
"Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vinieres a tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso." (Lucas 23:42-43)
De este breve diálogo que Jesús sostuvo con uno de los condenados junto a él en la cruz se ha originado un debate no poco importante respecto al destino del ser humano cuando muere.
La mayoría de los cristianos cree que cuando un hombre muere, inmediatamente va al cielo (el paraíso) o al infierno, dependiendo de si en su vida hizo bien o mal.
La Biblia en cambio, enseña que cuando un hombre muere, va al sepulcro y ahí queda en espera de la resurrección (Job 14:12-15). La Biblia también enseña que es en la resurrección donde finalmente se conocerá el resultado de una vida de bien o de una vida de mal (Juan 5:25, 28-29).
Sin embargo, muchos fundamentan su crencia en la "recompensa inmediata" tras la muerte basándose en lo que dijo Jesús en Lucas 23:43.
Esta creencia, que contradice lo que la Biblia enseña al respecto, no obstante se basa en una mala traducción del texto original en griego.
"Es bien sabido que la puntuación de la Biblia no es obra de los escritores inspirados. En verdad, la puntuación es un arte moderno, pues la coma en su forma actual fue inventada en 1490 por un impresor de Venecia. Por lo tanto, tenemos libertad para cambiar la puntuación de la Escritura según lo exija el sentido. En Lucas 23:43, si se coloca la coma después de hoy, y se suprime la palabra "que", vocablo que no existe en el original griego, el texto dice: "De cierto te digo hoy, estarás conmigo en el paraíso." Entonces no hay falta de armonía entre este pasaje y la declaración ulterior de Cristo de que todavía no había ascendido al Padre." (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 785)
El texto griego para Lucas 23:43 según Online Greek Bible se vierte así:
καὶ εἶπεν αὐτῷ, Ἀμήν σοι λέγω, σήμερον μετ' ἐμοῦ ἔσῃ ἐν τῷ παραδείσῳ.
Y le dijo, De cierto te digo, hoy conmigo estarás en el paraíso
Note que en el texto se introdujeron dos comas, una después de la expresión "y le dijo" y la otra después de la expresión "De cierto te digo", con lo cual después de la coma sigue el texto: "hoy estarás conmigo en el paraíso". Con esta puntuación da la idea de que la promesa de estar en el paraíso para el condenado arrepentido, se cumplirá ese mismo día y de forma inmediata tras su muerte.
Como ya sabemos, la coma no estaba en el texto original y no la usó Lucas cuando escribió el evangelio, ya que este signo como se dijo, se creó gramaticalmente en 1490, más de 12 siglos después de que Lucas escribiera su texto del evangelio. Por ello, la ubicación de la coma resulta arbritraria y consecuentemente, hay libertad de poner la coma donde se estime conveniente.
Note que si cambiamos una sola coma, cambia todo el sentido del texto:
καὶ εἶπεν αὐτῷ, Ἀμήν σοι λέγω σήμερον, μετ' ἐμοῦ ἔσῃ ἐν τῷ παραδείσῳ.
Y le dijo, De cierto te digo hoy, conmigo estarás en el paraíso
Si se pone la coma después de la palabra "semeron" que significa "hoy", el texto diría: "De cierto te digo hoy, estarás conmigo en el paraíso" y el texto entonces da la idea de que la promesa de estar en el paraíso para el condenado arrepentido, se cumplirá en el futuro, cuando Cristo venga por segunda vez y después de la resurrección de los muertos, tal como creían en verdad los primeros cristianos y la iglesia cristiana primitiva en el Siglo I (Juan 11:21-26; Hechos 24:15).
Por otra parte, note que en el texto griego no aparece la palabra "que", que se antepone a la palabra hoy, de donde estamos en presencia de un agregado al texto bíblico original. El agregado de la palabra "que", aparece en varias versiones de la Biblia, sin embargo, no aparece en la idea original que escribió Lucas en su evangelio.
La diferencia sin el agregado y con el agregado "que" se deja ver en las siguientes versiones de la Biblia:
SIN EL AGREGADO "QUE":
"Y entonces el le dijo: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso." (La Biblia de las Américas)
"Entonces Jesús le dijo: "En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso." (La Nueva Biblia de los Hispanos)
"Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso." (Reina Valera Gomez)
"Y él le dijo: Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso." (Versión del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras)
CON EL AGREGADO "QUE":
"Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso." (Reina Valera 1909)
"Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso." (Biblia Jubileo 2000)
"Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso." (Sagradas Escrituras 1569)
La palabra "que" refuerza la idea de que la promesa de Jesús al condenado en la cruz se cumplirá ese mismo día. No obstante, como se dijo, esa palabra no aparece en el original griego y es por tanto un agregado tendencioso que no busca aclarar el texto sino más bien asignarle una idea equivocada.
La palabra "que" no aparece en la versión griega del Evangelio de Lucas del Emphatic Diaglott Interlineary word for word english translation.
Tampoco aparece en una de las más reputadas versiones griegas del Nuevo Testamento, el Greek - English New Testamento de Nestle - Aland.
¿De dónde viene el error en la traducción del texto? Probablemente, de una de las versiones más antiguas en español, la Biblia de Casiodoro de Reina del año 1569, llamada la Biblia del Oso:

En esta versión muy antigua de la Biblia en español, ya se dejaba ver la traducción que hoy se repite en modernas traducciones, a saber: "que hoy serás conmigo en el paraíso". Aquí, no sólo se traduce la palabra hoy, después de la coma, sino que además se agrega la palabra "que" antes de hoy.
Probablemente, muchas de las actuales versiones de la Biblia usan como base de referencia, la Biblia de Casiodoro de Reina del año 1569, así al menos lo establece claramente la versión Reina - Valera de 1909.
Hasta aquí, se deja ver un serio debate sobre lo que quiso decir Jesús al condenado en la cruz:

a) Por una parte, la mayoría de las versiones transmite el sentido de que Jesús está diciéndole al ladrón arrepentido que ese mismo día estará con él en el Paraíso.
b) Otras versiones dan a entender que Jesús enfatiza que es hoy cuando le está diciendo al ladrón que, en el futuro, estará con él en el Paraíso.
¿Cómo saber cuál es el significado correcto? Bueno, por una parte aquí está la importancia de conocer las características de la puntuación en relación al texto griego original.
Es sabido que "los manuscritos originales del NT, como así mismo los manuscritos posteriores durante varios siglos, se escribieron en lo que se conoce como scriptio continua, es decir, sin separar palabras, oraciones o párrafos, y sin signos de puntuación entre las oraciones o al final de estas. Algunos siglos más tarde, los copistas comenzaron a separar las palabras y a añadir signos de puntuación. Pero tales indicaciones representaban su comprensión del texto y no necesariamente lo que los autores quisieron decir." (Tomado de: https://lamejortraducciondelabiblia.blogspot.cl/2016/07/lucas-2343-cual-es-la-puntuacion.html)
Ahora bien, más allá de la discusión filológica que busca asignar el correcto significado a la traducción, en la Biblia tenemos un contexto para este texto, y ese contexto ilumina el significado del texto.
¿Qué creían los primeros cristianos sobre el destino de los muertos? Como primer punto diremos que la muerte es lo contrario de la vida. Conociendo entonces qué es la vida y cómo se manifestó la vida para el hombre, podremos saber qué pasa cuando el hombre muere.
El Génesis relata el momento mismo en que el hombre se convirtió en un ser vivo, diciendo:
"Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida, y fue el hombre en alma viviente." (Génesis 2:7)
Note, a diferencia de lo que creen la mayoría de las personas, el hombre no tiene un alma. No se le dió un alma. El hombre llegó a ser un alma. El hombre, es la conjunción de polvo de tierra más soplo o aliento de vida y esto es lo que llega a ser un alma.
¿Qué ocurre cuando el hombre muere? La propia Biblia responde: "Y el polvo se torne a la tierra, como era, y el espíritu se vuelva a Dios que lo dio." (Ecclesiastés 12:7). El "espíritu" es el soplo de vida que Dios insufló en la nariz de Adán y que hizo que éste viviera. ¿Qué pasa cuando sale el espíritu o el soplo de vida de nuestro cuerpo? Una vez más dejemos que la Biblia responda: "Saldrá su espíritu, tornaráse en su tierra. En aquel día perecerán sus pensamientos." (Salmo 146:3)
¿Hay en estos textos de la Biblia alguna idea que permita asumir que cuando una persona muere, su alma, va inmediatamente a un lugar de paraíso o a un lugar de castigo como cree la mayoría de las personas? La verdad es que no. En ambos textos bíblicos que hablan de la muerte de una persona, no se menciona la palabra alma y no se deja ver la idea de que una vez muerto, la persona vaya a un lugar que no sea su sepulcro o su tumba.
Es más, la misma Biblia explica que cuando una persona muere, pierde toda conciencia de su condición de muerto, no tiene conciencia de nada, ni de sus familiares, su trabajo o cualquier otra cosa que le concierna a cuando estaba en vida (Ecclesiastés 9:5, 9-10). Además este último texto, es claro en decir que después de muerta, la persona no va ni al paraíso ni al castigo eterno. sino tan sólo al sepulcro. Parte del error, se produce por una mala comprensión de la palabra "infierno". Para una mejor comprensión de la palabra infierno lea Salmo 16:10 y Hechos 2:27. Ahí encontrará que en realidad la palabra "infierno" es el sinónimo latino de la palabra "sepulcro".
Como ya se dijo, la Biblia enseña que cuando un hombre muere, va al sepulcro y ahí queda en espera de la resurrección (Job 14:12-15). Es en la resurrección donde finalmente se conocerá el resultado de una vida de bien o de una vida de mal (Juan 5:25, 28-29).
De acuerdo a todo esto, es de toda claridad que la traducción correcta de Lucas 23:43 es:
Lo anterior, está de acuerdo a lo planteado por la siguiente autora al respecto:
"De cierto te digo hoy: estarás conmigo en el paraíso. Cristo no prometió que el ladrón estaría en el paraíso ese día, Él mismo no fue ese día al paraíso. Durmió en la tumba, y en la mañana de la resurrección dijo: “Aun no he subido a mi Padre.” San Juan 20:17. Pero en el día de la crucifixión, el día de la derrota y tinieblas aparentes, formuló la promesa. “Hoy;” mientras moría en la cruz como malhechor, Cristo aseguró al pobre pecador: “Estarás conmigo en el paraíso.” (Elena G. de White, El Deseado de Todas las Gentes, pág. 699)