MUNDO Y RELIGION - M&R
   
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  Filipenses 2:5-8 La naturaleza de Cristo antes de su venida al mundo
 


 "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios, sin embargo, se anonadó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz."
(Filipenses 2:5-8)

¿QUIÉN ERA JESÚS ANTES DE VENIR AL MUNDO?
 
Mucho se discute respecto a la verdadera naturaleza de Jesús antes de venir al mundo. Unos dicen que Jesús era el Hijo de Dios y subordinado al Padre desde el mismo principio de los tiempos. Otros incluso argumentan que Jesús era "un dios inferior" creado por el Padre. Otros incluso discuten que Jesús, el Hijo, era en realidad el Padre, que asumió el rol de Hijo al venir al mundo, para después volver al cielo y continuar siendo el Padre. Lo cierto es, que los cristianos no se ponen de acuerdo frente a esta sencillla pregunta: ¿Quién era Jesús antes de venir al mundo? La mayoría de los cristianos creen que Jesús era Dios antes de venir al mundo (Lea Juan 1:1 y 14).

LA PREEXISTENCIA DE JESÚS
ANTES DE VENIR AL MUNDO

La preexistencia de Jesús es la creencia de que Jesús existió en el cielo antes de su concepción en el vientre de María para venir a nacer como un hombre a nuestro mundo. Esto, se desprende de las propias palabras y enseñanzas de Jesús, quien manifestó a sus discípulos que él existía antes de venir al mundo como hombre. 

La preexistencia de Jesucristo es aceptada, con algunas variantes, por casi todas las corrientes dentro del cristianismo. Los católicos indican que la preexistencia de Cristo es el punto que nos permite comprender la teología de la Trinidad. Las corrientes arrianas, como los simpatizantes de la Watch Tower, indican que Jesús existió como el eterno Hijo de Dios, creado por el Padre y en subordinación al Dios del universo. Los unitarios, en cambio, señalan que Jesús el Hijo existió sólo a partir de su concepción humana por medio de María. Antes de eso, sólo existía el Padre y en consecuencia Jesús, antes de venir al mundo, no era el Hijo sino el Padre, que para encarnarse en un hombre asumió el rol de Hijo. Los evangélicos, de manera general, concuerdan en decir que antes de venir al mundo Jesús existía como Dios.

¿Dijo Jesús que el existía antes de venir al mundo? La respuesta es sí. Jesús en más de una ocasión dejó ver que él existió mucho antes de venir al mundo como hombre.

"Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo" (Juan 3:13)

"Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, más la voluntad del que me envió." (Juan 6:38)

"Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo." "Este es el pan que descendió del cielo."
  (Juan 6:51 y 58)

"Porque las palabras que me diste , les he dado, y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de tí, y han creído que tú me enviaste."
(Juan 17:8)

COMPRENDIENDO LA PREEXISTENCIA DE JESUCRISTO

Es claro que para nosotros no es fácil comprender que alguien haya existido antes de nacer en nuestro mundo. Nuestra mente es finita y sólo percibe las cosas de este mundo. Sin embargo, también es claro que muchas cosas que para nosotros resultaban incomprensibles hace siglos atrás, han sido mejor entendidas con el transcurso del tiempo y en muchos casos con ayuda de la ciencia.

Los judíos del tiempo de Cristo se preguntaban:
"Y decían: ¿No es este Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?" (Juan 6:42)

No era fácil para la gente del tiempo de Cristo, imaginarse siquiera, que una persona, aún naciendo de una madre como la de cualquier ser humano, pudiera reclamar haber tenido una naturaleza anterior a esa misma existencia. Sin embargo, siempre fue la intención de Jesús que comprendiéramos que el había venido a este mundo procedente de un mundo mejor, el cielo.

En más de una ocasión, los religiosos que escuchaban hablar a Jesús quedaban perplejos por sus palabras ya que les resultaban incomprensibles.

Jesús les dijo: "Yo soy el que doy testimonio de mí mismo: y da testimonio de mí el que me envío, el Padre. Y deciánle: ¿Dónde está tu Padre?" (Juan 8:18-19) Bien se daban cuenta ellos, que cuando Jesús hablaba de su Padre, no hablaba de José su padre adoptivo, sino de Dios, su Padre verdadero. Al decir que Dios era su Padre, Jesús no sólo hacía ver su calidad de Hijo de Dios, sino que al declararse Hijo por esencia de Dios, dejaba ver que él y el Padre eran iguales en esencia y naturaleza y esto para ellos resultaba abiertamente ser una blasfemia (Vea Mateo 26:62-66; Marcos 14:60-64; Juan 19:7) ¿Por qué era tan grave que Jesús declarase ser el Hijo de Dios?

Note que cuando una persona se hace cristiano y acepta a Jesús en su corazón, llega a ser por adopción hijo de Dios. Sin embargo, cuando nosotros decimos ser "hijos de Dios" con esto no estamos diciendo que somos de naturaleza divina ni incurriendo en una blasfemia, sino sencillamente diciendo que Dios nos reconoce como hijos y por tanto El es nuestro Padre, tal como reza el "Padre Nuestro" tan conocido entre todos los cristianos (Vea 1 Juan 5:1-2 y Mateo 6:9).

Sin embargo, cuando Jesús declaraba ser Hijo de Dios, él no sólo reclamaba ser Hijo de Dios, sino que mucho más abarcantemente, dejaba ver que él era consustancial con el Padre y que su naturaleza era la misma de Dios. Cuando Jesús decía ser el Hijo de Dios, estaba dando a entender que compartía la naturaleza de Dios y en consecuencia dando a entender que era igual a Dios (Vea Juan 5:18). Esto, ciertamente resultaba incomprensible e inaceptable para los religiosos de la época de Cristo.

En otra ocasión, Jesús declaró: "Yo y el Padre una cosa somos". Al escuchar estas palabras, los judíos condenaron nuevamente a Jesús y quisieron lapidarlo diciendo: "tú, siendo hombre, te haces Dios" (Vea Juan 10:30-33).

En otras versiones de la Biblia dice:

"tú, siendo hombre, te haces Dios a tí mismo" (Versión Reina -Valera, 1977). 

"Tú no eres más que un hombre, y dices que eres igual a Dios" (Traducción de la Biblia en Lenguaje Actual)

"Tú, aunque eres hombre, te hace a tí mismo un dios" (Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, 1987)

El texto griego, dice literalmente:
καὶ ὅτι σὺ ἄνθρωπος ὢν ποιεῖς σεαυτὸν θεόν

Que traducido es:  "y porque tu siendo hombre te haces a tí mismo Dios"

¿EN QUÉ NATURALEZA EXISTIÓ JESÚS
ANTES DE VENIR AL MUNDO?

Es claro que para los judíos de la época de Cristo, no era fácil comprender y mucho menos aceptar que una persona de la cual ellos conocían su historia y desarrollo como ser humano, pudiera haber tenenido una existencia anterior en un mundo o dimensión diferente a nuestro propio mundo. 

¿Acaso no creían los judíos que pudiera existir alguien más allá de nuestro mundo? No, decididamente no. La propia religión judía se basa en la existencia de Dios en el cielo (Salmo 11:4) y en la ayuda y participación de los ángeles de Dios a favor del hombre (Salmo 34:7).

Entonces: ¿Por qué les resultaba tan difícil aceptar la preexistencia de Jesús como alguien distinto en el cielo? Sencillamente, porque no comprendían la verdadera naturaleza del Mesías prometido por las Escrituras Sagradas que ellos mismos veneraban.

Ellos sabían y comprendían que el Mesías, descendería del linaje de David y por tanto sería "Hijo de David", sin embargo, no lograban entender que el Mesías en realidad era de naturaleza divina, al ser igualmente Hijo de Dios. Al ser de naturaleza divina, el Mesías o el Cristo era infinitamente superior a David, su antepasado de linaje humano. David comprendió esto y por eso, al escribir el Salmo 110, el propio David se refirió al Cristo como "mi Señor", diciendo: "Dijo Jehová a mi Señor". Frente a esta realidad incuestionable de la propia Sagrada Escritura, Jesús pregunta a los religiosos de su época: "¿Qué os parece del Cristo? ¿de quién es Hijo? Dícenle : de David. El les dice: ¿Pues cómo David en Espíritu le llama Señor, diciendo: Dijo Jehová a mi Señor: Siéntate a mi diestra, entre tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies? Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su Hijo? Y nadie le podía responder palabra, ni osó alguno desde aquel día preguntarle más." (Mateo 22:42-46)

Ciertamente, el Cristo existió mucho antes de que el mundo fuese y mucho antes de venir a este mundo a vivir como el hombre Jesús de Nazareth.

Jesús habló de esto diciendo: "Ahora pues, Padre, glorifícame tú cerca de tí mismo con aquella gloria que tuve cerca de tí antes que el mundo fuese." (Juan 17:5).

Jesús habló de la gloria que tuvo junto al Padre, antes que el mundo fuese y mucho antes de venir a este mundo a vivir como hombre. ¿Qué gloria fue esa? Dejemos que el propio Jesús aclare este asunto (Vea Juan 8:53-59). 

"Antes que Abraham fuese, yo soy". Esa es la gloria que tuvo Jesús antes de venir a este mundo. El existía como el gran YO  SOY de las Sagradas Escrituras (Vea Exodo 3:13-15).

Un autora comenta de la siguiente manera las palabras de Jesús en Juan 8:58:

"Con solemne dignidad Jesús respondió: 'De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, YO
 SOY.

Cayó silencio sobre la vasta concurrencia. el nombre de Dios, dado a Moisés para expresar la presencia eterna había sido reclamado como suyo por este Rabino galileo. Se había proclamado a sí mismo como el que tenía existencia propia, el que había sido prometido a Israel, 'cuya procedencia es de antiguo tiempo, desde los días de la eternidad.'" (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 435)

"La presencia visible de Dios se había apartado del santuario, más en el niño de Belén estaba velada la gloria ante la cual los ángeles se postran. Este niño inconsciente era la Simiente prometida, señalada por el primer altar erigido ante la puerta del Edén. Era Shiloh, el pacificador. Era Aquel que se presentara a Moisés como el
YO SOY. Era Aquel que, en la columna de nube y de fuego, había guiado a Israel. Era Aquel, que de antiguo predijeran los videntes. Era el Deseado de todas las gentes, la Raíz, la Posteridad de David, la brillante Estrella de la Mañana. El nombre de aquel niñito impotente, inscrito en el registro de Israel como Hermano nuestro, era la esperanza de la humanidad caída. El niño por quien se pagara el rescate era Aquel que había de pagar la redención de los pecados del mundo entero. Era el verdadero 'gran sacerdote sobre la casa de Dios', 'la cabeza de un sacerdocio inmutable,' el intercesor 'a la diestra de la Majestad en las alturas." (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 36)

No fue esta la única vez que Jesús se reveló como Dios al mundo, en otras ocasiones también lo hizo:

"Yo soy la luz del mundo" (Juan 8:12) Compare con Salmo 27:1.

"Yo soy el buen pastor" (Juan 10:11) Compare con Salmo 23:1.

Que el Hijo de Dios era igual a Dios, se hace manifiesto en Marcos 2:1-12.

¿QUIÉN ERA JESÚS ANTES DE VENIR AL MUNDO?

Quizás el texto que resulta más claro a la hora de explicar quién era Jesús antes de venir al mundo sea Juan 1:1.

En este texto el apóstol Juan explica que Jesús, a quien él llama "el Verbo" existía desde el inicio de los tiempos. Existía en compañía de Dios, no como alguien distinto o separado de Dios, sino como siendo el mismo Dios, ya que el texto es concluyente al declarar: "Y el Verbo era Dios". 

Luego, el mismo apóstol explica que aquel Verbo, que "era Dios" en el principio, se hizo carne para habitar entre nosotros (Juan 1:14).

Jesús vino al mundo para darnos a conocer al Padre de los Cielos, pero no como alguien que está lejano o separado del Padre, sino siendo uno con el Padre, uno en naturaleza, poder y virtud (vea Juan 17:11, 21-22).

La unidad de Jesús con el Padre, le lleva a compartir su naturaleza, poder y autoridad y en consecuencia a ser igual a Dios (Juan 14:8-11).

“Si me conocieseis, dijo Cristo, también a mi Padre conocierais: y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.” Pero los discípulos no le comprendieron todavía. “Señor, muéstranos el Padre, exclamó Felipe, y nos basta.” Asombrado por esta dureza de entendimiento, Cristo preguntó con dolorosa sorpresa: “ ¿Tanto tiempo ha que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe?” Es posible que no veáis al Padre en las obras que hace por medio de mí? ¿No creéis que he venido para testificar acerca del Padre? “¿Cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?” “El que me ha visto, ha visto al Padre.” Cristo no había dejado de ser Dios cuando se hizo hombre. Aunque se había humillado hasta asumir la humanidad, seguía siendo divino. Cristo solo podía representar al Padre ante la humanidad, y los discípulos habían tenido el privilegio de contemplar esta representación por más de tres años. “Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mi: de otra manera, creedme por las mismas obras.” Su fe podría haber descansado segura en la evidencia dada por las obras de Cristo, obras que ningún hombre habría podido hacer de por sí. Las obras de Cristo atestiguaban su divinidad. El Padre había sido revelado por él." (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 618-619)

"Cristo el Verbo, el Unigénito de Dios, era uno con el Padre Eterno - uno en naturaleza, carácter y propósito -, el único ser en todo el universo que podía entrar en todos los consejos y propósitos de Dios." (El Conflicto de los Siglos, pág. 547)

"Sin embargo, el Hijo de Dios era el Soberano reconocido del cielo, uno en poder y autoridad con el Padre." (El Conflicto de los Siglos, pág. 549)

FILIPENSES 2:6
Y LA NATURALEZA DE CRISTO

Un pasaje que aporta de manera importante respecto a la correcta comprensión de la naturaleza de Cristo antes de venir al mundo es Filipenses 2:6.

Este pasaje se lee de la siguiente manera en griego:
 ὃς ἐν μορφῇ θεοῦ ὑπάρχων οὐχ ἁρπαγμὸν ἡγήσατο τὸ εἶναι ἴσα θεῷ, 

A fin de comprender correctamente el significado importante de este texto, es necesario comprender algunos aspectos relacionados con la traducción a partir del griego: 

1) 
ὃς ἐν μορφῇ θεοῦ ὑπάρχωνEsto se traduce literalmente "El cual siendo en forma de Dios". ¿Qué significa esto?  ¿Qué significa que Jesús existía o era en forma de Dios?

Si bien la expresión griega ἐν μορφῇ θεοῦ por muchos traductores es vertido como "naturaleza", lo cierto es que la expresión griega significa "en forma de Dios" y no "en naturaleza de Dios". La palabra μορφῇ significa "forma, apariencia externa". Claramente, traducir esto como "naturaleza" no es la mejor traducción, aunque para muchos traductores la expresión ἐν μορφῇ θεοῦ ("en forma de Dios") indica que Jesús tenía o poseía la naturaleza de Dios.

Biblical Studies Press, The NET Bible Primera edición Notas (Biblical Studies Press, 2006), Php 2: 6 indica: "El término griego traducido forma indica una correspondencia con la realidad. Así, el significado de esta frase es que Cristo fue verdaderamente Dios."

Esto se hace claro a partir de lo que indica como traducción para Filipenses 2:6 la New International Versión: "Who, being in very nature[a] God" vertido como: "Quien siendo en la naturaleza de Dios".

Otro ejemplo, la Nueva Versión Internacional de la Biblia traduce: 
"quien, siendo por naturaleza Dios" (NVI)

¿Qué significa tener la naturaleza de Dios? El mismo texto deja ver que "ser en forma de Dios" o "ser por naturaleza Dios" significa 
"ser igual a Dios" traducción literal de la expresión:
 τὸ εἶναι ἴσα θεῷ que se lee hacia el final del versículo en griego.

Siendo así, la expresión griega ἐν μορφῇ θεοῦ dice relación con la naturaleza de Dios y denota igualdad con Dios o "ser igual a Dios". ¿En qué sentido Jesús era igual a Dios? Quizás considerando este breve comentario podemos comprender algo más sobre esto:

"El Hijo de Dios vino voluntariamente para llevar a cabo la obra de la expiación. No había un yugo obligatorio sobre él, pues era independiente de toda ley estaba sobre ella. 

Los ángeles, como mensajeros inteligentes de Dios, estaban bajo el yugo de obligación; ningún sacrificio personal de ellos podía hacer expiación por el hombre caído. Sólo Cristo estaba libre de las exigencias de la ley para emprender la redención de la raza pecadora. Tenía poder para poner su vida y para tomarla otra vez. 'Siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse.'" (Elena G. de White. SW 4/9/1906)

UNA CURIOSA TRADUCCIÓN DE LA BIBLIA

La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras distribuida por la WatchTower Society para su versión 1967 y 1987 en español traduce Filipenses 2:5-8 de la siguiente manera:

"Retengan en ustedes esta actitud mental que también hubo en Cristo Jesús, quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a un arrebatamiento, a saber, que debiera ser igual a Dios. No, antes bien se despojó a sí mismo y tomó la forma de esclavo y vino a estar  en la semejanza de los hombres. Más que eso, hallándose en figura de hombre, se humilló a sí mismo y se obediente hasta la muerte, sí, muerte en el madero de tormento." (TNM 1967)

"Mantengan en ustedes esta actitud mental que también hubo en Cristo Jesús, quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios. No, antes bien, se despojó a sí mismo y tomó la forma de un esclavo y llegó a estar en la semejanza de los hombres. Más que eso, al hhalarse a manera de hombre, se humilló y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento." (TNM 1987)

En la TNM 1967 así como también en la TNM 1987 se reconoce que Jesús "existía en la forma de Dios", aunque no se explica en qué consiste esto de "existir en la forma de Dios", lo cual si explican todas las demás versiones de la Biblia para Filipenses 2:5-8 y en que se traduce fielmente lo expresado por el apóstol Pablo en el sentido de que Jesús "existía en la forma de Dios" y esto quiere decir "ser igual a Dios" que es la expresión griega exacta que usa el apóstol en su escrito.
 
Sin embargo, la TNM 1967 señala sobre Jesús "aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a un arrebatamiento, a saber, que debiera ser igual a Dios". ¿Qué es según la Real Academia Española de la Lengua (RAE) un arrebatamiento? Pues bien, la definición es la siguiente: "Furor, enajenamiento causado por la vehemencia de alguna pasión, y especialmente por la ira." ¿Es eso lo que quiso decir el apóstol Pablo en su escrito? No, de ninguna manera. 

Pues bien, en la TNM 1987 se cambió un tanto la redacción del mismo texto y dice de esta manera:
 "aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios". Note que la palabra "arrebatamiento" se cambió por "usurpación". ¿Qué es una usurpación? Veamos: "el acto de tomar posesión o control indebidamente de la propiedad o recursos de otra persona sin autorización legal".

¿Pudiéramos decir que arrebatamiento y usurpación son sinónimos? Por supuesto que no. Entonces por qué la TNM de 1967 y luego la de 1987 usan estas expresiones para declarar lo que dice la misma palabra griega que usó el apóstol Pablo en Filipenses 2:6?
 
Veamos ahora la TNM de 2019, la última versión de la Biblia en español para Filipenses 2:5-8:

"Mantengan esta misma actitud mental que tuvo Cristo Jesús, quien, aunque existía en la forma de Dios, no pensó en quitarle el lugar a Dios y hacerse igual a él. No, más bien dejó todo lo que tenía y tomó la forma de un esclavo y se convirtió en un ser humano. Es más, cuando vino como hombre, se humilló y se hizo obediente hasta la muerte, así es, una muerte en un madero de tormento."

Observe, que la expresión "arrebatamiento" no aparece más, tampoco "usurpación" y ahora se traduce: "no pensó en quitarle el lugar a Dios y hacerse igual a él". ¿Es eso lo que dice el versículo de Filipenses 2:6? ¿Qué dice en verdad Filipenses 2:6? Veamos:


ὃς ἐν μορφῇ θεοῦ ὑπάρχων
οὐχ ἁρπαγμὸν ἡγήσατο τὸ εἶναι ἴσα θεῷ,

Lo cual traducido palabra por palabra significa: "El cual existiendo en forma de Dios no consideró aferrarse a ser igual a Dios". En otras palabras, Jesús siendo igual a Dios antes de venir al mundo, no retuvo su divinidad, sino que se despojó de ella para venir a ser un hombre entre nosotros. Un hombre como uno de nosotros. Sin embargo, aunque era hombre, finalmente era "Dios con nosotros" (Mateo 1:23).

El sentido del texto no indica que Jesús "no pensó en quitarle el lugar a Dios y hacerse igual a él". No, no es eso lo que dice el versículo. Lo que en verdad dice y claramente, es que Jesús existiendo en forma de Dios (Juan 1:1) cuando descendió del cielo para vivir entre los hombres como hombre, no se aferró a su divinidad ni su realidad de ser igual a Dios, sino que se despojó, se humilló a sí mismo y se hizo hombre, y aún como hombre se hizo esclavo, y como esclavo sufrió la muerte, y muerte cruz. Ese es el verdadero sentido del texto escrito por el apóstol Pablo y no el sentido que busca imprimirle la TNM 1967, 1987 y menos la de 2019. Es interesante notar que en las dos primeras versiones señaladas, en la tapa de presentación decía:
 "Una traducción revisada..., pero consultando fielmente los antiguos textos hebreo y griego", lo cual siendo cuestionado por la mayoría de los estudiosos de las lenguas hebrea y griega, finalmente, en la TNM 2019 fue cambiado a: "En el proceso de traducción se consultaron los idiomas originales" lo cual ya no se presenta como un texto fiel a las lenguas originales sino más bien como una traducción libre y que no traduce literalmente lo que en verdad dice el texto.

Cabe señalar, que la reputada traducción griega de Nestle - Aland traduce la expresión οὐχ ἁρπαγμὸν ἡγήσατο τὸ εἶναι ἴσα θεῷ como "no estimó el ser igual a Dios como algo a que aferrarse" lo cual coincide con lo que en realidad expresan la mayoría de las traducciones bíblicas, en el sentido de que Jesús antes de venir al mundo era "igual a Dios" y al venir a vivir entre los hombres se despojó a sí mismo de su naturaleza divina para ser uno con nosotros.

La misma traducción ofrece CHATgpt al traducir "quien, siendo en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse".

Luego, si Jesús antes de venir al mundo era "igual a Dios" debemos comprender que significa "ser igual a Dios" y entonces viene a nuestro entendimiento lo que dice Juan 1:1 que expresa claramente: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios". Esto es lo que no quieren comprender y se resisten de aceptar todas las corrientes arrianistas, entre ellos los simpatizantes de la WatchTower, algunos disidentes dentro de los adventistas del séptimo día que abogan por la malentendida "fe de los pioneros" y últimamente, muchas corrientes de cristianos mesiánicos y judíos crístianos que se aferran a la tradición judía, la misma tradición que Jesús rechazó amplia y abiertamente (Vea Mateo 15:1-9).


EL CORRECTO SENTIDO DE FILIPENSES 2:6
NO CONSIDERÓ EL SER IGUAL A DIOS
COMO ALGO A QUE AFERRARSE

¿Cuál es el sentido correcto de Filipenses 2:6? Esto se desprende de un análisis de las numerosas traducciones de la Biblia para el pasaje de Filipenses 2:6.


"el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él" (Dios habla hoy)

"aunque él era igual a Dios, no consideró esa igualdad como algo a qué aferrarse." (Nueva Biblia Viva)

"quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse." (Nueva Versión Internacional)

"el cual, siendo de condición divina no quiso hacer de ello ostentación" (La Palabra España)

"El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios" (Biblia de Jerusalén)

"Quien existiendo en la forma de Dios, no reputó codiciable tesoro mantenerse igual a Dios" (Biblia Nácar - Colunga)

En todas estas versiones de la Biblia para Filipenses 2:6 se deja ver que Jesús existía como Dios, o en forma de Dios antes de venir al mundo. Esto es que Jesús poseía la naturaleza de Dios, poseía la condición divina y era igual a Dios. Sin embargo, una vez como hombre, no se aferró a esta igualdad con Dios como algo en su propio beneficio o para granjearse el respeto y la reverencia de la humanidad, sino que se humilló a sí mismo haciéndose hombre y como hombre gustó la muerte, y muerte de cruz.

Este es el sentido correcto de la expresión: 
οὐχ ἁρπαγμὸν ἡγήσατο que se traduce "no consideró como algo a que aferrarse", "no tuvo por usurpación", "no retuvo ávidamente", etc.

La expresión ἁρπαγμὸν, que aparece sólo una vez en la Biblia, significa según el léxico griego: "aferrar" o "retener" algo valioso o importante y que unida a la expresión ἡγήσατο que significa "considerar", "tener en cuenta", "pensar", etc. da como resultado "no consideró como algo a que aferrarse", que es más o menos la traducción que vierte la mayoría de las versiones de la Biblia para este pasaje.

Algunas traducciones que vierten más acertadamente el verdadero y correcto significado del texto son por ejemplo: 

La Versión Reina - Valera de 1960 que para Filipenses 2:6-7 vierte:

"El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.

En esta traducción se deja ver correctamente, que Jesús antes de venir al mundo como hombre, existía en forma de Dios, lo cual ya vimos que muchos autores interpretan como teniendo "la naturaleza de Dios", pensamiento que se ve confirmado por la indicación de que Jesús ante de venir al mundo era "igual a Dios". Sin embargo, no vio esto como algo a que aferrarse sino que se despojó de esa gloria divina, tomó forma de siervo y se hizo semejante a los hombres.

Note, que el mismo sentido tiene la traducción Nácar - Colunga para Filipenses 2:6-7 que vierte el texto de exta manera:

"Quien, existiendo en la forma de Dios, no reputó codiciable tesoro mantenerse igual a Dios, antes se anonadó, tomando la forma de siervo y haciéndose semejante a los hombres."

De igual manera, el texto indica que si bien Jesús antes de venir al mundo existía en la forma de Dios "no reputó codiciable tesoro mantenerse igual a Dios" cuando vino a la Tierra como hombre, sino más bien "se anonadó, tomando la forma de siervo" y se hizo "semejante a los hombres."

¿Por qué algunas versiones usan la palabra "usurpación" para traducir ἁρπαγμὸν? Sencillamente, porque la palabra da la idea de retener algo indebidamente o aferrarse a algo considerado como botín o cosa valiosa a que aferrarse tal como indica la traducción Nácar-Colunga citada anteriormente. Según el diccionario español, usurpar es "apropiarse injustamente del cargo, el título o la identidad de otra persona" y en este caso, el apóstol Pablo quiso dar la idea de que Jesús, siendo en forma de Dios o poseyendo la naturaleza de Dios, no consideró hacer valer su igualdad con Dios o aferrarse a su igualdad con Dios, como dicen otras traducciones, para atraer la adoración de los hombres.


¿Por qué hubiese sido una usurpación que Jesús se hiciese adorar como Dios estando en su humanidad? Sencillamente, porque cuando Jesús se hizo hombre y llegó a ser el Hijo del hombre, se hizo a sí mismo una criatura y ninguna criatura puede reclamar la adoración que sólo le corresponde a Dios, el Creador. Sin embargo, en su humildad y tal como revela Filipenses 2:5-8, Jesús siendo Dios o siendo "igual a Dios"  "se anonadó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y ´hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz".

Sin embargo, la expresión "usurpación" no es la más acertada ni la que se utiliza con mayor frecuencia, ya que la palabra griega, ἁρπαγμὸν, textualmente significa “el acto de retener o aferrarse a algo” y en este sentido es traducida como "algo que es tomado o se retiene". Otra posibilidad, que también ofrece la palabra es traducir como algo que se tiene y es utilizado en provecho personal y que en este caso, Jesús no utilizó en provecho propio.

La versión NIV 2011 de la Biblia vierte la traducción de esta manera: "Quien, siendo Dios en su propia naturaleza, no consideraba la igualdad con Dios como algo para su propio beneficio" dando a entender que Jesús siendo igual a Dios, no consideró esta cualidad algo para usar en su propio beneficio o beneficio personal. El texto refiere a algo que una persona tiene en su poder o le pertenece, pero elige voluntariamente no utilizarlo en su propio beneficio. La versión de la Biblia NIV actualizada refleja esta nueva información, dejando en claro que Jesús realmente era igual a Dios cuando decidió convertirse en humano por nuestro bien: ‟[Cristo Jesús], siendo Dios en su naturaleza, no consideraba la igualdad con Dios como algo para ser usado para su propio beneficio ".

¿Por qué Jesús no se aferró a su condición divina al venir al mundo? Sencillamente, porque al hacerlo, no pudiese haber sido un verdadero hombre y no pudiera haber sido reconocido como hijo del hombre, para vivir entre nosotros y ser nuestro ejemplo en todas las cosas. Si bien Jesús vino para ser Dios con nosotros, el decidió por sí ser el Hijo del hombre.

Por otra parte y confirmando todo lo dicho, la traducción de Nestle - Aland para Filipenses 2:6 dice en inglés: "Quien, a pesar de que era en la forma de Dios, no tuvo en cuenta la igualdad con Dios como algo a que aferrarse". En esta traducción dice que Jesús "era en la forma de Dios" y esto significaba su "igualdad con Dios", algo a lo cual Jesús nunca se aferró para granjearse la adoración de los hombres o para obtener su propio beneficio.

En todas las traducciones y versiones de la Biblia para Filipenses 2:6 revisadas, se extrae la misma idea general:

1.- Que Jesús antes de venir al mundo existía en la forma de Dios, esto es, que poseía la naturaleza de Dios y por tanto,

2.- Era igual a Dios.

Sin embargo, también todas las traducciones y versiones, coinciden en señalar, de acuerdo al texto griego, que no considerando su igualdad con Dios, Jesús jamás quiso usurpar entre los hombres el lugar de Dios en la adoración, haciéndose adorar el mismo o procurando la adoración de los hombres. El vino al mundo como Hijo de Dios y como Hijo del hombre, aunque era "Dios manifestado en carne" (1 Timoteo 3:16) y antes de venir al mundo era uno con Dios (Juan 1:1), él no vino para ser adorado como Dios, ni procuró ser adorado en lugar de Dios, sino que vino a cumplir su propósito como Hijo y como hombre, a saber, dar su vida en rescate por el pecado de todos nosotros.


Cuando Jesús vino al mundo, aunque era Dios, se hizo carne (Juan 1:1 y 14), y estando en la carne como hombre, como criatura, reconoció que Jehová es Dios de toda carne tal como dice Jeremías 32:27 y no reclamó para sí ningún honor ni reverencia. Antes tal como dice la Escritura y siguiendo el ejemplo de Jesús: "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios, sin embargo, se anonadó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y ´hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz." (Filipenses 2:5-8) 

Algo que no es bien entendido respecto a la naturaleza de Cristo es lo siguiente: "Cristo no había dejado de ser Dios cuando se hizo hombre. Aunque se había humillado hasta asumir la humanidad, seguía siendo divino.(DTG 618-619). No obstante, aunque era "igual a Dios", Jesús no consideró esto como algo a que aferrarse para granjearse la adoración de los hombres, sino por el contrario, "se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz." (Filipenses 2:8).

En su condición como hombre y consecuentemente, con Filipenses 2:5-8, Jesús declaró:  "No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que viere hacer al Padre: porque todo lo que él hace, esto también hace el Hijo juntamente." (Juan 5:19). "No puedo yo de mí mismo hacer nada" (Juan 5:30) "El Padre es mayor que yo" (Juan 14:28)

La condición humana de Jesús, siendo Dios en la carne, explica la declaración de Jesús en Juan 20:17 en que dice: "Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios". Entendiéndose, que en su condición humana Jesús reconoce a Dios como su Padre, tal como debe hacer cualquier ser humano.

Una autora comenta Filipenses 2:5-8 de la siguiente manera:

"Jesús, resplandor de la gloria del Padre, 'no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo'. Filipenses 2:6-7. Caminando entre los hijos de los hombres, Cristo consintió en pasar por todas las experiencias humildes de la vida, no como un rey, exigiendo homenaje, sino como uno cuya misión era servir a los demás. No había en su proceder ninguna mancha de fanatismo, ni austeridad insensible. El Redentor del mundo poseía una naturaleza muy superior a la de los ángeles, pero unidas a su majestad divina, habían mansedumbre y humildad que atraían a todos hacia él." (E.G. de White, El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 19)

"Jesús era la majestad del cielo, el amado comandante de los ángeles, quienes se complacían en hacer la voluntad de él. Era uno con Dios “en el seno del Padre” (Juan 1:18), y sin embargo no pensó que era algo deseable ser igual a Dios mientras el hombre estuviera perdido en el pecado y la desgracia. Descendió de su trono, dejó la corona y el cetro reales, y revistió su divinidad con humanidad. Se humilló a sí mismo hasta la muerte de cruz para que el hombre pudiera ser exaltado a un sitial con Cristo en su trono." (Mensajes Selectos, Tomo 1, pág. 378)

La misma autora refiere lo siguiente:
 

"El que había sido uno con Dios, sintió en su alma la terrible separación que hace el pecado entre Dios y el hombre. Esto arrancó de sus labios el angustioso clamor: '¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿por qué me has desamparado? (San Mateo 27:46)" (E. G. de White, El Camino a Cristo, pág. 8.)

Antes de venir al mundo y durante su preexistencia, Jesús quien era "uno con Dios" existía en la forma de Dios, siendo igual a Dios (Juan 1:1). Al hacerse carne y nacer de mujer, Jesús llegó a ser "Dios con nosotros", el Emmanuel prometido. "Dios fue manifestado en carne" como dice 1 Timoteo 3:16 y consecuentemente, "Dios estaba en Cristo" reconciliando el mundo consigo mismo (2 Corintios 5:19). Sin embargo, Jesús no consideró su condición divina y que le hacia igual a Dios como algo a que aferrarse o con el fin de granjearse algún beneficio o posición de privilegio delante de los hombres,
"sin embargo, se anonadó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y ´hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz."

La expresión "forma de Dios" indica que Jesús en el cielo y antes de venir al mundo era en su naturaleza Dios, un verdadero Dios. De la misma manera, Filipenses 2:7 indica que Jesús estando en la Tierra tomó la "forma de siervo" o esclavo. ¿Tomó Jesús la verdadera forma de esclavo? Claro que sí. Jesús fue un verdadero Dios y sin embargo, como hombre se hizo un verdadero esclavo. La expresión "forma de" no permite dudar de la realidad de la forma. 

Muchos empeñados en no entender lo que claramente enseñan las Escrituras, argumentan que Jesús, el Hijo, es inferior al Padre porque incluso estando en el cielo, él se sujetará al Padre tal como dice 1 Corintios 15:27-28, no obstante deciden ignorar deliberadamente, que el Jesús que está en este momento en el cielo es el que describe 1 Timoteo 2:5. La verdad más hermosa de la Biblia es que Jesús
es verdadero Dios y verdadero hombre, esa ha sido siempre la confesión íntima de los cristianos de todos los tiempos. 

"El YO SOY es el Mediador entre Dios y la humanidad, que pone su mano sobre ambos. El que es 'santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores,' no se averguenza de llamarnos hermanos. En Cristo, la familia de la tierra y la familia del cielo están ligadas. Cristo glorificado es nuestro hermano. El cielo está incorporado en la humanidad, y la humanidad, envuelta en el seno del Amor Infinito." (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 17)
 
 
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