MUNDO Y RELIGION - M&R
   
  MUNDO Y RELIGIÓN - M & R
  Hebreos 4:1-11 ¿Qué significa el reposo de Hebreos 4:1-11?
 



La observancia del sábado como día de reposo, si bien está consignada en el cuarto de los Diez Mandamientos, no es aceptada ni practicada por la mayoría de los cristianos. Paradójicamente, los profesos cristianos sí aceptan y reconocen la validez de los restantes nueve de los Diez Mandamientos, lo cual ya trasluce una seria inconsecuencia y falta de armonía teológica.

Si bien existe bastante evidencia de que Jesús guardaba el sábado como día de reposo (Lucas 4:14-16) y también los discípulos aún después de la muerte de Cristo (Lucas 23:54-56), hay un pasaje relacionado con la observancia del sábado que no es bien comprendido y que presenta algunas dificultades en su correcta interpretación. Este pasaje es Hebreos 4:1-11 que habla de un reposo para el pueblo de Dios.

Se debe tener presente que la enseñanza de Hebreos 4:1-11 aplica no sólo a la iglesia de aquella época sino también a los cristianos posteriores de todas las épocas hasta el día de hoy.

EL CONTEXTO HISTÓRICO
DE HEBREOS CAPÍTULO 4:1-11
 
¿De qué habla Hebreos 4:1-11? El autor de la carta a los Hebreos (el apóstol Pablo según cree la mayoría de los cristianos) está escribiendo a un grupo de judíos cristianos con tendencia a continuar observando los ritos del judaísmo para justificarse (obtener el perdón) para con Dios. 

Es sabido que las profecías indicaban que la ley mosaica de los ritos, que comprendía sacrificios y ofrendas, estaba destinada a finalizar con la muerte de Cristo. Así lo indicaba específicamente la profecía de Daniel (Daniel 9: 26-27). Esta ley, como bien lo establece el profeta Daniel, era la ley de sacrificios y ofrendas, que con la muerte de Cristo (el verdadero sacrificio y ofrenda por el pecado), dejó de estar en vigencia y perdió su vigor. 


La ley que se terminó con la muerte de Cristo, el Mesías, fue la ley del sacrificio y la ofrenda, no la ley de los Diez Mandamientos.


Así lo establece Pablo a los Hebreos: 

"Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la misma imagen de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se allegan. De otra manera cesarían de ofrecerse, porque los que tributan este culto, limpios de una vez, no tendrían más conciencia del pecado. Empero en estos sacrificios cada año se hace conmemoración de los pecados. Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. Por lo cual, entrando en el mundo, dice: Sacrificio y presente no quisiste, mas me apropiaste cuerpo. Holocausto y expicaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: Heme aquí (en la cabecera del libro está escrito de mí) para que haga, oh Dios, tu voluntad. Diciendo arriba: Sacrificio y presente y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron, (las cuales cosas se ofrecen según la ley). Entonces dijo: Heme aquí para que haga, oh Dios, tu voluntad. Quita lo primero, para establecer lo postrero. En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez." (Hebreos 10:1-10). 

El mismo apóstol, hablando a los cristianos de Colosas, indica que el sacrificio de Cristo en la cruz, terminó con la ley de los ritos y ofrendas, expresando que dicho sacrificio actúo: "Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz. Y despojando los principados y las potestades, sacólos a la verguenza en público, triunfando de ellos en sí mismo. Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados. Lo cual es la sombra de lo por venir, mas el cuerpo es de Cristo." (Colosenses 2:14-16).

Puesto que en este párrafo el apóstol Pablo habla de algunos "sábados" que ya no deben observarse en la dispensación cristiana, algunas personas creen y enseñan que la ley que se terminó con el sacrificio de Cristo fue la ley de los Diez Mandamientos que comprende el sábado semanal. Tal aserto no tiene ningún sentido ni fundamento. Los Diez Mandamientos son una ley eterna y que ha estado en vigencia desde la creación del mundo y estará en vigencia por la eternidad en el Reino de Dios, con la observancia del sábado del cuarto mandamiento incluida (Mateo 5:17-19; Isaías 66:22-24).

¿De qué sábados habla entonces el apóstol Pablo en Colosenses?  Claramente de los sábados ceremoniales que, además del sábado de los Diez Mandamientos, se observaban según la ley de ofrendas y sacrificios, ley que de acuerdo a las profecías llegó a su fin con la muerte de Cristo (Lea Levítico 23).

Según reconoce la propia historia, el pueblo judío aún habiendo salido de Egipto tras su liberación, no guardaron las indicaciones expresas de Dios. No guardaron los Diez Mandamientos y tampoco observaron cabalmente la ley de sacrificios y ofrendas, razón por la cual la mayoría de aquellos que salieron de Egipto no entraron en la Canaán prometida y no entraron en el reposo que Jehová había prometido a su pueblo.

Que la ley a la que está refiriendo el apóstol Pablo en Colosenses 2:14-16 es la ley ceremonial y no los Diez Mandamientos se hace claro a partir de lo que el mismo apóstol expresa en relación a esa ley, diciendo que "nos era contraria y que era contra nosotros". Esa ley era la ley ceremonial de ritos y ofrendas que Moisés escribió en un libro y que puso al lado del arca del pacto que contenía los Diez Mandamientos. Respecto a ese libro que Moisés escribió con todas las ordenanzas de sacrificios y
ofrendas, Dios ordenó: "Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti." (Deuteronomio 31:26). Esa cédula o libro de los ritos, que dice Pablo a los hebreos "nos era contraria o era contra nosotros", fue clavada por Cristo en la cruz, ya que él con su propia muerte se convirtió para nosotros en la verdadera ofrenda por el pecado. Que esta ley no corresponde a los Diez Mandamientos se hace claro considerando que la ley moral de los Diez Mandamiento, y que incluye la observancia del sábado semanal, fue escrita por el propio Dios en tablas de piedra y puesta por los israelitas dentro de un arca de madera enchapada en oro, el arca del pacto, mientras que la ley que escribió Moisés y que contenía las leyes de sacrificios y ofrendas, fue escrita en un libro y puesta al lado del arca como testimonio contra Israel. Por esta misma razón el apóstol Pablo hablando en otra ocasión a los gálatas, dijo: "Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas." (Gálatas 3:10). 

¿Cuál fue la ley que Moisés escribió en un libro? No la ley de los Diez Mandamientos sino la ley de ofrendas y sacrificios. Los Diez Mandamientos no fueron escritos por Moisés, sino por Dios en dos tablas de piedra y como ley es llamada un pacto sempiterno, lo cual significa que durará para siempre, que no tendrá fin (Deuteronomio 14:12-13; Isaías 24:5). 





La Biblia una y otra vez indica que los Diez Mandamientos constituyen un pacto sempiterno, es decir que no terminará jamás. La ley de Dios será observada en el universo por los siglos de los siglos.


Por  no haber guardado el pacto de Dios, los Diez Mandamientos, Israel no entró en el reposo que Dios le había prometido (Números 14:21-23; 32:10-11; Hebreos 8:8-9). 

LA PROMESA DE UN NUEVO REPOSO

El Salmo 95, recordando la historia del pueblo judío en su trayecto a Canaán, señala enfáticamente: "Si oyeréis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones." (Salmo 95:7)

El apóstol Pablo bajo inspiración expresa en su carta a los Hebreos, que la expresión "Hoy" del Salmo 95, indica que Dios aún está dando oportunidad a su pueblo de entrar en el reposo, ya no en el reposo ofrecido en la tierra prometida de Canaán, sino en la tierra nueva y cielos nuevos que Dios nos promete en su Reino, la Canaán Celestial (Hebreos 3:7-19)

Del análisis que hace el apóstol Pablo del Salmo 95, se desprenden tres conclusiones importantes: 1) Que mientras se diga "Hoy", aún estamos en tiempo de oportunidad, 2) Que aún queda un reposo para el pueblo de Dios y, 3) Que aún queda un pueblo de Dios.

EL REPOSO DE HEBREOS 4:1-11
Dos reposos diferentes

¿Qué es es el reposo de Dios de que habla Hebreos 4:1-11? Por una parte sabemos que ese reposo refiere a la entrada a la tierra prometida, la tierra del reposo donde ya no habrá más llanto, ni clamor ni dolor. No obstante, el pasaje entrega un sentido mucho más amplio del concepto "reposo", ya que por una parte se habla de un reposo futuro y al que somos invitados a entrar, la Canáan Celestial y por otra parte se habla de un reposo actual, en el cual debemos entrar y que está estrechamente relacionado con el reposo celestial. 

En este reposo actual están entrado aquellos que han creído al Evangelio.Este reposo está en la perspectiva humana desde la creación del mundo (Hebreos 4:3).¿Qué reposo es este? 

Hebreos 4:4 lo dice. El único reposo consignado en la Biblia al cual el hombre ha sido invitado a participar desde la fundación del mundo, es el reposo del séptimo día, la observancia del sábado semanal. Este es el único reposo por medio del cual se ha probado la obediencia del hombre delante de Dios desde el principio de los tiempos, desde la fundación del mundo. La obediencia en guardar este reposo, resultado de la fe y aceptación de Jesús, determina la entrada en el reposo celestial (Hebreos 4:5).



En los días de Moisés, el pueblo de Israel fue invitado a entrar en el reposo en la tierra prometida de Canaán. Queda claro además que el reposo que Dios ofreció a Israel tras su salida de Egipto, la Canaán terrenal, no era el verdadero reposo de Dios, ya que el apóstol Pablo señala: "Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día" (Hebreos 4:8). La conclusión es que si el lugar de reposo que estaba disponible en los días de Josué, la Canaán terrenal hubiese sido el verdadero reposo, "no hablaría después de otro día". 

Sin embargo, la enseñanza de Hebreos 4:1-11 señala que para entrar en el reposo futuro, es decir, la Canaán Celestial con nuevos cielos y nueva tierra, la vida eterna, el ser humano debe obedecer a Dios en esta tierra y esa obediencia está demarcada por el reposo actual, la observancia del sábado consignada en el cuarto de los Diez Mandamientos (Lea Mateo 19:16-17).

Siendo así, el escritor bíblico dice enfáticamente: "Queda un reposo para el pueblo de Dios." (Hebreos 4:9)

¿Cómo se entra en el reposo señalado por Dios? Pablo lo indica: "Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas" (Hebreos 4:10). ¿Cómo reposó Dios de sus obras en la creación del mundo? El mismo texto lo indica: "Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día" (Hebreos 4:4). Lea también Génesis 2:1-3

De manera concluyente Hebreos 4:9-11 es una clara invitacion a entrar en el reposo de Dios y se indica cómo entrar en ese reposo diciendo: "El que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas" ¿Cómo reposó Dios de sus obras? El mismo apóstol contesta: "Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día". Luego, el que entra en el reposo de Dios, reposa de sus obras en el séptimo día tal y como hizo Dios cuando creó al hombre. 



El reposo de Dios quedó consignado en la Ley de Dios, en el cuarto de los Diez Mandamientos diciendo: "Acuérdate del día de sábado para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;mas el séptimo día es sábado para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo del día sábado y lo santificó." (Exodo 20:8-11)

Si bien el reposo de Hebreos 4:1-11 tiene un significado amplio en la carta del apóstol Pablo a los Hebreos, señalando claramente a un reposo actual y un reposo futuro, es claro que el reposo sabático, la observancia del séptimo día de la semana como día de reposo, el reposo actual, es establecido como condición de entrada para el reposo futuro.

No se puede entrar en el reposo futuro si se rechaza el reposo actual. Por tanto el consejo del apóstol Pablo es a entrar en el reposo actual, que se traduce en la observancia del sábado, el reposo en el séptimo día de la semana, a fin de entrar en el reposo futuro de Dios, la entrada amplia a la Canaán Celestial, los nuevos cielos y la nueva tierra en el Reino de Dios (Hebreos 4:9-11).

Que el reposo al cual se nos insta a entrar en Hebreos 4:9-11 es el reposo sábatico actual, a saber la observancia del séptimo día de la semana como día de reposo, se hace claro a partir de una mejor comprensión del texto bíblico español basada en el texto griego de este pasaje, que es la lengua original en que escribió el apóstol Pablo a los Hebreos.

Hebreos 4:9 
ἄρα ἀπολείπεται σαββατισμὸς τῷ λαῷ τοῦ θεοῦ: 
(por tanto queda un guardar de sábado para el pueblo de Dios)

Interesantemente, aunque ya el apóstol Pablo había aludido a la observancia del sábado semanal instituido por Dios en la creación en Hebreos 4:3-4, ahora lo hace de manera mucho más específica en Hebreos 4:9, ya que en el texto utiliza la expresión 
σαββατισμὸς  que significa literalmente "un guardar de sábado" (a keepping sabbath en la traducción inglesa interlinear en griego) en clara alusión al reposo del cuarto mandamiento de la Ley de Dios que nos ordena guardar el sábado, el reposo que Dios nos ha mandado guardar u observar desde el inicio de los tiempos, desde la fundación del mundo.

La expresión σαββατισμὸς  que usa el apóstol Pablo en Hebreos 4:9 está directamente relacionada con la "fiesta del sábado" o el guardar del sábado según indica explícitamente el Diccionario Griego - Español de José M. Pabón, lo cual ya no nos habla específicamente del "reposo" de la tierra prometida, sino del reposo del sábado semanal, invitándonos a reposar de nuestras obras como Dios de las suyas.

El uso de la expresión 
σαββατισμὸς dentro de la referencia que Pablo hace al reposo de Dios, deja ver nuevamente que la expresión "reposo" en el contexto de Hebreos 4:1-11 tiene un significado amplio, tanto en alusión al reposo futuro, en el Reino de Dios, a través de la expresión κατάπαυσις utilizada más adelante, como a la expresión σαββατισμὸς que alude directamente al guardar del sábado semanal y significa literalmente "un guardar de sábado", descanso sábatico u observancia sabática, de donde se desprende que la gente que guarda el sábado está sabatizando.

Tanto la expresión κατάπαυσις como la expresión σαββατισμὸς aluden al reposo y al descanso, sin embargo la expresión σαββατισμὸς alude directamente al reposo vinculado al sábado, el séptimo día de la semana y no simplemente al descanso producto de la fatiga. Recuerde que el descanso del sábado semanal va más allá de simplemente descansar del trabajo y la fatiga producto de una actividad cualquiera como Ud. puede descansar cualquier día durante la jornada del trabajo diario, sino que el descanso sabático está vinculado a nuestra adoración de Dios, es un sábado para Jehová y por tanto el sábado del séptimo día tiene una profunda connotación religiosa y de adoración al Dios verdadero, al Dios de la Biblia. 

La vinculación de la expresión σαββατισμὸς con el sábado semanal se deja ver en la propia raíz de la palabra que inicia con la raíz "sabbat" que refiere al sábado semanal y no sencillamente al reposo cualquiera. 

Hebreos 4:10-11
 γὰρ εἰσελθὼν εἰς τὴν κατάπαυσιν αὐτοῦ καὶ αὐτὸς 
κατέπαυσεν ἀπὸ τῶνἔργων αὐτοῦ ὥσπερ ἀπὸ τῶν ἰδίων  θεός. 
σπουδάσωμεν οὖν εἰσελθεῖν εἰς ἐκείνην τὴν κατάπαυσιν, 
ἵνα μὴ ἐν τῷ αὐτῷ τιςὑποδείγματι πέσῃ τῆς ἀπειθείας. 


La expresión κατάπαυσις
utilizada en estos dos versículos es una continuación del versículo 9 y que insta a guardar el sábado, indicando que el que ha entrado en el reposo actual de Dios, la observancia del séptimo día, "ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas" ¿Cómo reposó Dios de sus obras en la fundación del mundo? Ya lo dijo el propio apóstol en Hebreos 4:4. De manera que el concepto de reposo futuro, implica entrar en el reposo actual y que es la observancia del sábado semanal. Por tanto, Hebreos 4:11 exhorta diciendo: "Que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia".

Se debe entender entonces que en el texto de Hebreos 4:1-11 se menciona dos tipos diferentes de reposo y que sin embargo están estrechamente unidos en el propósito de Dios. Uno es el reposo sabático, o guardar del sábado, instituido por Dios en la Creación según Génesis 2:1-3, y el otro, es el reposo prometido por Dios a Israel en los días de Moisés y que aludía a la entrada en la Canaán terrenal, la tierra prometida donde fluía leche y miel. Este último reposo, era figura del verdadero reposo que es la entrada en el Reino de Dios, la Canaán Celestial (Hebreos 11:10).

Si analizamos el texto de Hebreos 4:1-11 versículo por versículo, podremos saber de qué reposo se habla en cada texto:

Hebreos 4:1    κατάπαυσις   - reposo futuro
Hebreos 4:3    
κατάπαυσις   - reposo futuro (se utiliza dos veces)
Hebreos 4:4    κατάπαυσις   - reposo sabático relacionado con el reposo futuro
Hebreos 4:5    κατάπαυσις   - reposo futuro
Hebreos 4:8    κατάπαυσις   - reposo futuro
Hebreos 4:9    σαββατισμὸς - reposo sabático, guardar del sábado
Hebreos 4:10  κατάπαυσις   - reposo sabático
Hebreos 4:11  κατάπαυσις   - reposo sabático, guardar del sábado

La expresión κατάπαυσις que señala literalmente el reposo o descanso, si no va ligada al concepto del sábado, significa sólo el descanso futuro como en los versículos 1, 3, 5 y 8, sin embargo, si es relacionada con la santificación semanal del séptimo día, implica y considera el reposo sabático como en los versículos 4, 10 y 11 y que es señalado de manera más precisa con la expresión σαββατισμὸς utilizada en el versículo 9.

El escritor del libro de los Hebreos, señala que muchos de los israelitas que salieron de Egipto, no entraron en Canaán por causa de desobediencia y falta de fe. A ellos, Dios juró que no entrarían en su reposo (Hebreos 3:16-19). Del mismo modo, los cristianos de hoy, corren peligro de no entrar en el reposo de Dios, su Reino eterno, por causa de desobediencia y falta de fe. El escritor del libro de los Hebreos relaciona especialmente esto, es decir, quedar fuera del reposo futuro, con la obstinación de no guardar el sábado, del séptimo día, un mandamiento que practicamente toda la cristiandad pisotea deliberadamente.

Dios esperaba que el Israel terrenal, obedeciera su pacto, los Diez Mandamientos, como señal de su fe en el Dios Salvador. No obstante, ellos no guardaron el pacto y por tanto no entraron en el reposo terrenal que era la Canaán terrenal. El relato bíblico indica que no entraron por causa de desobeciendia (Hebreos 4:6). Sin embargo, tanto el salmista como el apóstol Pablo en el libro de los Hebreos indican que queda un reposo para el pueblo de Dios, ya que en el Salmo 95 se utiliza la palabra "Hoy". Si hoy, queremos entrar en el reposo de Dios, debemos primero entrar en el reposo divino: ¿de qué manera?  Reposando de nuestras obras como Dios en el principio reposó de las suyas, a saber, santificando el día de reposo semanal, santificado en la creación según Génesis 2:1-3 y consignado en la Ley de Dios según Éxodo 20:8-11. Si hoy usted quiere entrar en el reposo futuro que Dios nos ofrece, la vida eterna en su Reino Celestial, la recomendación es una sola y la misma que Jesús hizo a un hombre hace casi dos mil años: "Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" (Mateo 19:16-17).

¿Deben hoy día los cristianos guardar el sábado semanal?  ¿Es la obediencia una condición para entrar en la vida eterna y el reposo celestial? Veálo Ud. mismo y leálo por Ud. mismo en su propia Biblia: Hebreos 4:3-4. Lea nuevamente Mateo 19:16-17.

¿INSTA HEBREOS CAPÍTULO 4
A GUARDAR EL SÁBADO SEMANAL?

Aunque como ya se ha dicho, la mayoría de la cristiandad (católicos, evangélicos, mormones y simpatizantes de la WatchTower) se oponen tenazmente a la observancia del sábado, lo cierto es que el apóstol Pablo, en su epístola a los Hebreos capítulo 4, exhorta claramente a guardar el sábado. Esto se desprende de un análisis exegético del texto de Hebreos 4:1-11.

Ya hemos visto que el apótol Pablo hace una referencia a Salmo 95:7-11 en su epístola y más precisamente en Hebreos 3:7-19. Aquí, el apóstol trae a la memoria de los hebreos la lamentable historia del pueblo judío durante su travesía por el desierto en los días de Moisés (Hebreos 3:16-19). Igualmente, establece que el reposo ofrecido al pueblo de Dios en los días de Moisés era figura del verdadero reposo que se ofrece al pueblo "Hoy" en el Reino de Dios.  

Sin embargo, inmediatamente después de traer al recuerdo la historia del pueblo judío en el desierto y decir que este pueblo no entró en el reposo prometido por causa de desobediencia, el apóstol establece la esperanza del reposo futuro y trae al recuerdo la santificación del sábado en ocasión de la Creación (Hebreos 4:3-4).  En adelante, el apóstol realiza una interesante relación entre la entrada en el reposo futuro y la santificación del sábado.

A medida que el apóstol va relatando la experiencia de Israel en los días de Moisés y estableciendo las causas de su fracaso para entrar en el reposo de Canaán terrenal, establece la promesa de un reposo futuro con base en la declaración "Hoy" que por inspiración registra David en el Salmo 95 y establece las bases de nuestra esperanza basadas en la obediencia a Dios, punto en el cual fracasaron los antiguos israelitas.

El relato de Hebreos 4 va en un progreso en el razonamiento, ya que recuerda el sábado instituido en la Creación (Hebreos 4:4), establece la promesa del reposo futuro confirmándola con la expresión "Hoy" de Salmo 95 y confirmando que:
 "Si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día" (Hebreos 4:5-8) para señalar que la entrada al reposo futuro está relacionada con el reposo actual, el reposo sábatico (Hebreos 4:9).

Hebreos 4:9  confirma la observancia del sábado semanal, el reposo actual, como condición de obediencia para entrar en el reposo futuro diciendo: ἄρα ἀπολείπεται σαββατισμὸς τῷ λαῷ τοῦ θεοῦ: (por tanto queda un guardar de sábdo para el pueblo de Dios).

Si leemos Hebreos 4:9 en el griego original en que escribió el apóstol Pablo, se entiende claramente que la intención del apóstol es invitar a los cristianos a guardar el sábado, séptimo día de la semana como parte de la Ley de Dios, los Diez Mandamientos, base de la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Mateo 19:16-17; Hebreos 12:14).

La realidad de Hebreos 4:9 se deja ver en las distintas traducciones de la Biblia que expresan lo siguiente:

"Por tanto, queda un reposo sabático para el pueblo de Dios" (Nuevo Testamento Interlinear Griego, Felipe La Cueva)

"Queda, pues, un descanso sabático para el pueblo de Dios:" (English Revised Versión)

"Así que queda el sabatismo para el pueblo de Dios." (Biblia Jubileo 2000)

"Queda, por lo tanto, reservado un reposo, el del séptimo día, para el pueblo de Dios." (Biblia del Pueblo de Dios)

Todas estas versiones de la Biblia aportan el verdadero sentido de reposo de Hebreos 4:9 y lo relacionan con el sábado semanal, el séptimo día. Por tanto, el apóstol Pablo insta a los cristianos a guardar un "reposo sabático", un "descanso sabático" o "sabatismo". Todas estas expresiones señalan definidamente a "un reposo, el del séptimo día" como claramente traduce la Biblia del Pueblo de Dios.

Que el reposo de Hebreos 4:9 invita a guardar el sábado se hace todavía más claro en los versículos siguiente: Hebreos 4:10-11 en que el propio apóstol exhorta diciendo: "Porque el que ha entrado en su reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas". Puesto que a partir de Hebreos 4:9 el apóstol está hablando definidamente del reposo del séptimo día, el refiere que el que ha entrado en ese reposo, "también el ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas." ¿Cómo reposo Dios de sus obras? Ya lo hemos dicho repetidas veces: "Y reposo Dios de todas sus obras en el séptimo día" (Hebreos 4:4).

¿Que invitación hace el apóstol finalmente a todos los cristianos? "Procuremos pues de entrar en aquel reposo"  ¿Cuál reposo? El que el mismo dijo: "el reposo, del séptimo día" y concluye con una exhortación aún más directa diciendo: "Que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia." (Hebreos 4:9-11). 


CÓMO ENTRAR EN EL REPOSO DE DIOS

Entrar en el reposo de Dios es una experiencia religiosa que implica aceptar a Dios como centro y guía de nuestra vida. Aceptar a Dios como centro y guía de nuestra vida implica aceptar su voluntad, expresada en su Ley, los Diez Mandamientos. Siendo así, la observancia de la Ley de Dios, como una obra de fe, es una experiencia que forma parte del reposo de Dios. La aceptación plena de la Ley de Dios como expresión de la voluntad soberana de Dios, se manifiesta de manera visible por la observancia del sábado, siendo la observancia de este día, como día del reposo, lo que distingue como un sello a los verdaderos adoradores de Dios (Exodo 31:18-31; Ezequiel 20:12, 20).

EXODO 20:8-11
8μνήσθητι τὴν ἡμέραν τῶν σαββάτων ἁγιάζειν αὐτήν. 
9ἓξ ἡμέρας ἐργᾷ καὶ ποιήσεις πάντα τὰ ἔργα σου· 
10τῇ δὲ ἡμέρᾳ τῇ ἑβδόμῃ σάββατα κυρίῳ τῷ θεῷ σου· οὐ ποιήσεις ἐν αὐτῇ πᾶν ἔργον, σὺ καὶ ὁ υἱός σου καὶ ἡ θυγάτηρ σου, ὁ παῖς σου καὶ ἡ παιδίσκη σου, ὁ βοῦς σου καὶ τὸ ὑποζύγιόν σου καὶ πᾶν κτῆνός σου καὶ ὁ προσήλυτος ὁ παροικῶν ἐν σοί. 11ἐν γὰρ ἓξ ἡμέραις ἐποίησεν κύριος τὸν οὐρανὸν καὶ τὴν γῆν καὶ τὴν θάλασσαν καὶ πάντα τὰ ἐν αὐτοῖς καὶ κατέπαυσεν τῇ ἡμέρᾳ τῇ ἑβδόμῃ· διὰ τοῦτο εὐλόγησεν κύριος τὴν ἡμέραν τὴν ἑβδόμην καὶ ἡγίασεν αὐτήν.— 


Cuando se lee el cuarto mandamiento de la Ley de Dios en griego, se observa que la expresión "guardar un sábado", como "reposar" se usan alternadamente para indicar el tipo de reposo que Dios requiere del hombre en el séptimo día, igual como hace el apóstol Pablo en Hebreos 4:1-11, entendiéndose que el reposo actual del pueblo de Dios, la observancia del sábado semanal, es parte de la experiencia religiosa que lo llevará finalmente a entrar en el reposo futuro en el Reino de Dios.

En este reposo entramos a través de Cristo (Mateo 11:28-30), ya que sín él nada podemos hacer (Juan 15:1-5). "La vida en Cristo es una vida de reposo. Puede no haber éxtasis de la sensibilidad,pero debe haber una confianza continua y apacible. Vuestra esperanza no está en vosotros; está en Cristo. Vuestra debilidad está unida a su fuerza, vuestra ignorancia a su sabiduría, vuestra fragilidad a su eterno poder. Así que no debéis miraros a vosotros, ni depender de vosotros, mas mirad a Cristo. Pensad en su amor, en su belleza y en la perfección de su carácter. Cristo en su abnegación, Cristo en su humillación, Cristo en su pureza y santidad, Cristo en su incomparable amor: esto es lo que debe contemplar el alma. Amándole, imitándole, dependiendo enteramente de él, es como seréis transformados a su semejanza. Jesús dice: "Permaneced en mí" Estas palabras dan idea de descanso, estabilidad, confianza. También nos invita: "¡Venid a mí ... y os daré descanso!" (S. Mateo 11: 28). Las palabras del salmista expresan el mismo pensamiento: "Confía calladamente en Jehová, y espérale con paciencia". E Isaías asegura que "en quietud y confianza será vuestra fortaleza" (Salmo 37: 7; Isaías 30:15). Este descanso no se funda en la inactividad: porque en la invitación del Salvador la promesa de descanso está unida con el llamamiento al trabajo: "Tomad mi yugo sobre vosotros, y . . hallaréis descanso". (S. Mateo 11 : 29) El corazón que más plenamente descansa en Cristo es el mas ardiente y activo en el trabajo para él. " (Elena G. de White, CC 70). 

CONCLUSIÓN

Puesto que en el libro de los Hebreos 4:1-11 el apóstol Pablo relaciona directamente el reposo de Dios con la expresión
σαββατισμὸς es claro que el guardar del sábado semanal es una experiencia fundamental en la vida de un cristiano que aspira a entrar en el reposo de Dios. 

Es fácil concluir entonces, que la observancia del sábado como parte de la Ley de Dios, el reposo actual, es requerida como obra de fe, para todos los que desean entrar en la vida eterna y en el descanso prometido de Dios (Vea Mateo 19:16-19), haciéndose claro que aquellos que rechazan entrar en el reposo sabático, la observancia del séptimo día de la semana como día de reposo, por su ejemplo de desobediencia, no entrarán en el reposo de la tierra prometida ni en la vida eterna (Hebreos 4:4-5). Al igual que hizo en su tiempo el apóstol Pablo, la exhortación hoy es a que cada cristiano entre en el reposo sábatico, la observancia del séptimo día de la semana como día de reposo, para que pueda tener amplia entrada en el reposo futuro, el Reino de Dios.


El reposo sabático o el "guardar de sábado" de que habla Pablo en Hebreos 4:9-11, continuará observándose en el reposo celestial, cuando haya nuevos cielos y nueva tierra. Los hijos de Dios se gozarán guardando el día de reposo que Dios estableció como institución desde la fundación del mundo, el día en que fueron creados los cielos y la tierra (Isaías 66:22-24).
 
 
  Hoy habia 68 visitantes (97 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis