio cuando se llega a ser y la expresión ἐγὼ εἰμί aplicada a Jesús y que deja ver no una idea de principio en que se llega a ser sino más bien un estado del ser con propiedad y autoexistencia. Jesús expresa su preexistencia y con mayor fuerza su divinidad, su naturaleza divina signada por el nombre de Dios "YO SOY". Esto fue claramente entendido por la gente que le escuchaba y por eso tomaron piedras para apedrearle. Y más tarde, le dijeron: "tu, siendo hombre, te has declarado Dios" (Juan 10:33).
Los judíos religiosos del tiempo de Jesús estaban muy bien familiarizados con la expresión YO SOY que Dios usa en Exodo 3:14-15 en que el Padre Eterno se da a conocer a Moisés con el nombre YO SOY para que así sea conocido por todas las gentes.
Jesús usa la expresión "YO SOY" de manera enfática y con deliberación, y además en una construcción muy particular emplea la expresión en tiempo presente con toda intención. Todo esto, para los judíos significa una sola cosa, que Jesús se declara Dios ante ellos y de ahí la reacción de querer lapidarlo arrojándole piedras.
Si bien hay corrientes que traducen Juan 8:58 diciendo: "Antes que Abraham existiera, yo he sido" (Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras), es claro que llegan a esta traducción cambiando deliberadamente la conjugación en tiempo presente del verbo “ser” en el griego (“yo soy”) por la conjugación del presente perfecto (“yo he sido”) lo cual debilita el verdadero significado del texto.
En el griego, las palabras ἐγὼ εἰμί literalmente, significan “yo soy”. ἐγὼ εἰμί es el presente activo indicativo de la primera persona del singular “yo soy” y no es el presente perfecto activo indicativo de la primera persona en singular “yo he sido”.
La propia versión interlinear del griego traduce Juan 8:58 como "yo soy" en el Kingdom Interlinear Greek Translation. Lo mismo hace el Emphatic Diaglot, una traducción palabra por palabra del griego al inglés publicada por la Sociedad WatchTower. Lo propio hace el Greek - English New Testament de Nestle -Aland, una de las más reputadas traducciones del griego bíblico al inglés y en que la expresión ἐγὼ εἰμί de este texto se traduce como “yo soy”.

La evidencia indica que prácticamente todas las traducciones de la Biblia vierten Juan 8:58 como "yo soy"
Si bien, la expresión ἐγὼ εἰμί es traducida en algunas versiones de la Biblia como "yo he estado" o "yo he sido" en textos como Juan 14:9, lo cierto es que no podemos fundamentar una mala traducción de la Biblia basándonos en otra mala traducción de las Santas Escrituras.
Juan 14:9 se vierte de esta manera en griego:
λέγει αὐτῷ ὁ Ἰησοῦς, Τοσούτῳ χρόνῳ μεθ' ὑμῶν εἰμι καὶ οὐκ ἔγνωκάς με
En la versión antigua y moderna de la Biblia Reina Valera con relación a la estructura gramatical de Juan 14:9 se traduce la expresión εἰμί como "yo estoy" o "estoy" en las palabra de Jesús: "¿Tanto tiempo ha que estoy con vosotros, y no me has conocido Felipe?" Lo mismo hace el Emphatic Diaglot de la Sociedad WatchTower, e igual cosa ocurre con la traducción de Nestle - Aland.
Otro caso, Juan 13:19 en que Jesús dice: "Desde ahora os lo digo antes que se haga, para que cuando se hiciere, creáis que yo soy". Aquí nuevamente, se utiliza la misma expresión de Juan 8:58 ἐγὼ εἰμί y es traducida en todas las Biblias como "yo soy", incluso en la Versión del Nuevo Mundo de la WatchTower. Lo mismo ocurre en Juan 8:28.
Todo esto, deja ver claramente que lo que Jesús quiso decir en Juan 8:58 es YO SOY tal como se ha traducido en la casi totalidad de las traducciones de la Biblia. Al expresarse de esta manera, Jesús se identifica a sí mismo con el nombre de Dios, el Gran YO SOY de la Biblia y declara su divinidad, dándole a toda la sentencia un fuerte significado teológico que haremos bien en tener en cuenta a la hora de reconocer quién es Jesús para nosotros y el mundo entero, no rebajando su naturaleza sino reconociéndolo como Dios, Dios con nosotros (Romanos 9:5; Tito 2:13).
De esto, incluso puede depender nuestra vida eterna: Lea Juan 8:24 donde Jesús dice: "Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados: porque si no creyeréis que yo soy, en vuestros pecados moriréis." Aquí, una vez más la expresión ἐγὼ εἰμί tiene un significado teológico especial y es traducida en todas las Biblias como "yo soy", incluso en la Versión del Nuevo Mundo de la WatchTower. Esta es la misma expresión que es traducida tendenciosamente como "yo he sido" o "yo resultaré ser" de Juan 8:58, alejandónos del correcto y verdadero significado de Juan 8:58 y que busca que aceptemos a Jesús como el "YO SOY" de las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento, el "YO SOY" de la Biblia y que para todos los cristianos es Dios.
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